Paz, Tolerancia y Verdad
Última Lección del Segundo Grado del Colegio Invisible de la Rosacruz
¿Eres Estudiante
Rosacruz?, ¿No eres Masón? ¡cero (0) complejos!
Esta Lección está redactada con
la mejor voluntad y con el único afán de que los sinceros buscadores, de la
verdadera espiritualidad, dejen de equivocar su camino cautivados, en la
mayoría de las ocasiones, por lo enigmático del secretismo, mejor discreción, de
las fraternidades masónicas.
No tenemos nada en contra de la
Masonería, todo lo contrario; pero durante nuestra experiencia hemos comprobado
como muchos profanos que en realidad buscaban otra cosa terminaban desembocando
en alguna Obediencia Masónica que no podría, en modo alguno, suplir sus
inquietudes místico espirituales y es importante decir que cada cosa en su
lugar y cada uno en su sitio porque de lo contrario se producen frustraciones que
no terminan ayudando ni a los individuos ni a las instituciones, además de
abocarles a los primeros a adquirir una mala experiencia que no les permitirá
en el futuro hablar bien de ella con la consiguiente e infundada mala fama.
La Orden masónica es una
Institución, dividida en diferentes obediencias, iniciático-fraternal y
filantrópica. También esotérica, en el sentido de que su Secreto se encuentra
encriptado en su simbología y rituales para que el Iniciado descubra su propio significado
con ayuda de su Ser Interno; pero no se trata de una Escuela Esotérica Rosacruz
en el sentido académico de impartir una serie de lecciones de mística u
ocultismo. Eso, cada uno, debe buscarlo en el exterior y reinterpretarlo
gracias a su progresivo conocimiento de la Luz. Mejor aún si se viene aprendido
de fuera porque, de ese modo, le será más asequible y fructífero su paso por la
Masonería.
No es nuestra intención, en
absoluto, desacreditar a ninguna institución iniciática, esotérica o fraternal;
pero sí es importante que coloquemos los puntos sobre las ies; es decir, decir
la verdad sin tapujos aunque sin desvelar algún secreto inconfesable adquirido
tras haber realizado los oportunos juramentos o promesas.
Se suele juzgar, por la
generalidad, como algo anómalo el haber pasado por distintas organizaciones
esotéricas sin haberse acomodado, de forma definitiva, en alguna de ellas. A
esto se lo ha venido denominando como ser un culillo de mal asiento; pero es
justo esta actitud del sincero buscador lo que le proporciona una visión más
panorámica de su búsqueda y por lo tanto le permite juzgar cada situación con
un mejor criterio.
Creemos que ese es nuestro caso y
pretendemos aportar nuestra humilde experiencia a continuación.
Respecto a la Masonería existe
una certeza y es ese carisma enigmático que produce el desconocimiento de lo
que esconde su discreción. Eso provoca en algunos buscadores una especie de
actitud reverencial, infundada, respecto a los hijos de la viuda o hermanos
masones.
Esto es un hecho, dado que yo
mismo así como otros muchos hermanos hemos constatado con miembros de ciertas
escuelas rosacruces que cuando se relacionan con los masones sienten hacia
estos una suerte de complejo de inferioridad como si dentro de nuestras
desconocidas y enigmáticas logias, para ellos, se encontrase el saber universal
y cada masón fuese algo así como un gran erudito del ocultismo en general. Y
esto, no está motivado, en modo alguno, dado que la masonería no es una universidad
teológica o de misticismo como sí lo es, por ejemplo, la Compañía de Jesús.
Bien, hemos dicho que esa actitud
reverencial es completamente injustificada, dado que nuestra experiencia
personal nos ha mostrado, durante años, que la masonería actual no deja de ser
otra cosa que una sociedad fraternal y filantrópica de carácter iniciático;
pero poco más. Como siempre existen excepciones, dado que existen algunas
obediencias minúsculas y muy atomizadas que aún conservan ese carácter místico
y esotéricamente espiritual.
En todo caso, podría ampliar esa
definición de la Masonería como que se trata de una especie de voluminosa
biblioteca esotérico-simbólica y que se encuentra custodiada por sus miembros,
los masones; pero esto quiere decir también, lamentablemente, que una mayoría
de los hijos de la viuda, una inmensa mayoría, no poseen la menor idea del
asunto ni de lo que realmente custodia su sagrada Institución, a pesar de estar
en posesión de los más altos grados iniciáticos.
En el Siglo XVIII, durante la
gran expansión de la masonería especulativa, existieron importantes obediencias
que trabajaron de forma práctica el hermetismo así como el esoterismo de sus
enigmáticos símbolos y rituales; pero, con el transcurrir del tiempo, ese Arte
Real, milenario, se fue deteriorando hasta convertirse en algo anecdótico en la
mayoría de las ocasiones. Habiendo desaparecido, en muchos casos, la
consciencia de su principal y verdadero cometido hasta transformarse, en la
actualidad, en una suerte de escuela fraternal con el fin de mejorar la
sociedad y cuyo funcionamiento interior no difiere en mucho de cualquier
actividad política.
Haciendo un poco de historia, en
el principio de todo, las instituciones masónicas vinieron a sustituir, dentro
del ámbito protestante, el movimiento monacal que siempre existió en el seno de
la Iglesia Católica y, por lo tanto, el sentimiento religioso y místico era
consustancial a la pertenencia a dichas organizaciones espirituales. Formaban,
de algún modo, una suerte de monacato seglar que prescindía de ciertas reglas
como el celibato o el enclaustramiento.
Desde el siglo XVIII hasta la
actualidad, la Sociedad ha evolucionado o transformado de una forma
espectacular; pero curiosamente hay dos instituciones que han cambiado muy poco,
en su apariencia que no en su esencia, la Masonería y la propia Iglesia Católica;
siendo curioso, además, como en ambas se ha perdido el contenido esotérico más
profundo habiéndose sustituido, en la actualidad, por lo meramente exotérico o
exterior de su significado meta-simbólico.
Dado el desconocimiento general
de lo que sucede tras las columnas de los talleres o logias masónicas; en
cierto modo, es lógico que los profanos, es decir aquellos que no pertenezcan a
la masonería, sientan una especie de reverencia mágica, casi religiosa, hacia
una institución desconocida y a sus enigmáticos miembros, cuya educación suele
ser bastante exquisita; pero no deja de ser otra cosa, repetimos, que la
impronta de lo desconocido en nuestra imaginación.
No vamos a desvelar nada, amados
estudiantes rosacruces; pero sí estoy autorizado a deciros que cuando os
dirijáis a algún reconocido masón hacedlo no como si se tratase de una persona
superior que poseyera una suerte de dignidades así como una erudición superior
a la media, sino como a un igual, dado que lo expuesto, salvo honrosas
excepciones, es completamente falso.
De hecho, vosotros que estudiáis
con profundidad mística el esoterismo de la religiosidad, conocéis más acerca
de los símbolos masónicos que los propios hermanos masones. Claro que, esto no
deja de ser una generalidad. Es como si dijésemos que nos dirigiésemos al
celador de una biblioteca pública cualquiera como si este señor fuese un gran
doctor en filología e historia. Podría darse el caso de que esto fuese así o al
menos estar licenciado en biblioteconomía; pero como podéis comprender eso
sería una excepcionalidad.
La Masonería tradicional, no
vamos a entrar en supuestas regularidades o irregularidades, hemos dicho que es
como un enorme arcón lleno de sabiduría simbólica y que los masones no serían
otra cosa que sus custodios vigilantes y esto, no quita para que algunos de ellos, unos pocos, más
bien poquísimos, sean unos verdaderos eruditos en alguna de las historias de la
masonería dado que cada Obediencia cuenta la suya propia. Sí, hemos encontrado
a algunos hermanos cuya erudición acerca del historicismo masónico es notable.
Esto, cualquiera lo puede comprobar si se dirige a cualquier biblioteca y busca
libros acerca de la masonería. La mayor parte de los ejemplares tratarán, desde
diferentes puntos de vista, acerca de asuntos históricos; pero cuando se trate
de profundizar en lo esotérico, místico y simbólico más profundo, descubrimos
que los libros que se han escrito, lo han sido por masones que además
pertenecieron a instituciones o escuelas rosacruces.
Sí, cualquier estudiante rosacruz,
cuando puede penetrar a través de los velos místicos e iniciáticos de la
Masonería, de ser iniciado, encuentra siempre el verdadero y más profundo significado
de sus enigmáticos símbolos. Un significado que los propios hijos de la viuda,
una inmensa mayoría, tan solo son capaces de intuir de forma superficial.
Por lo tanto, querido estudiante,
amado alumno de la Rosacruz, cuando trates con alguien que sabes que es masón
no lo mires de abajo hacia arriba como si él poseyera algún tipo de extraña
superioridad esotérica, dado que tú estás en posesión de una masonería interna que
ellos apenas atisban; pues por desconocer, desconocen que solo son porteros de
una Institución en cuyo interior se conserva una sabiduría ancestral. Además,
existe el agravante de que, en la mayoría de las ocasiones, cuando algún
Estudiante de la Rosacruz llama a las puertas de la Masonería se lo trata con
prevención no fuera a ser algún peligroso intruso que buscase váyase usted a
saber qué cosa.
Todo lo que os estoy contando, lo
hago para que se os quite cualquier tipo de complejo respecto a los hermanos
masones. Con mucha probabilidad, los fratres y sórores de la Rosacruz tengan
mucho más que enseñarles a ellos de lo
que a la inversa podría suceder.
En esta cuestión, en cierto modo
se funciona como indica el refranero castellano: Son como el perro del
hortelano que ni comen ni dejan comer; dicho de otro modo para que se entienda,
ellos, la mayoría no son capaces de interpretar el inmenso tesoro místico y
espiritual que, por herencia, custodian; pero, también, casi con total
seguridad no dejarán que alguien de fuera y que sabe, les venga a decir que no
ven más allá de sus narices y que son incapaces de observar en profundidad el
verdadero valor de sus ritos y símbolos. Esto es por pura ignorancia dado que
se escudan ante un enemigo inexistente.
De hecho, muchos de estos
celadores del Conocimiento simbólico, en algunas obediencias, ni siquiera
poseen el más mínimo sentimiento místico o religioso y se consideran a sí
mismos como agnósticos, escépticos e incluso ateos.
Hasta tal punto llega la
deformación de cierta masonería, que consideran a sus autores místicos como
algo meramente folclórico que solo sirviese para insinuar una leve sonrisa y
que no mereciera la más mínima atención de estudio por parte de ellos.
Cualquier Estudiante Rosacruz que
sea miembro de una Obediencia Masónica sabrá de lo que estamos hablando. Ellos
entienden los símbolos masónicos con meridiana claridad y, en la mayor parte de
las ocasiones, se tienen que autocensurar, de cara a sus hermanos, para no ser
señalados como bichos raros.
Otra de las cosas interesantes,
querido estudiante de las enseñanzas rosacruces, que hemos podido comprobar es
que los masones sinceros que buscan la Verdad de la Luz van superando grado
tras grado como quien subiese una especie de escalera y que, en cada peldaño
superior hubiese alguien intentando impedir su ascensión. Cuando llegan al
grado que tanto ansiaban descubren que deben de seguir buscando porque lo que
buscan allí no se encuentra. Una vez llegados al grado más alto de todos,
encuentran que está tan vacío, falsa apreciación, como los anteriores, cuando
comenzó su escalada.
¿Qué sucede entonces?
Algunos, por simple inercia, se mantienen
en la Orden de una forma resignada.
Unos pocos abandonan la
Institución y buscan en otros lugares.
Tan solo unos poquitos, sin
abandonar la Masonería, dan el salto a otras escuelas de misterios y allí
empiezan a aprender a leer los símbolos que tantos años les ha llevado obtener.
Estos últimos permanecen, con sus
altos grados, dentro de la Masonería y se convierten en verdaderos faros de luz
y sabiduría para el resto de sus hermanos y hermanas, de haberlas; pero también
sucede, es lo más común, que estos altos grados terminen derivando no en
verdaderas y místicas escuelas rosicrucianas del camino luminoso central sino
en vías oscuras de la mano izquierda un tanto paganas o de iniciación sexual y,
por lo tanto, convirtiéndose en verdaderos señores obscuros.
Para terminar, querido Alumno, te
voy a repetir el título de esta lección “¿Eres
Estudiante Rosacruz?, ¿No eres Masón? ¡0 complejos!” Sin complejos, frente a
quienes mantienen el misterio de lo que ocultan, porque ni ellos mismos son
capaces de vislumbrar el verdadero valor del tesoro que custodian.
En el Siglo XVII, el Movimiento
Rosacruz influyó en la creación de muchas sociedades cristianas protestantes,
que tal y como ya hemos mencionado, funcionaban a modo de sucedáneo de los
monasterios que ya no poseían, dado que eso era algo del tronco madre de la
Iglesia Católica. Templos ahora, en donde no era necesario el claustro ni el
celibato. Estas instituciones fraternas y místicas habían recogido, durante su
existencia, mucho del conocimiento heredado de la época renacentista. De estas
organizaciones surgió la actual masonería especulativa y que tanto influiría en
el Siglo XVIII; llegando hasta nuestros días, atomizada en múltiples
obediencias, que es como la conocemos.
Con esto, querido Frater y
querida Soror, alumnos de las enseñanzas rosacruces, os quiero decir que, en
modo alguno, la Masonería es la madre de la Rosacruz, sino justo todo lo contrario.
Fue el Movimiento Rosacruz el que terminaría originando la formación de
diversas instituciones de índole científica, mística y fraternal; entre ellas
podemos encontrar la Royal Society como institución científica, la Masonería
como Institución fraternal y las actuales escuelas rosicrucianas como instituciones
místicas.
Es por dicha causa y no por
alguna otra que, cualquier avanzado estudiante Rosacruz que haya pasado por el
estadio de Filósofo y alcanzado el de Adepto, que echando un breve vistazo a
los símbolos y rituales masónicos, comprueba por sí mismo que se encuentra ante
la evidencia de la herencia de un padre hacia su hijo.
La Rosacruz es la digna heredera
del primitivo gnosticismo cristiano, manteniendo la Masonería ese conocimiento
a buen recaudo en el interior del
simbolismo de sus rituales y templos.
Un verdadero Adepto Rosacruz
vendría a ser como un sacerdote de la Gnosis y tan solo él es capaz de
reconocer el conocimiento que los primeros masones imprimieron en sus
misteriosos rituales. Solo él puede traducir, de forma límpida y transparente,
su oculto significado.
Un Masón que posea el grado
Rosacruz, salvo las notables excepciones señaladas, no deja de ser más que un
custodio, un celador del Grado; es decir, el poseer ese Grado, en modo alguno lo
convierte en un verdadero Rosacruz, sino en un poseedor inconsciente de unos
secretos gnósticos que él mismo, por mucho que se esfuerce por sí solo, es
incapaz de interpretar; pero pueden serte útiles a ti como Estudiante del
misticismo Rosacruz.
Por lo tanto, querido Frater y
querida Soror, de complejos nada de nada. La Escuela Rosacruz Moderna no es, en
modo alguno, un sucedáneo descafeinado de la Masonería sino su verdadera y
única esencia.
Una esencia mística que ha
evolucionado fuera de ese arcón cerrado del que hemos venido hablando y que nos
permite tanto a hombres como a mujeres el acceso al conocimiento de la
verdadera Luz; pero además libre de imposición alguna. Dado que es, cada alumno
al llegar a su Grado, quien determina si está capacitado o no para ser iniciado.
Donde nadie del escalón de arriba decide, de forma subjetiva, si estás
capacitado para subir un peldaño más.
Solo uno mismo puede decidir por sí
mismo, porque nadie, repito, nadie es quien para juzgar el estado moral o
espiritual de nadie. Solo uno mismo es capaz de juzgarse interiormente y
conocer si se encuentra o no preparado para dar el siguiente salto.
Fíjate querido alumno, Frater o Soror,
de las enseñanzas rosacruces si te encuentras por encima de aquellos que
envidiabas o ante los que te acomplejabas y que no son otros que unos meros
vigilantes, que ya es bastante, del Templo del que tú llegarás a ser Sumo
Sacerdote, porque tú eres un verdadero masón aunque no haya un papel impreso que lo ratifique.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
ARALBA RC