La Iglesia Gnóstica

INTRODUCCIÓN

Nos, Arzobispos y Obispos de la Santa Iglesia Gnóstica, reunidos en pleno Concilio con la debida autorización del Patriarca Suprema Jerarquía de la Iglesia y con pleno poder de la Fraternidad Blanca a que pertenecemos, enviamos nuestra bendición Apostólica a todos los Humanos sin distinción de Sexos, Casta, Raza, o Color deseando que la Rueda Evolutiva de este Ciclo de Vida acelere su paso, para que la Fraternidad Universal se haga carne entre todos los Hijos del Padre y el Logos Divino haga florecer la Rosa Bendita de la Espiritualidad sobre la Cruz gigante de nuestra Tierra.

Nos, con los poderes que nos han sido conferidos, hemos autorizado al Arzobispo de nuestra Santa Iglesia, Frater Huiracocha, para que dé a publicidad este libro en el que hace una exposición doctrinaria de cuántos son y significan nuestros Sagrados Misterios, ya que ha llegado el momento que, esta que es la Primitiva y Verdadera Iglesia Cristiana, salga al encuentro de la Humanidad en está Era precedente al Nacimiento de Acuario.

Siglos tras siglos en silencioso recogimiento y replegada en su concha para no ser profanada por el Materialismo reinante, ha dormitado nuestra Iglesia. Porque encarnando en ella la Religión de la Razón más Pura, poseyendo la verdadera Gnosis del Símbolo y del Misterio y dándolos a conocer gradualmente en toda su desnudez virginal, no eran los tiempos pretéritos, plenos de egoísmos, los más dúctiles para una siembra divina que, más que trigo candeal, había de ofrecer espinosos frutos...

Hoy la Humanidad ansiosa de mejoramiento, necesita ser espíritu y arrastra esos santos afanes de Mesianismo −que por todas partes se aspiran− como un viento de redención que acaricia a las Almas empujándolas hacia un camino desconocido... Pero necesita una Voz, una Palabra, un Grito, una Señal que le indique la Vía o espera que, de entre todos, surja otra vez el Hombre que la redima y muera de nuevo crucificado en manos de los mismos Escribas y Fariseos.

Pero tu redención, Oh Humanidad doliente, ya la hubo una vez. La Profecía fue cumplida y la Doctrina Santa del salvador aún late con vivo fuego en las entrañas mismas del Santuario de donde ha de tornar, fuerte y poderosa, en está época propicia en que se va derrumbando el Edificio del Sectarismo que un día mancillo las más puras verdades...

Venid, pues, a beber a esta Fuente. La Iglesia Gnóstica no es una Iglesia más o un nuevo Ideal Religioso inventado a propósito de los tiempos. Es la Iglesia de Cristo, la que predicó Jesús, el divino Rabbí de Galilea, con todos sus Sagrados Misterios Iniciáticos. Es la Iglesia de la Redención, la Primitiva Iglesia Cristiana que sufrió todos sus embates del Sectarismo Católico cuya doctrina trato de acomodar a sus fines e intereses egoístas. Es la Iglesia que posee las más santas revelaciones e interpreta y da a conocer la Verdad en su más prístina pureza sin máculas que la empañen.

Nuestra Doctrina es Ciencia y Religión a un tiempo. Como Ciencia, se remonta a algo superior, supremo, infinito, ultra−científico, que está muy por encima de los bajos conocimientos vulgares para encarnar el Saber por Excelencia. Y como Religión procura que el Hombre, suprema jerarquía humana, vaya despertando en sí mimo los poderes divinos que le son peculiares para lograr un día la Santa Unión con la Causa primera que es su génesis. Pero dentro de este dualismo, se atiende a aquel principio latino que dice:

Primum intelligere, Deinde credere...

Este libro, querido Lector, viene a llenar una de las más grandes necesidades de la época actual. Él es el exponente de una nueva teoría para ti, sin embargo de ser tan arcaica, y el heraldo, el precursor del restablecimiento de la Santa Iglesia Gnóstica en el Mundo.

Bebe en sus aguas puras y transparentes y que un día, libre tu espíritu de los viejos prejuicios tradicionales, puedas ascender en alas del Pleroma buscando el equilibrio entre la luz y las tinieblas de tu Alma, para que encuentres la ansiada Redención que está en ti mismo, en tu propio Santuario y con ella, la sutil Ascensión del Logos Solar, que es el verdadero Mesías, que dentro de tu caverna duerme con su silente quietud.

Tradux. R +

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La Iglesia Gnóstica

Así como en todas la Religiones existe un Libro Sagrado o Biblia o Conjunto de todas las enseñanzas y Doctrinas que integra cada una, del mismo modo, los Gnósticos, dentro de nuestra Iglesia, disponemos también de un Libro santo, y con algunas referencias sobre él quisiere comenzar con mi estudio, advirtiendo, desde luego que para comprender los diferentes autores, hay que considerar la época y el sentido esotérico de en que fueron escritos. Lo que es el Talmud para los Semitas, el Bhagavad−Gita para los budistas, el Corán para los Musulmanes y la Biblia para los Cristianos, es para nosotros la PISTIS SOPHIA.

Veamos, pues, en síntesis, lo que acerca de ella dice un Historiador y veremos que Pistis es n libro y entidad espiritual a la vez.

Se trata, del libro Cumbre de todas las Doctrinas Gnósticas, el cual fue publicado en Latín el año 1851 por Schwartze y Petermann, con arreglo a un Código del Museo de Londres, llamado Askeniano, cuya vejez se remonta al siglo III, aunque algunos opinen que al Siglo V. (Opus Gnosticum Valentino adjudicatum est Códice manuscripto Cóptico Londinensi descripsit et latine vertit M.G.Schwartze).

El original Griego de esta Obra, que sirvió de base en los primeros siglos, no ha podido ser hallado. Sólo se tiene el texto Sahídico, que es una traducción al Copto del Manuscrito Primitivo. El Papiro Copto, en cambio, fue encontrado en Egipto sin que nada pueda atestiguar si el Original Griego fue compuesto, asimismo, en este Pueblo. En lo que sí concuerdan todos los Críticos, es en que está Obra proviene de algunas de las múltiples Escuelas o Sociedades Gnósticas Primitivas, creyéndose más bien que pertenecería a los Ophitas.

Se divide en 148 Capítulos y en cuatro grandes partes o libros. El primero y el Cuarto, no llevan inscripción alguna, mientras que el Segundo es encabezado por este título: Segundo Libro de la Pistis Sophia. Lleva también un rótulo al final que dice: Parte de los Volúmenes del Salvador. Este mismo rótulo vuelve a repetirse al final del Libro Tercero que figura sin encabezamiento.

Esta falta de homogeneidad, es la que hace suponer a algunos Críticos que la Pistis Sophía no está compuesta con arreglo a un plan unitario y que la mayor parte de sus escritos sean de épocas distintas. Por eso aseguran que el Libro Cuarto es más antiguo que los restantes.

Al redactarse esta Obra, se supone que han transcurrido once años desde la resurrección de Jesús y lo describe razonando con sus discípulos en el Monte de la Olivas y dándoles a conocer las grandes y supremas Verdades Iniciáticas. Por el vestido de Luz que le rodea, ha podido atravesar el Mundo Suprasensible y remontándose de esfera en esfera, le han sido franqueadas todas las puertas, amedrentando a los mismos Arcontes o Guardianes de aquellos Lugares, quienes le han adorado...

Jesús arriba al plano donde están esos Arcontes o Señores Tiranos, cuyo Príncipe es Adamas. Ellos vienen a ser los dueños del Destino(*).(*) Los Señores del Karma de los Teósofos Pero Jesús, provisto de su habitual heroísmo, llega al Eón 13 en donde se encontraba estacionada primitivamente la Pistis Sophia, y en relación con esto, cuenta a sus discípulos la Historia de este Ser Misterioso que, pretendiendo llegar a la Región de la Luz Suprema atravesando los 12 Eones, sale de su morada limitado por el Eón 13 y al ascender en su vuelo, es arrojado por los mismos Arcontes en la inmensidad del Caos.

Tal es la triste situación de la Pistis, hasta que el Padre le envió a Jesús como Libertador...Jesús, entonces, apela a Gabriel y a Miguel para que la lleven en sus manos con el fin de que ninguna de sus partes se pierda en las Tinieblas, y así es trasladada desde el Caos hacia un lugar que se encuentra bajo el Eón 13. Por fin, después de una lucha cruenta, Jesús despoja a los Arcontes de su Luz y la Pistis Sophia es conducida al Sagrado Lugar, donde moran desde entonces con todos sus hermanos invisibles...

En la Historia de la Pistis Sophia, el relato se interrumpe repetidas veces con el recitado de varios himnos que ella hacía llegar del Cais a la Luz. Estos son 13, y cada vez que Jesús recita uno de sus discípulos, les invita a dar su explicación.

Con frecuencia hablan las Santas Mujeres, María o Salomé. Otras veces algún Apóstol, como Andrés, Pedro, Mateo o Felipe, los cuales interpretan los himnos de la Pistis aduciendo algún Salmo de David o Salomón.

Es característico de los Gnósticos Coptos, el no ir a buscar otra Autoridad para confirmar sus Escritos que las Sagradas Escrituras, y si algún sincretismo se observa en ellos, es más en la forma que en las ideas.

Después, se trata en este libro, de la suerte que espera a las almas más allá de la muerte revelándonos lo que acaecerá a cada una de las distintas Categorías de Hombres.

Las Alegrías y Privilegios que aguardan a los unos y los Tormentos y Penas que afligirán a los otros. Su tema principal es, pues, la Redención de las Almas...

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