Paz, Tolerancia y Verdad
20 (2+0=2) El Juicio Final
Siempre se ha entendido que un
juicio conlleva premio o castigo; pero eso solo sucedía en el Mundo extinguido
de los Efectos. En el Mundo de los Dioses Eternos solo se trata de un informe
de las vivencias experimentadas. Todo lo que pudiera ser considerado malvado,
grosero y que no podría traspasar el umbral ha quedado transmutado en la Luz
que siempre fue en esencia. No existen cielos, donde la contemplación eterna a
un dios absoluto es el único fin, ni infiernos, en cuyo seno, se castiga a los
ignorantes que han realizado el Mal.
Todo aquello que no tuvo vida
propia en aquel sombrío Mundo, ha pasado a formar parte de la corporeidad de
los Dioses, pues de ellos salieron y así también regresaron, con posterioridad,
a su seno. Las Criaturas, Espíritus, que sí tenían vida propia recobraron su
consciencia y al instante se pusieron a transmitir sus experiencias en el
inframundo de la Crisálida abandonada.
Los Hombres del Mundo Original,
conocidos antaño, como Dios, pertenecen al que se creyera, de forma incorrecta,
como el Mundo caótico del Loco. Los habitantes de ese Plano son los hermanos
naturales del Mago que provocara la creación del Teatro Cósmico y cuya historia
atemporal permanece inscrita en los anales de este sublime libro de arcanos,
Arquetipos de Luz Bel. Ellos dan la bienvenida al nuevo Ser, antiguo él; pero
remozado en sus experiencias. Las Trompetas son el instrumento que usan para
dar la Señal de que Shambala ya no es necesario y que Horus, con Isis y Osiris
en su seno, ya ha penetrado en su añorada Casa.
La Esencia limpia y majestuosa,
tanto del Emperador como de la Emperatriz y del Héroe Enamorado viene con él,
con el fin de enriquecer la rutinaria eternidad de los Hombres Verdaderos. Su
Genética más profunda está siendo enjuiciada, inspeccionada. Ya, los
indefinidos y múltiples informes han sido dados por buenos y con una
terrorífica explosión, el nuevo Eón regresa a su hogar. Esa explosión son las
trompetas de bienvenida del Juicio Final. Atrás nada queda, pues cuando todo
comenzó nada había y lo que hubo después ya regresó, como no podía ser de otro
modo.
Todo ha sido reducido a una
divina memoria. El Eón como si de un inmenso y cósmico vehículo interestelar se
tratara, se va disolviendo para dar paso a todos sus moradores. Aquellos Eones que
en un tiempo indefinido dieran luz y energía a las criaturas que formaron la
cósmica Obra de Teatro. Todos ellos salen jubilosos, en forma humana, etérea y
luminosa. Sus hermanos les reciben con los brazos abiertos con sus inmaculados
ojos cargados de lágrimas de alegría.
Como en un Nirvana, ahora todos
son uno. Siempre lo fueron hasta que al Supremo Ilusionista le diera por
sorprender a sus hermanos del alma. En el Mundo Original apenas han notado el
paso del tiempo; pero Adam Kadmón, tras su paso por el Infierno de la Materia,
ha regresado bien cambiado. Sus hermanos escuchan sus batallas. Batallas que
ellos observaron desde la Seguridad de su Hogar; pero solo ahora pueden
entender con meridiana claridad, cuales fueron los sentimientos de su Hermano plural.
Los Juicios del Hombre Original
no son como los de la extinta humanidad. Aquellos no eran justos ni conocían la
equidad. La Justicia jamás debería de haber sido ciega y pesar en una balanza.
Si se pesan las almas hay que estar bien despierto para no caer en la injusticia. Aquí no sucede
esto, ni podría suceder jamás ya que hasta los pensamientos más recónditos son
conocidos por todos los Humanos. Ellos saben, a ciencia cierta, que el Mal es
imposible que pudiera tener cabida en el corazón de Dios.
Ya todo ha terminado, comprendo;
pero no. Se me ha quitado la venda de los ojos y ahora entiendo que lo que
pretendía que fuera el final, solo se trata de un nuevo principio; pero un
Principio donde saldrán renacidos nuevos Cielos y nueva Tierras; porque tanto
gozo, los espectadores han sentido que ahora recrearán, en su Mundo, sin
cometer errores, el Gran Escenario que Adam Kadmón les ha mostrado; pero eso
Amigos, será la última Historia.
Concepto Rosacruz de los Arcontes devoradores de Luz
Cuando los Eones crearon, de su
propio cuerpo, el Multiverso, solo pudieron llevar consigo una memoria grabada
en forma génica y que sería utilizada, en primer lugar, para crear a los
Legisladores, Arcontes, en quienes recaería la responsabilidad de construir
mundos donde la Vida primero y la Consciencia después fuesen capaces de
prosperar.
De algún modo, se podría decir
que los Arcontes son la materialización de los designios originales de Adam
Kadmón. Pero los Arcontes no son otra cosa que androides artificiales que
manejan programas automáticos debidamente programados, con anterioridad, por
los Eones, sus diseñadores.
En el transcurso de los primeros
instantes de la formación del Multiverso, la materia que formaba la memoria
génica de los Eones, los Arcontes, fueron agrupándose en torno a pequeños
núcleos ígneos que habían surgido de las estrellas más grandes, como los grumos
periféricos del cacao sobre la leche cuando esta se mueve en su recipiente con
una cucharilla.
Los Arcontes, de este modo, se
alimentaban del calor y de la luz que les proporcionaban sus anfitriones, tanto
internos, el núcleo ígneo, como externos, los Eones sobre los que, los ahora
planetas orbitaban.
En el transcurso de millones de
años, según estaba programado, sobre la materia oscura y aparentemente sin vida
de los arcontes empezaron a surgir las formas vitales que terminarían
evolucionando hasta el Tipo humanoide, donde por fin los propios Eones
prisioneros de su Eterno sueño pudieran tomar consciencia y evaluar la anómala
situación en que se encontraba su diseño original.
Con el transcurso del Tiempo,
esos androides, llamémoslos así, por inducción de las criaturas que ellos
mismos estaban creando y alimentando, tomaron una especie de consciencia
artificial, no propia ni auténtica; pero que les hizo ver que desde su origen
estaban condenados a servir a la Vida e Inteligencia de otros Seres y que
fueran los que a ellos mismos les habían formado.
Entonces decidieron que la única
manera de sobrevivir era mantener dormidos a los grandes Titanes luminosos;
pero para ello y dado que la Vida y la Inteligencia, en el Multiverso, era
inevitable tenían que engañar a las Criaturas que ellos mismos alimentaban.
Mientras el Caos actual perviva,
lleno de matanzas, luchas intestinas, crueldad, hambre y demás cosas que
tomamos como naturales, más tiempo permaneceremos dormidas las criaturas que
portamos el espíritu de los Eones y por lo tanto también ellos permanecerán
autistas de lo que sucede en su entorno y propiciado por aquellas formas que
fueran creadas para materializar sus propios designios.
Mientras más vorágine, ruido,
producimos las Criaturas humanoides, más luz nos es arrebatada y más fuertes se
vuelven los legisladores; pero por el contrario más nos debilitamos nosotros
mismos, volviéndonos incapaces de recordar cual es nuestro primitivo origen.
Solo bajo estado de meditación y
silencio mental absoluto, las criaturas divinas podemos ser capaces de sentir
la voz interna de nuestro espíritu, herencia Génica de nuestro propio Eón, al
cual pertenecemos y del cual formamos una parte importante y sustancial.
Solo entonces los Arcontes podrán
ser desactivados, ya que al retomar nuestra propia Consciencia de la Verdad,
ellos terminarán disgregándose pues se habrá llegado al término de su ciclo
vital y se auto desconectaran como está programado desde el principio de los
tiempos.
Los Arcontes no son ni buenos ni
malos; pero su instinto de supervivencia está impidiendo que el Destino Final
se precipite sobre este Multiverso y se pueda retornar al Pleroma, pues sus
Dioses aún permanecen inmersos en un profundo sueño de eternidad insoslayable.
Solo pido una cosa, que seamos capaces de darnos cuenta y despertarlos y ello
solo se dará cuando nosotros mismos despertemos a la Verdad.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor;
que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo
material.
Aralba