INTRODUCCIÓN
(Primeras Páginas del Libro)
(Primeras Páginas del Libro)
Durante mi viaje a través de las
Américas, a las que he llevado mi misión de organizar Logias, ofrecer charlas y
conferencias y realizar trabajos Rosa Cruz, he tenido ocasión de dar lectura a
unos apuntes sobre el LOGOS, los cuales responden a las enseñanzas que me
fueron legadas por un Maestro de alto grado. Ofrecí a mis discípulos, entonces,
ampliar y publicar este trabajo mediante un Folleto, para ponerlo al alcance de
todos, y hoy cumplo esta promesa con el deseo, al par, de incitar al estudio y
complacer también a aquellos que no pudieron escucharme. Pero antes de comenzar
esta verdadera clave iniciática y para la más fácil comprensión, he de ofrecer –a
guisa de prólogo- algunas enseñanzas sobre el valor del Lenguaje y la Palabra.
*
EL LENGUAJE Y LA PALABRA
Forzoso es estudiar el origen del
lenguaje en general, pero forzoso es también, para llegar a ese punto como
meta, comenzar por hallar el origen de la Palabra.
Para ello, tenemos una
disciplina, norma o ciencia que todos conocen, la Etimología. Ella, no
solamente nos enseña este origen, sino que nos muestra en cada palabra la razón
de su existencia, de su significación y de su forma…
Etimología viene de ETYMOS o
ETUMOS (verdadero, legítimo, real…) y de LOGOS (palabra). Su acción primordial
habrá de ser, la de retrotraernos a buscar el genuino y legítimo arranque de
cada palabra en su más primitiva formación.
Platón fue uno de los primeros
investigadores que se ocuparon de esta ciencia. Buscar la Verdad por este
camino, fue ya intentado por él y aún más tarde por los estoicos. Estos últimos
–cuya base tomaron de Homero- creyeron siempre que el Lenguaje no había sido
una creación arbitraria, sino un producto de la naturaleza. Pero si bien los
antiguos tuvieron ésta firme creencia y en ello encontraron el medio, el paso
de retorno para salir al encuentro de la Verdad en sí, fue con posterioridad la
Filosofía moderna la que materializó esta ciencia valiéndose de la filología
que entró a formar parte de la Gramática, olvidando que, precisamente las
Sociedades Secretas como la Masonería, tenían y tienen a la Gramática por
sagrada.
Los Filólogos, generalmente,
llegan al Sánscrito y lo estudian, lo profundizan, encuentran su relación con
el griego, latín, Germano, Eslavo, celta, etc., y hasta se han acercado a
probar científicamente que el Indo-germano es, para ellos, más arcaico y
ajustado a ciertas leyes de lingüística… Y así es ciertamente en cuanto se
refiere a la parte material de la Palabra y su Sonido, pero no en cuanto a la
Base Espiritual, a la Profunda Raíz del Verbo que yace escondida. Lo primero
viene a ser como la Historia de la Palabra, su curso a través de los tiempos.
Lo segundo no se logra con estudios históricos. La Historia como Ciencia es
limitada y hay que pretender, como nosotros, senderos ilimitados porque
buscamos valores eternos…
Tenemos, por nuestra parte, dos
aspectos en la etimología: La Genética y la Pragmática y tomándolos por base,
nos valemos entonces para la investigación de nuestras reglas Rosa Cruz del
eterno Trío.
Si se nos da la palabra escrita
por un lado y el Sonido material por otro, justo es reconocer que nos falta el Mediador,
el Hálito del Espíritu que une signo y sonido. Hallado éste, verificado el
Trío, descubrimos verdaderamente el destino de la Palabra, el Karma del Logos…
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