Paz Tolerancia y Verdad
Vamos a dar un salto atrás en el
tiempo y nos vamos a ceñir exclusivamente a los conocimientos históricos.
Aquí no habrá cabida para ningún tipo de mito o leyenda inventada. No vamos a hablar de la Naometría, de Simón Studión ni de los Fideli D´Amore y Dante Aliguieri, a los que podríamos denominar, junto con otros muchos, como los antecesores o inspiradores.
Aquí no habrá cabida para ningún tipo de mito o leyenda inventada. No vamos a hablar de la Naometría, de Simón Studión ni de los Fideli D´Amore y Dante Aliguieri, a los que podríamos denominar, junto con otros muchos, como los antecesores o inspiradores.
Algunas escuelas rosacruces toman
el Siglo XVI como el origen de la Orden de los Rosacruces; dado que es el siglo
en el que supuestamente habría nacido Christian Rosentkreuts; pero dado que es
un Personaje de Ficción, protagonista de una Novela Iniciática: Las Bodas Alquímicas de
Christian Rosentkreutz (1616); pero ni siquiera, a esa temprana edad de su
Autor: Valentín Andreae (1586-1654); podríamos decir que nace el Fenómeno
Rosacruz. Más que Orden, Fraternidad u otro tipo de Organización deberíamos
hablar de Movimiento, el Movimiento Rosacruz.
El Movimiento Rosacruz nace en el
siglo XVII, con la publicación en 1614 Kassel Alemania, de su manifiesto más
conocido: La "Fama Fraternitatis Rosae Crucis" que fue publicada originalmente
exclusivamente en alemán. Un año después, en 1615, fue publicado el siguiente
opúsculo de la supuesta Orden Rosacruz, la "Confessio Fraternitatis" que salió tanto
en latín como en alemán. Aunque las Bodas Químicas estaba escrita con mucha
anterioridad, en la temprana juventud de su Autor, no sería hasta 1616, un año después
de la Confessio que saldría a la luz.
Cualquier avispado lector podrá
pensar que habiendo salido con anterioridad, de forma consecutiva, los
opúsculos previos que podría tratarse de un novedoso método de marketing para
lanzar la novela mítica de la Bodas Químicas; pero lo cierto es que, cualquiera
que haya leído las tres obras podrá darse cuenta que el estilo literario de los
dos opúsculos previos es muy diferente del utilizado en la hechura de la Obra
de Ficción.
Los más escrupulosos historiadores de los manifiestos rosacruces dan por hecho que aunque sigan siendo anónimos, puede atribuirse con toda seguridad que salió del denominado Círculo de Tubingia y al que pertenecieron además de Valentín Andreae, Christopher Besold y Tobías Hess. Se denomina Círculo a lo que vendría con mucha posterioridad a denominarse como Generación Literaria y estaba formado por gentes de la misma generación y que estarían implicados en la edición de libros de algún modo, como editores, escritores, impresores, etc…
Los más escrupulosos historiadores de los manifiestos rosacruces dan por hecho que aunque sigan siendo anónimos, puede atribuirse con toda seguridad que salió del denominado Círculo de Tubingia y al que pertenecieron además de Valentín Andreae, Christopher Besold y Tobías Hess. Se denomina Círculo a lo que vendría con mucha posterioridad a denominarse como Generación Literaria y estaba formado por gentes de la misma generación y que estarían implicados en la edición de libros de algún modo, como editores, escritores, impresores, etc…
En realidad, el Movimiento Rosacruz,
El Círculo de Tubingia, nace en torno a
una familia real protestante Federico del Palatinado e Isabel Estuardo, la hija
del Rey Jacobo VI y que estaba enfrentada al Imperio Católico de los Habsburgo;
este último fiel brazo armado de la contra reforma de Roma. La Historiadora
Frances A. Yates (1899-1981), denomina a todo este periodo convulso; pero de
una inmensa creatividad como el Iluminismo Rosacruz y lo considera como una
especie nexo de unión entre un tardío Renacimiento de los siglos XV y XVI y un preámbulo
de la Ilustración del Siglo XVIII. Los Manifiestos ofrecían tributo al que
consideraban, si no su fundador, al menos su patrón: Paracelso (1493-1541)
Fue un Periodo, el Siglo XVII,
donde sin abandonar las artes herméticas y la magia de los siglos anteriores ya
se va vislumbrando la naciente ciencia y su consecuente tecnología que se podía
mostrar al mundo de la época en forma de los más sofisticados autómatas hidráulicos y sus maravillosas fuentes sonoras.
En realidad no existe constancia histórica
alguna de la existencia de alguna institución denominada como Rosacruz hasta
el Siglo XVIII, donde toma dicho nombre una "Obediencia" Masónica dedicada al
Hermetismo, la conocida como Rosacruz de Oro y en cuyo seno se editaría el
famoso libro de imágenes, "Los Símbolos Secretos de los Rosacruces de los siglos
XVI y XVII"; pero sí es cierto que durante todo el Siglo XVII, a partir de la
publicación de los manifiestos se produjo como un generalizado murmullo que
permeabilizó a todos los estamentos de la sociedad.
Más que miembros de una supuesta Fraternidad cuya existencia, hoy día, es imposible de demostrar, hubo grandes hombres interesados en esos invisibles y etéreos rosacruces. Uno de ellos fue el médico alemán Michael Maier (1568-1622). Por otro lado el también médico e Inglés Robert Fludd (1574-1637) quien tras su visita al Continente llevaría las ideas rosacruces hasta la islas británicas.
Más que miembros de una supuesta Fraternidad cuya existencia, hoy día, es imposible de demostrar, hubo grandes hombres interesados en esos invisibles y etéreos rosacruces. Uno de ellos fue el médico alemán Michael Maier (1568-1622). Por otro lado el también médico e Inglés Robert Fludd (1574-1637) quien tras su visita al Continente llevaría las ideas rosacruces hasta la islas británicas.
Sería en las propias islas, donde
Elías Ashmole (1617-1692) quien tenía en su poder, manuscrito de puño y letra,
la Fama Fraternitatis de los Rosa Cruces, uno de los primeros masones
especulativos y asimismo uno de los impulsores del Colegio Científico de la
Royal Society.
Podemos ver como, por un lado,
las ansias científicas de los manifiestos rosacruces tomarían cuerpo en las
islas británicas de la mano de la Royal Society a la que pertenecieran tanto
Francis Bacon (1561-1626) como Newton (1643-1727) y por el otro, influye en la formación
de una institución ecuménica de ayuda mutua, ya fuera de los ámbitos de la mera
construcción arquitectónica, como fuera la Franc-masonería especulativa de masones aceptados.
Los historiadores más serios
están de acuerdo que es solo entonces cuando las ideas de un movimiento que,
supuestamente, jamás tuvo un cuerpo físico identificable se materializó en
la formación de la Royal Society a remedo del famoso Colegio Invisible de los
rosacruces y en la Franc-masonería como Orden Secreta dedicada al progreso de la
humanidad y al entendimiento ecuménico entre las diferentes corrientes
religiosas.
Dado que en la época de la
Ilustración y con el nacimiento de la Ciencia, los orígenes mágicos, herméticos y astrológicos quedaron relegados al olvido, dado que la Royal
Society solo aceptaría el método científico; por otro lado, de la mano de algunos de los
nuevos masones especulativos, no operativos, surgirían los movimientos
rosacruces del Siglo XVIII y XIX y de los cuales ya hemos hablado aunque de
forma somera pero suficiente.
Para finalizar daremos nuestra
conclusión basada en el conocimiento histórico del Movimiento Rosacruz:
La Rosacruz no es otra cosa que
una manifestación espiritual, de carácter electromagnético, La Gnosis, que está
ahí con el fin de impulsar cambios drásticos y mutaciones tanto en la Sociedad
como en los individuos, tanto en los planos mental y espiritual como en el
físico. El nombre Rosacruz es tan goloso que tarde o temprano terminan
surgiendo instituciones inspiradas en el Movimiento Rosacruz y toman prestado
su nombre.
Como toda Institución material
sujeta al ritmo cíclico de nacimiento vida y muerte, las fraternidades
rosacruces son perecederas; pero así como unas desaparecen otras van tomando su
lugar ofreciendo, si no las mismas enseñanzas, al menos sí su contenido
simbólico y espiritual.
Cualquier Historia de los
rosacruces que no concuerde con el esbozo aquí mostrado, tenga en cuenta el
lector que es puro mito. Es cierto que se podrá hablar de antecedentes e
influencia de organizaciones gnósticas muy anteriores y que podríamos remontar
a las civilizaciones griega, egipcia e incluso sumeria; pero seríamos inexactos
si utilizamos el término Rosa-cruz para denominarlas.
La Rosacruz no fue otra cosa que
el Movimiento Iluminista que precedió a la Ilustración como heredero del
fructífero Renacimiento. Hija de su época, durante el nacimiento de la Imprenta
y de la Reforma Protestante y convulsionada por las terribles guerras de religión
que tanto odio y separación produjera entre los propios cristianos.
Un Movimiento que quizá quiso,
sin conseguirlo, hermanar en una federación a las disgregadas iglesias
protestantes con el fin de plantar cara ante la poderosa y omnímoda Iglesia
católica. Quizá no consiguiera formar esa Federación Cristiano-Protestante pero
consiguió que Iglesias heréticas muy antiguas, como la Valdense pudiera salir a
la luz y respirar el aire de una nueva época.
Se retomarían los idearios
templarios de los Fideli D´Amore y la Burguesía, cada vez más poderosa, iría
sustituyendo a la decadente nobleza de más rancio abolengo. Los descendientes
de los cruelmente asesinados albigenses saldrían a la luz y mostrarían
libremente su pretendida herejía, su verdadero cristianismo primitivo.
Una herejía que había sido
ocultada en la extraña simbología del hermetismo y la astrología, de la
alquimia y de la cábala judía, de los símbolos de los maestros canteros dejados
como mensajes eternos en las catedrales góticas y en los incomprensibles
dibujos de los naipes de los gitanos.
Hoy en día, en el seno de muchas
de las organizaciones mencionadas en la lección anterior, se siguen estudiando
dichos jeroglíficos que un día fueron ocultados en ellos enseñanzas arcanas y
prohibidas con el fin de preservar la vida de sus poseedores y herederos. Quizá
pudiera parecer que ya no son necesarios; pero la vida es cíclica y en
cualquier instante nos puede regresar otro periodo prolongado de oscuridad y sea
necesario preservar el conocimiento para las generaciones futuras.
La Gnosis, el Conocimiento es la
herejía, el producto del árbol de la ciencia del Bien y del Mal; el cual, tras
ingerirlo, nos hace conocer que somos como los dioses. No solo eso, que en
realidad somos dioses, el propio Creador de nuestro Mundo.
Grande Herejía se encuentra
inmersa en los estudios rosacruces. Herejía que es Luz creadora y que nos
muestra la verdad en su total desnudez; pero también destructora de la
Ignorancia y por lo tanto del fanatismo y de la superstición.
Si te cuentan otra historia de la
Rosacruz no la discutas, dala por buena porque si no aquí, en esta Dimensión,
seguro que será cierta en cualquiera de las infinitas dimensiones que conforman
el Multiverso.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.