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sábado, 14 de octubre de 2023

La Iglesia Gnóstica 4

 "La Iglesia Gnóstica 4"


-Páginas 22 a 31-





…Saturnino de Antioquía.


Fue el Gnóstico que mejor llegó a conocer el Zend Avesta, constituyéndose en un Cabalista profundo. 


Ya el Maestro Encausse (Papus), cuando estudiábamos con él nos confesó que la mayor parte de sus fórmulas las había tomado de Saturnino. 


Aseguraba, dentro de sus enseñanzas, que el Jahve, Dios de los Judíos, era uno de los Ángeles caídos, quien pudo llamar a su pueblo, por sus conocimientos, el pueblo predilecto... 


Pero la Suprema Causa, el Principio Desconocido, el Gran Dios, no pudo reconocer esa diferencia que se apartaba de la verdadera Justicia y verdadera Equidad con que ÉL abraza a todos los pueblos de la tierra. 


Los Saturninos eran sobrios, muy castos y estrictamente vegetarianos, llevando sus normas de moral a extremos inconcebibles. 


Para comprender a Saturnino, en toda la extensión de sus enseñanzas, es preciso haber estudiado previamente a sus antecesores. 


Marción de Ponto. 


Era hijo de uno de los primeros Obispos de la Iglesia Católica. Siendo amigo muy intimo de Cerdón, tuvo que luchar con él denodadamente en Roma, a fin de que los Sectarios Cristianos regresaran a la verdadera Iglesia Cristiana para mantener siempre incólumes los principios inmortales del Gnosticismo, pero el egoísmo e intereses de la Secta Romana no le dio oídos y le excomulgó. Defendía el Dualismo o principio Dual  de todas las cosas y admitía un Dios innominado y otro manifestado en la esencia original de todo lo existente. 


Carpócrates. 


Era Griego y por el fueron fundadas las primeras Escuelas Místicas del Gnosticismo. En los primeros siglos tuvieron residencia en España muchos conventos Carpocratianos, donde generalmente se recluían los "antesesores de la" Rosa Cruz para aprender y escuchar  las enseñanzas del Sabio Maestro. Carpócrates habla de la mónada aun más profundamente que los Teósofos, y en sus predicaciones aseguraba que Jesús había desarrollado la Clarividencia de tal manera que podía recordar todo lo visto y vivido por él en otros mundos y otros cielos... 


Fue un verdadero Mago, y en sus conventos se enseñaba la Magia Ceremonial... 


Los Gnósticos conservamos conocimientos muy trascendentes del Mencionado Maestro, y todas nuestras fórmulas sobre medicamentos y preparación en nuestra Botánica Rosa Cruz, se deben a cuanto no legó sobre cuestión tan importante. 


El maniqueísmo,  aquellos gnósticos del segundo siglo, al cual perteneció como sacerdote San Agustín, aunque la Iglesia dice que sólo aparentemente, aceptaba una emanación del cielo o del sol que, realizada en la tierra, llamaban tierra lúcida,  hecha por los eones del Dios. Luz es, pues, lo mismo y a la que damos hoy el nombre de Substancia de Cristo, Esperma o Esencia del Logos Solar, el Éter. 


Uno de los continuadores de los gnósticos primitivos fueron los Albigenses. Ellos, por el siglo II también reconocían una substancia divina, de la cual todas las cosas fueron hechas. Ya sabemos la guerra tan espantosa que se inició contra esta secta, en que el beato abad Arnoldo decía “Matad, matad a todos, que luego Dios distinguirá a los suyos”. 


Como el teatro de acción de los Albigenses fuera Cataluña, allá en los dos conventos hay mucho material que prueba la pureza de las doctrinas teosóficas de aquellos gnósticos.


Con todo lo expuesto, creemos haber hablado de los más preeminentes y significados Gnósticos del primer siglo. 


Entre todas las Obras que pueden ser consultadas para mejor confirmación de la importancia de nuestra Escuela, están algunas de Irineo, Hipólito, Epifanio, Tertuliano, Clemente de Alejandría, Orígenes, Odea Gnóstica, Bardesanes, Marco y Cerdón, que son los Historiadores más sobresalientes desde Herodoto. 


Aparte de éstos, figuran los Escritos de los Filósofos como Heráclito, Parmenides y Empédocles, los de los Astrólogos y Alquimistas y algunos Poetas como Homero en su Odisea e Ilíada, Musaeus, Lino y Orfeo y, sobre todo, los Libros Apócrifos del Evangelio de Santo Tomás, Evangelio de los Egipcios y las Predicas del Baruc, etc., etc. 


Es curioso que en todos los Libros correspondientes al Gnosticismo, se advierta la lucha sostenida para lograr que se conservara la Antigua Religión con todos sus Misterios, que los  nuevos cristianos no quisieron aceptar por haber caído en el materialismo que los envolvía... 


Por otra parte, se observa la tenacidad con que los Sectarios Cristianos trataban de borrar y de extirpar las enseñanzas de los que ellos llamaban Herejes; pero esto no ha sido posible, a través de tantos siglos, porque las cosas santas no mueren aunque puedan quedar dormidas durante una época determinada. 


Hoy vuelven con nosotros estos estudios, y es el momento de aprender cuanto hubo de falso y de real dentro del Gnosticismo. Para ellos es preciso que nuestros lectores apliquen su atención, libres de anteriores prejuicios, para darse cuenta exacta de lo que es el verdadero ESOTERISMO DE LA DOCTRINA CRISTIANA. 


En todas estas enseñanzas vemos que la parte sexual ocupa un lugar preponderante, y es fácil comprender que encierra un gran misterio, misterio que hay que conocer, y sobre todo, acudiendo a nuestras ceremonias culto-sacramentales, recibirán todos los efluvios de nuestros poderes para beneficio de su cuerpo y de su alma. 


Ya, con esto podemos entrar en materia, la de nuestra Iglesia Gnóstica. 


La Iglesia Gnóstica es la Iglesia del Conocimiento... 


Hemos sentado esta premisa y quisiéramos adivinarlo como una tácita interrogación en cada uno de nuestros Lectores. 


¿Conocimiento? Pero, ¿Conocimiento no es Sabiduría? Y si es Sabiduría, ¿no disponemos ya de una Ciencia amplia en todas las ramas del Saber con un ancho campo de investigación y dotada de un tecnicismo moderno sorprendente? 


Responderíamos que nuestros Lectores llevan razón; pero es que la Sabiduría-Conocimiento a la que nos referimos, no es la amasada en los Libros, la estudiada página a página en los Obra de texto. Esto está bien para las Aulas y Centros Oficiales de enseñanza. 


La Iglesia es algo muy distinto:  tiene otro objeto. Es el lugar de la Oración, del rezo íntimo, de la plegaria elevada hacia la Divinidad, del recogimiento, de la meditación, y es allí donde tenemos lugar preferente para despertar, ensanchar y aún exaltar nuestra propia Sabiduría interna. Aquella que va unida a nuestro Ego interior, que es el que verdaderamente conoce... 


Gnosis, en consecuencia, viene a ser como un conocimiento más hondo y más profundo de todas las Verdades reveladas, dentro del campo religioso, vistas a la luz de esas dos fuente que se llaman Escritura y Tradición. 


Según un Iniciado de la Edad Media, es la gnosis una especie de visión inmediata de la Verdad, en oposición de la Sabiduría adquirida por el estudio convencional.  


De aquí que el Gnóstico sea el poseedor de una revelación clara, precisa y especial de las cosas divinas, si ha ascendido en alas del Pleroma o plenitud de la inteligencia. 


Las Iglesias vulgares del positivismo religioso, nada útil ni práctico nos han enseñado a este respecto, pues tanto su fondo como sus enseñanzas fueron degenerando en unos dogmas indiscutibles, que es lo que hoy forma la dura concha del pesado materialismo que padecen... 


Sin embargo, pudiéramos acercarnos a las distintas fuentes de Filosofía, ya que tenemos tantos y tan sabios Filósofos. Pero, he aquí que los mismos textos se contradicen y la Verdad se nos escapa por una pendiente resbaladiza. Más aún: Si tenemos todavía el mal recuerdo de leer a Balmes, que tanto ha nutrido a la Juventud de España y de América, caeríamos envueltos en una red de crasas estulticias y de sofismas espantosos...  


No hablemos, pues, de las Universidades.  La enseñanza escolástica, en sentido religioso, es la que más daño nos ha hecho oscureciendo y nublando nuestra propia razón para ver a plena luz. 


El día que nos disponemos a ser libres y a emanciparnos de tanto prejuicio inútil, ya sabemos lo que nos cuesta.  Por esta razón, si queremos descorrer el velo y ver el horizonte ilimitado de las cosas. Si queremos prescindir de tanta envoltura falsa como encubre a la Verdad, y deseamos hallarla tal como es y no como la presenta la mediocridad general, hemos de retrotraernos hacia el pasado . Tomar nuestra hebra o nuestro hilo de Ariadna y volver a comenzar partiendo de la primera fuente de donde brotaron y tuvieron su raíz todos los conocimientos Humanos. 


Ya en nuestra Obra LOGOS, MANTRAM, MAGIA, hacíamos mención de los Elohim. Esa especie de Angeles o Mandatarios de Dios que, separándose de su núcleo, descendieron en divinas esferas sobre el Caos insondable y fueron los poseedores de toda la Gnosis y de toda las leyes que regulan toda la inmensa infinitud de la Naturaleza. Y decimos de todas la Leyes y de toda la Gnosis, porque ellos no solo poseyeron  la Ciencia en sus diferente aspectos, sino que tuvieron también Sabiduría... 


Estos Elohim o Divinidades secundarias, fueron los creadores del mundo, los primeros Arquitectos, son los Prajapatis del Veda Ring, que los llama los constructores de la Obra Universal y dejaron al Hombre, en patrimonio, absolutamente cuantos conocimientos tenían... 


Por eso a los primeros Humanos que ejercitaron este divino Saber, como una Santa Revelación Mística, se les denominó como Gnósticos.   


Es cierto que la Ciencia actual ha adelantado en gran manera y son muchos los conocimientos que proporciona. Pero pensemos también en que es mucho lo que todavía ignoramos... 


Hay que buscar un medio, una vereda mágica, un camino escueto y seguro, para dirigirnos hacia aquellos conocimientos que como herencia nos legaron, si queremos aprender ese más allá oculto que radica en todas las cosas y que aún la Ciencia tiene que descubrir con esa lentitud con que lleva su propia miopía... 


Hay, sin embargo, que advertir que aquellas Divinidades no dejaron sus conocimientos en Libros impresos. Para ofrecer sus místicas revelaciones y todas sus enseñanzas, construyeron una especie de Representaciones Teatrales en cuya urdimbre alentaba vivamente toda la Santa Gnosis revelada. 


A estas Representaciones se les dio el nombre de MISTERIOS. Célebres han sido en la Historia, los de Efeso, los Orficos, los Samotraticos y, sobre todo, los Eleusinos.  


Estos Dramas religiosos no eran otra cosa que representaciones Simbólicas de Leyendas Divinas, con la exhibición pública de objetos sagrados, en las que sólo imperaba la mímica. 


El lugar destinado para los Actores era ocupado por los Sacerdotes y Sacerdotisas del Templo…


Pero el verdadero Mysterium, la Gnosis esotérica, el Arcano íntimo, sólo se le daba a conocer a los Mystos o candidatos a la Iniciación por el GranHierofante, colocándolos en particular y privilegiado contacto con el mundo invisible y la Divinidad. 


Hay que estudiar, en consecuencia, los Misterios, si queremos acercarnos a la Fuente misma de donde partieron todos los onocimientos que hicieron sabios a los Hombres primitivos. Para este fin, es preciso llegar a nosotros. 


Los Gnósticos somos, por excepción, los que con más propiedad podemos decir que guardamos la conexión o contacto con esas primeras Jerarquías Elohinas, teniendo en nuestras manos todos los hilillos de esa hebra misteriosa que ellas dejaron esparcir entre los Humanos y que se viene deslizando hasta nuestros días desde antes de la Creación. 


Por eso nos limitamos a estudiar la parte esencial, purificada y santa de todas las cosas, dejando a un lado todo lo inútil, lo no necesario, la hojarasca, que no es más que el vehículo que utiliza la forma para herir nuestra depauperada retina. Observamos la Naturaleza, dentro de sus múltiples cambiantes, para ver la mano de Dios manifestada en todo. Y, como buscamos la quintaesencia escondida en cuanto existe, admiramos la piedra, el árbol, el bruto y el Hombre. Todo aquello que en sí tiene una indudable huella de la Divinidad. 


Somos Pitagóricos. Analizamos el Número y seguimos la frase lapidaria del Maestro, que dice: Dios lo geometríza todo. Por eso en todas partes reina el Santo Número... 


Y así es, en efecto. Por dondequiera que nuestra vista va, halla Número y la mano geometrizante cristalizados en la forma. Si son las flores las que nos recrean con su presencia, prescindamos de su belleza y perfume. Observémoslas con ojos Ocultistas y veamos que nos ofrecen un determinado número de hojas y de pétalos formando Cruces y Pentagramas armoniosos. Si estos faltan, es indudable que una causa desarmónica ha entrado allí sembrando la imperfección. 


Más tarde vamos a cortar una de estas flores y utilizamos nuestra propia mano. Pero al extenderla nos impresiona la presencia de sus cinco dedos... 


Precisamente el número 5 había de estar en la mano del Hombre! Los Antiguos representaban el Mundo por medio de esta cifra y se basaban en que ella, a su vez, simbolizaba la Tierra, el Agua, el Aire, el Fuego y el Eter o Espíritu. De ahí, el nombre de Pentagrama, cuyo vocablo es derivado del Griego Penté (que significa cinco) y de Pan (que es todo). 


Por eso, si el Hombre lo es todo, dentro del orden de la Naturaleza, su número representativo deberá de ser el 5 y la figura geométrica que le caracterice, la Estrella Pentagonal cuya comprensión simbólico-ocultista es de tanta importancia para los Gnósticos.  


De este modo, si vemos la mano de un Hombre con seis dedos, recibimos instantáneamente un choque imposible de contener y comprendemos que un fenómeno anormal –Extra-Natura- ha roto la única y verdadera armonía que le es peculiar.  


En las Plantas vemos manifestada la Trinidad, como raíz, hojas y flor. La Flor tiende hacia el aire, se columpia en el viento, quiere ascender al Sol, ir hasta el Cielo... 


Es la Ascensión de Nuestro Señor. La raíz, por el contrario, bucea, quiere hundirse, socava la tierra, busca lo oculto... 


Como las fuerzas del Logos en su misteriosa actuación, impulsan hacia abajo, pero al mismo tiempo lo hacen hacia arriba, así la Flor es como una fuerza imantada que atrae sustancias de las más bajas raíces para llevarlas a lo más alto y redimirlas purificándolas. ¿Dónde hallamos, pues, la intercesión de la Cruz en que esas dos fuerzas actuantes se dividan? 


Llevemos este símbolo hasta el Hombre y recordemos cuanto ya hemos tratado en otras ocasiones sobre el plexus solar. 


Tengamos en cuenta que los mencionados cuatro elementos de Tierra, Agua, Aire y Fuego, que forman la base de toda Ciencia Rosa Cruz Alquimista, son los que dan impulso y vigor a todo cuanto existe. Pero serían fuerzas de inacción, fuerzas perdidas, si dentro de ellas no alentara, como un hálito invisible, el Logos Supremo. 


Dicen los libros sagrados de los Mayas, que cuatro fueron los primeros hombres: Balam Quitze, Balam A’kab, Mahucutah, é I’qui Balam. Ellos nacieron sin madre, pues su origen es del otro mundo, que antecede al nuestro. Eran la imagen del innominado y como una fuerza creadora, pues de ellos luego salieron los demás seres y las demás cosas. 


Es de capital importancia para el Gnóstico este Cuaternario Sagrado. Con esta frase simbolizaba Pitágoras el nombre inefable de Dios, el principio eterno, que en Hebreo se compone de cuatro letras, y los Antiguos lo daban a conocer como símbolo del ser vivo que lleva en sí el Delta o Triángulo divino, como portador de Dios... 


En él está comprendido, además, el Septenario, pues los tres principios inferiores pueden reducirse a cuatro y el Fuego, por si mismo, representar una Tríade. La resolución de este problema es oculto en extremo y no nos es permitido darlo a conocer. Tan sólo podemos indicarlo para que cada uno, según su propia intuición, extraiga el jugo máximo que le sea posible. 


Ya en nuestras Obras anteriores, Quirología médica, hemos hablado de la importancia del Hierro. Sin embargo, recordemos aquí que sin su descubrimiento no existirían máquinas ni Industrias y aun los problemas todos  que hoy conmueven al cuerpo social, no tendrían razón de ser. Si no hubiésemos tenido metales, todavía serían utilizadas las hachas de piedra. No habría ferrocarriles, ni vías de comunicación, ni telégrafos, ni aeroplanos, ni nada de cuanto disponemos actualmente de nuestro modernismo. 


Hasta la Imprenta sería desconocida. La Ciencia no habría surgido y los conocimientos humanos se conservarían en símbolos o grabados en piedras. 


Los Rosa Cruz Antiguos y los Misterios primitivos, vieron todas estas posibilidades, y por eso fueron tan grandes sus revelaciones. Hoy no representa esto ya para nosotros tan constante preocupación.  Pero, tengamos en cuenta  que jamás conoceríamos el hierro sin el fuego... 


Éste elemento fue el que arrancó todos los metales de la tierra y sólo con él es bastante para que todo sea transformado. Por eso los Rosa Cruz sostienen  su principio de Igne Natura Renovatur Integra. 


No olvidemos que sin el hierro y fuego nada puede existir y que su uso y manejo pertenece exclusivamente al Hombre, para quién el fuego se lo arranco al Cielo mismo Prometeo. 


Los animales podrán desenvolverse dentro de los demás elementos, pero se horrorizan ante el fuego... 


Fuego es, asimismo, una parte del Sol, como una energía dinámica que impulsa y da vitalidad a la planta. Por eso vemos sobre la piedra cuadrada del Altar, velas de fuego formando un triángulo al que asciende, desde la parte inferior, una ancha flama. 


El Mandil Masónico representa por sí mismo ese altar con la flama de fuego en el que esta contenido el Septenario Rosa Cruz. Pero tenemos la seguridad de que los mismos Masones lo ignoran... 


Somos, por lo mismo, enemigos de la Masonería que se ha desviado de su sendero espiritual y se ha metido en política, haciendo generalmente un daño inmenso a la sociedad. La masonería no sirve como religión, ni como política; su papel está en conservar, aplicar y estudiar el sentido oculto de sus rituales, pues sucede generalmente que los afiliados a esa orden son, en general, ignorantes en absoluto del significado de sus prácticas ocultas. 


La Planta, la Rosa, requiere la tierra. Pero si le ponemos tierra fría, simple, no florece la vida. Necesita agua, humedad para germinar y entonces se desenvuelve de la semilla de donde misteriosamente está contenida toda la planta. Requiere, más tarde, aire para su transpiración  sin cuyo elemento no puede ascender y aunque tuviera tierra, agua y aire, tampoco la vida sería factible en toda su plenitud. Le sería preciso el fuego del Alquimista, que es el que opera el milagro de su transformación... Tomemos esto en sentido figurado y observemos al Hombre. El Ser Humano, necesita un cuerpo, una envoltura, sin la cual no tendría personalidad. Precisa el elemento agua que representa la vida. Pero con cuerpo y vida, sería igual que una piedra mísera y no llegaría a planta siquiera. Precisa además conciencia que es el aire y la conciencia sin el impulso divino que es el Fuego del Espíritu no puede concebirse. 


Tenemos, pues, así los cuatro elementos. El INRI sobre la Cruz del Hombre. Y ya que hemos mencionado al Hombre, debiéramos preguntarnos: ¿Qué es un Hombre? Conocemos varones. Conocemos hembras. Pero al Hombre, como Ser Substantivo, como Unidad, es casi imposible imaginarlo. 


Sólo la dualidad en que está envuelto nos hace tener una ligera sospecha. Porque el Hombre no es la concha, no es la cáscara, no es la envoltura cuerpo, no es su figura más o menos bella. No. El Hombre está más adentro más internamente sumido, más recóndito, está aun más allá del sexo... 


Sólo por esta vía se le puede buscar, y ella es la única Clave para encontrarlo. Contened el sexo, y habréis robustecido a vuestro Mediador... 


Sin embargo, es bien difícil conocer al Hombre, saber lo que es el YO, el UNO. Por eso es tan ridícula la pretensión de la nueva Secta LA VIDA IMPERSONAL, recientemente establecida en Buenos Aires, cuando quieren dar realización a lo que ellos mismo no han experimentado.  


Yo y el Padre, somos Uno, dijo Jesús. De este modo, sacamos en consecuencia que el Yo es el Padre, es decir, DIOS MISMO, y que NADIE LLEGA AL PADRE SINO POR MI... 


Tenemos tres figuras que juegan un papel importante dentro de la Religión. Dios-Padre (el Jehová de la creación). Y el Diablo que, así  como el hijo al manifestarse tomó cuerpo humano, él lo hace, según la Leyenda Bíblica, como figura de Serpiente. 


El Cuerpo, la parte material, es el Diablo, el Demiurgo, que es, a su vez, el Genio de la Tierra. El Hijo es la Vida en acción, la parte astral, y sólo por él, mediante ese vehículo de vida manifestada, llegamos al Padre, llegamos a Dios, que reside dentro de nosotros y que mientras no logremos allí comunicarnos con él, nos salen sobrando iglesias, biblias, sacerdotes e imágenes. 


Es el único camino para llegar a Dios. De nada nos sirve que Jesús haya nacido en Belén, mientras no nazca dentro de nuestro corazón e inútilmente ha muerto en la cruz del Gólgota, sino muere en nosotros y nos redime así. 


Dentro de nosotros esta Dios todo poderoso, y su omnímodo poder se puede manifestar por nosotros, cuando nos hayamos identificado con él, y entonces lo volveremos a encontrar en las iglesias, en las escrituras, en los sacerdotes; pero antes no, sin esa condición básica no hay nada... nada. 


He aquí, pues, la Trinidad Gnóstica. Los Gnósticos decimos: Dios es la única realidad, lo único positivo. Todo lo que no sea Dios no puede ser real, no puede ser de Dios, y como las enfermedades, los dolores, la pobreza, el diablo son cosas negativas, no son, más que el producto de los humanos. No pueden existir si no lo produjéramos nosotros. La enfermedad, el mal existe , porque constantemente lo sostenemos con nuestra mente.  Por eso la religión Católica Romana es la peor forma religiosa, porque siempre vuelve sobre los dolores y siembra, penas y crucifixiones. 


Igual la Teosofía con sus negaciones. No, el Karma se acaba cuando el Hombre se siente redimido por el Logos Solar. Para el que viva esa fuerza de Cristo dentro de sí, no hay Karma por pagar. Existe en Asia una secta denominada los Satanistas. Ellos adoran y elevan sus oraciones al Diablo, y muy lógicamente manifiestan que si Dios está en el Cielo y él es todo bondad y misericordia, no puede hacer a las criaturas ningún daño, formadas, como lo han sido, a su imagen y semejanza. Esto sería ir en contra de sus personales atributos y lo consideran como una patraña de los Cristianos. Por el contrario, el Diablo, es el Principio del Mal y como tiene poder bastante para hacerlo y para maltratar a los Hombres, es a él a quien hay que elevar la Oración pidiéndole benevolencia. 


La Lógica Indudablemente, está de su parte. Ellos suponen, también, que la Tierra, éste escabroso valle de lágrimas, este conjunto de penas, de males y de imperfecciones, no pudo ser obra de Dios. Tuvo que serlo del Diablo, del Principio del Mal y en esto mantienen un estrecho contacto con nosotros los Gnósticos, porque así hasta cierto punto lo suponemos también aunque simbólicamente. 


La forma cristaliza, mediante la Tierra, el Agua y el Aire. Pero la VIDA, la ofrece el Fuego. Por eso el diablo sin Dios es absolutamente impotente y nada puede hacer...  


Si consideramos que él mismo es obra también de la Divinidad, como ángel y como producto humano luego. Debemos combatirlo dentro de nosotros, rechazando todo pensamiento perverso, atraernos solamente ideas santas y llevarlas a la práctica. Es forzoso, para el Gnóstico, ser bueno y purificado dentro de sí y fuera de sí en todas sus acciones. 


Debemos llevar dentro de nosotros la labor de una eterna creación. Así, pues, los Gnósticos sostienen que el Universo fue indirectamente creado por Dios y directamente por esas legiones Mandatarias de Angeles, llamados Elohim, que hasta hoy mismo lo tienen custodiado en guarda perpetua ( Vea Logos – Mantram y Magia). 


La UNIDAD no se comprende. Sería inútil hacer una reflexión  sobre ella y formar su definición. Sólo se percibe, se siente y se vive... 


La Dualidad, en cambio, por su polaridad dual, es perfectamente concretable. Por eso a Dios lo comprendemos con sus divinos atributos, mediante la existencia del Diablo, por tratarse de los dos polos contrarios, del par de opuestos de todas las Religiones. El uno, es el Principio del Bien; el otro, lo es del Mal. Pero la realidad de todas las cosas, su esencialidad, la verdad cardinal de todo cuanto existe, radica más allá del Bien y del Mal. 


La Unidad en la planta misma, estriba en querer ser el Sol y Tierra  a la vez. Ese es su instinto, su esfuerzo, su impulso evolutivo... 


El Cáliz sobre el Altar, simboliza todos los Reinos. El mismo Altar representa el reino mineral. El Vaso unido al pie, la planta con el tallo y la raíz. La Cavidad, la flor, que es también la llama de fuego sobre la tierra. Es preciso, por esto, que el Cáliz se encuentre siempre sobre el Altar, pues el fuego sólo tiene acción sobre la tierra. En los Elementos, caben asimismo cuantas pasiones asolan al hombre. Los vicios, los placeres la corrupción... 


En el aire se encuentra también la Ciencia, mientras que en el Fuego radica la Sabiduría. Si la Ciencia y la Religión habitual nos enseñan las cosas rozando su superficie, buscando su aspecto exterior, es forzoso que el Gnóstico aprenda a mirar a través del velo y clave su mirada en lo más hondo, para encontrar así su más pura realidad…


Este sentimiento bien marcado en nosotros, es el que nos ha impulsado en estos últimos años a dar a luz diferentes Libros que dan la sensación de ser de índole distinta. Sin embargo,  todos forman un conjunto y un solo Edificio Filosófico. 


Decíamos en nuestro Rosa Cruz (Novela autobiográfica), con respecto al trío de Materia, Energía y Conciencia, que aún estaba todo por resolver, pues si concebíamos la Materia, ésta no podía ser explicada sin considerarle inherente una Energía, y ésta, a su vez, sin una Conciencia o Inteligencia. O lo que es igual, la Trinidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo, como encarnación ineludible, que reside en todo lo existente.  


En nuestro BIORRITMO, habíamos hablado de los tres Ritmos: masculino, femenino e intelectual y de sus distintas fases. Pero si observamos detenidamente a este último, veremos que es algo así como un Mediador. Un Principio que ni tiene nada de masculino ni de femenino y, sin embargo, pertenece a ambos como Hermafrodita, Así es el Cristo. Tiene de Hombre  y tiene de Dios y, por consecuencia, es un verdadero Mediador entre los dos principios para quienes sirve de nexo constante. 


Los grandes Pintores han tratado de dar a Cristo ese mismo carácter en todos sus lienzos, delineándolo con el cuerpo de Hombre, mientras que la faz, limpia y suave, aun siendo barbuda, lleva el tono inequívoco de la feminidad. 


En nuestro cuerpo mismo, dentro de nuestra Fisiología, podemos encontrar el armazón de huesos, tejidos, nervios, células, etc., que forma la solidez de la Materia. Luego, hallamos sangre y linfa que constituyen nuestra parte líquida y, finalmente, esa secreción interna. Viscosa, sexual que llamamos Semen, que no es ni sólida ni líquida y que aparece como raro Mediador entre ambos estados. 


La labor interna de nuestro laboratorio alquimista orgánico no nos es conocida del todo; pero los Gnósticos sabemos que ese mediador, ese Cristo, ese astral líquido, encierra la clave de la redención, y por eso lo mencionan todos los misterios antiguos. Un acto existe en la Iglesia Católica, digno de mención, tergiversado hoy en el concepto popular.  Cuando el Cónclave de Cardenales – costumbre que data desde 1271 – se decide por fin a designar un nuevo Papa, éste es colocado en una silla propicia donde el electo, una vez despojado de sus vestidos interiores, es sometido a una especie de examen o reconocimiento por todos los Votantes, relativo a todos los atributos que determinan su masculinidad.... 


Este, que es un acto demasiado elocuente, se refiere de ordinario con cierto aire de chanza, creyéndolo  en relación con lo acaecido a la Papisa Juana que, siendo mujer, hubo de sorprender al Colegio Cardenalicio. Pero no es así realmente. Si ese fuera el motivo, se prescindiría del examen acostumbrado, ya que hoy los Cardenales se conocen entre sí y huelga  este temor. El asunto es más hondo, más importante... 


Esta Ceremonia, rara y sorprendente, tiene su raíz en los Misterios Arcaicos de donde procede, pues como el Papa es y representa al Mediador, hay que hacer una alusión en ella a la parte sexual donde vive y alienta toda la potencia y toda la esencialidad del Mediador verdadero... 


Nosotros resumimos al Septenario Teosófico de modo idéntico, tanto para la parte material como para la espiritual y astral. Esta última es la que consideramos como el mediador, y por eso conserva en toda su plenitud la representación de Cristo. 


Tanto los Rosa Cruz, como los Gnósticos, siguen la afirmación de Jesús de que nadie llega al Padre sino por MI. Él mismo, se declara Mediador. Luego, para obtener la Redención, la Salvación, no es cuestión de  rezos ni confesionario, ni de pago de indulgencias. És preciso tan sólo cuidar y sacar el provecho máximo de esa parte Astral, cuyos exponentes orgánicos son la Médula y el Semen... Los cuales encierran  la clave de la salud y del Poder.


Los Gnósticos además, dividen al Hombre en tres condiciones distintas. Una Trinidad a la que dan el nombre de Physikoi (materiales), Psichoi (anímicos) y Pneumatikoi (espirituales). Pero es preciso dar una explicación sobre ello, porque la mayoría de los que se llaman Ocultistas y, sobre todo, los Espiritas, confunden lo que llamamos Alma con lo que es Espíritu. 


Éste último principio, lo suponen similar a las Almas en pena que deambulan de un lado para otro creyendo que ambas Entidades son idénticas. No. El Alma es el Mediador, el vehículo de Materia sutil el Cuerpo Fluídico, mientras que el espíritu es la parte esencial y divina. Por eso dice la Biblia que Dios es Espíritu y los que le adoren deberán de hacerlo en Espíritu. No dice nunca la Biblia que Dios es un Alma... Un Alma se tiene y un Espíritu se es... 


El camino, por lo tanto, para llegar a Dios (Espíritu), no es otro que Cristo (El Alma o Astral). Ahora, los Pisichikoi, son los Filósofos, los que piensan, los que estudian, pero que aún rinden culto inconsciente a la Materia. Es decir, los que se han colocado en un punto medio y tiene de ambos mundos, de Materialistas y de Espiritualistas. Este es el grueso hoy de la Humanidad. Y, por último, están los Pneumatikoi, cuya palabra podría traducirse por Aliento divino. Los Gnósticos los llaman los Completos, los Perfectos, los Iniciados; y algunas otras Escuelas, los Iluminados. De ahí que la Iglesia Gnóstica sea una Escuela Iniciática y de Misterios. De Iniciar, de Iluminar, de hacer Conocer, se ocupaban los Misterios antiguos, y por eso nosotros volvemos a tomar la misma hebra para hacer renacer esas arcaicas iniciaciones. 


Continuando sobre la personalidad de Cristo o de Jesús-Cristo, recordemos aquellas palabras de la Biblia, en lasque se dice que no fue engendrado por ningún Hombre, es decir, no hubo coito alguno, sino que fue concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo. Esa especie de concepción, la encontramos en todas las Religiones Antiguas, y la misma Señora Blavaztki, al hablar de los Ángeles o Pitris Solares, afirma que no fueron engendrados por connubio. Así mismo en el libro de Hiob  (Job), Capítulo XIV, se dice: El Hombre nacido de mujer vive breve tiempo y está sujeto a infinitas miserias... 


Luego, si el Libro Bíblico habla de los Hombres nacidos de mujer, es que debe aceptar otros que hayan nacido sin ella...Y si los primeros están embargados y sujetos a la miseria, los segundos deberán estarán llenos de gozo, de poderes, de felicidad, de todo aquello que es contrario a las bajas cualidades materiales. 


No vamos a perdernos, por ello, en un maremagnum de ideas irrealizables, comprobando si nos es posible concretar un Hombre sin parto de mujer o materializando un astral hasta el punto de hacerlo tangible... Lo que si podemos afirmar, es que los Gnósticos, con referencia a la concepción, tratan de mejorar la raza ante todo, procurando dar a todos los Seres, ya desde el nacimiento, toda la parte pneumática posible. Por eso en nuestro libro BIORRITMO dimos la Clave para engendrar hijos inteligentes... Es una ventaja de la Iglesia Gnóstica, ya que no se ocupa solo de teorías y de discusiones filosóficas, sino que toma las cosas por su aspecto real y verdaderamente práctico. 


Pero el punto supremo, la meta, es llegar a evitar la concepción material, pues según las Religiones antiguas – y esto está confirmado por Flammarión – existe la Pluralidad de los Mundos y otras moradas donde ir a habitar. Cristo dijo: En la Casa de mi Padre, hay muchas Moradas.


En efecto, existen muchos Planetas, otras moradas más adelantadas que la nuestra, donde aumenta el gozo y la felicidad y descienden las penas y los dolores de nuestro Mundo. No tratando de engendrar, no tratando de dar motivo a la encarnación de las Almas, éstas se ven forzadas a buscar otros lugares donde ya no impere ni sea necesaria la Materia. 


He aquí, pues, una divisa Gnóstica... No preparamos a los Hombres, a cuantos nos siguen, como hacen los Católicos, para ascender a un Cielo hipotético e inadmisible, sino para alcanzar otros Planetas y otros Mundos mejores, que ya el Iniciado por sus experiencias conoce. Esta especie de Espiritismo práctico, lo enseñamos en la Iniciación...  


Consideramos ahora el Septenario Teosófico: Atma   Espíritu. Budhi Manas   Kamas Prana Linga Sharira  Stula Sharira    Alma espiritual. Mente o razón Superior.   Deseos y Pasiones.   Vida. Cuerpo fluídico o astral. Cuerpo físico o de materia. 


Vemos que todos estos principios no están separados; pero, sin embargo, están diferenciados. Atma, lo que hay en todo, y por eso a los Panteístas les sobra la razón al afirmarlo... 


Budhi, también se encuentra en todas las cosas, igual que Manas o Mente Superior; pero esa Tríade Divina penetra en su última exponente, que es linga Sharira. Prana (vida), anima a todo cuanto existe, y por esto el Gnóstico hace de ese Septenario  una Tríada sintética aspirando  a desarrollar en sí mismo el último Principio Pneumatico o Atmico. 


La Biblia afirma que somos los Dioses. Pues bien, ese Principio Dios, ese fuego espiritual, es la Causa Divina que mora dentro de nosotros y es la que debemos realizar o darle realidad... 


El Mediador  o medio de que nos valemos, es nuestro vehículo Astral, el Alma, que encierra principalmente a Buddhi, Manas y Kamas, siendo su último exponente el material de Linga Sharira. En el Alma, alienta la acción consciente, el sentir, el querer, toda la parte de los sentidos. En el Cuerpo, sólo bullen los principios inferiores inconscientes. Pero aquello que pertenece a Atma, no es posible expresarlo con palabras. Por eso Parsival, refiriéndose a esto mismo , manifiesta que no puede decirlo... 


Angelus Silesius, dice: Dios es un Fuego y yo soy su Luz, su resplandor, como en santo maridaje, han de estar siempre unidos. A Dios hay que buscarlo dentro del YO, y al Yo dentro de Dios. En esto radica toda la Clave... 


El Mantram descriptivo es IAO. Dios está representado por la O, que es el  círculo envolvente. La I simboliza al YO. Pero ambos se entremezclan con la A como punto de apoyo, porque toda polaridad ha de tener un lugar de contacto o de unión. Este IAO es el nombre de DIOS entre los Gnósticos, y es el único modo de poder expresar esas Fuerzas Divinas dentro de nosotros. Es el Adam Kadmon, y, al mismo tiempo, el Ignis (fuego alma), Acua (agua substancia), Origo (causa origen).


Extraído de la Obra "La Iglesia Gnóstica" del Dr Krum Heller (Maestro R+C Huiracocha)