Paz, Tolerancia y Verdad
Cuando alguien dedica cientos o
miles de páginas para intentar describir algo simple, como es el caso de la
supuesta Muerte, es que no tiene claras las ideas respecto al asunto y por lo
tanto intenta convencer al lector mediante múltiples argumentos de algo de lo
que él no está convencido. Para nosotros, como estudiante rosacruz, sería muy
simple decir, de forma dogmática, que la muerte no existe y se acabó; pero
supongo que como mis lectores no me consideran, lamentablemente, inefable pues
debería atender a su natural curiosidad.
Existe, en el Universo, algo que
se denomina vida y ésta se manifiesta de forma cíclica como todo en este
Universo dual. Recuerden: Frío-Calor, Blanco-Negro, Masculino-Femenino,
Mal-Bien, Positivo-Negativo, etc…
Como no podía ser de otro modo no
podía faltar el binomio Vida-Muerte; pero quiero que estén atentos a lo
siguiente; del mismo modo, podemos denominarlo al revés: Calor-Frío,
Negro-Blanco, Femenino-Masculino, Bien-Mal, Negativo-Positivo, etc…
Entonces Muerte-Vida no es
ninguna incongruencia y esto nos viene a decir que aquello que denominamos como
muerte; es decir, el dejar de existir, tan solo es una parte de un ciclo de
manifestación bipolar y que lo mismo que sin el frío no podríamos reconocer el
calor y viceversa, así sin la muerte no se podría reconocer la vida; luego
entonces, tanto la vida como la muerte son dos manifestaciones cíclicas de una
misma cosa.
Lo que nos parece que deja de
existir no es más que una mera ilusión en el Mundo de la manifestación material en
que vivimos. Supongamos una onda senoidal que, como sabemos, tiene un ciclo
positivo y otro negativo. Intentemos imaginarnos en el Universo de dicha Onda,
en el lado positivo, veríamos como de una línea continua, que pasa por cero, se eleva la Onda, tomando valores intermedios, hasta
alcanzar un máximo de altura y luego va disminuyendo hasta desaparecer otra vez, bajo la línea continua, repitiéndose el proceso pero a la inversa. ¿Entenderemos, con ello, que la Onda ha desaparecido para
siempre, que ha muerto? En absoluto, porque la Onda sigue existiendo en la parte
negativa por debajo de la línea continua que podemos visualizar en un
osciloscopio. Pasado un semiperiodo, la onda volverá a emerger y repetirá el
ciclo positivo anterior y luego el negativo y así mientras le sea proporcionada energía.
A nosotros nos sucede lo mismo,
nos encontramos en un plano de manifestación donde solo vemos una parte de la
Realidad y por lo tanto, al resultar engañosa, los Rosacruces la denominan como Plano de la
Ilusión. Si fuésemos capaces de percibir mediante nuestros sentidos o mediante
algún tipo de instrumentos, aún no inventados, el plano de existencia oculto al
que denominamos como Muerte, comprobaríamos como la Entidad solo ha cambiado su
medio de manifestación y que su desaparición, dejar de existir o supuesta
muerte solo es producto de la Ilusión; es decir, un engaño de nuestros
limitados sentidos.
Del mismo modo que en nuestro
plano de manifestación hemos nacido como bebés, hemos ido creciendo y pasado
por diversos periodos de desarrollo hasta llegar a la vejez y al punto de
partida de éste plano de manifestación y que denominamos como Vida, así cuando
traspasamos el velo y abandonamos la carcasa material que pertenece a este
Plano de manifestación para ser reciclada, el Ser Nace al otro Plano y se va
desarrollando por los Planos de existencia que ya estudiamos con anterioridad,
hasta encontrarse dispuesto, de nuevo, para pasar a este Plano como un nuevo
bebé; pero del mismo modo que cuando partimos de este mundo abandonamos el
cuerpo físico como si de un cascarón se tratara porque esa materia no puede
sobrevivir en el Mundo de la antimateria, así la antimateria de la que está
constituida nuestra otra existencia del Periodo cíclico debe de ser abandonada
allí para regresar aquí.
De algún modo, al producirse la
entrada y salida de los diversos planos, igual que abandonamos los cuerpos que
no pueden ser utilizados en los distintos universos también abandonamos la
memoria consciente y ello es así porque la consciencia se produce en el Cerebro
y se almacena en las neuronas; por lo tanto la memoria física desaparece cuando
la persona cambia de estado; es decir fallece; pero, por otro lado, la Memoria
de la Naturaleza en el transcurso de la Vida de la Persona ha ido almacenando
rigurosamente todas sus vivencias como si de información binaria se tratara y
queda intacta para el Ser en su paso cíclico por los mundos sutiles.
Esto quiere decir que si
aprendemos a leer en el Libro de la Naturaleza, en nuestro propio código
genético, o incluso en la información génica de nuestra composición cuántica no
solo podríamos recuperar la memoria de nuestras recientes vidas pasadas; sino también la cuasi infinita información de nuestro eterno proceso de manifestaciones
cíclicas en ambos planos de manifestación.
Debido a esa falta de memoria
consciente y que no quiere decir que no pueda llegar a recuperarse es por lo que
la Vida aparenta ser tan dramática; porque si fuésemos conscientes de esta Gran
Verdad, tan solo lloraríamos egoístamente la pérdida momentánea de nuestros
seres queridos; pero sabríamos, a ciencia cierta, que no han desaparecido para siempre
y ni tan siquiera han realmente muerto sino que han cambiado de Plano de
manifestación para seguir su natural ciclo de existencia, Vida-Muerte-Vida o
mejor: Materialización-Anti materialización-Materialización.
Si queremos ser coherentes con lo
dicho hasta aquí no nos quedaría más remedio que reconocer, salvo lo ya dicho,
que cuando pasamos al plano de existencia en la Antimateria, también habríamos
perdido la memoria consciente de nuestra existencia Material; pero esto no es
así dado que en los planos invisibles de la existencia, al ser los elementos de
construcción más sutiles, tenemos pleno acceso a la memoria de la Naturaleza,
cosa que en el Plano físico nos era impedido por la densidad de las moléculas
de la materia. Es decir en el otro ciclo de existencia, que no es el actual,
somos conscientes no solo de la Vida en dicho Plano sino también de lo que
hicimos y dejamos de hacer en el mundo de Maya, de la Ilusión o de la
Existencia parcial que es nuestro Mundo actual.
De algún modo es como si
existiese un cristal que separase ambos mundos y que solo dejase ver en un
sentido. Eso mismo es lo que sucede en el Plano de existencia que conocemos
erróneamente como Muerte. Desde allí se puede ver sentir y recordar lo del
mundo de aquí; pero ese cristal desde nuestro lado es opaco y nada podemos
observar, recordar o sentir salvo cuando entramos en el sueño y nuestro Ser
abandona por unas horas, de forma parcial, su vehículo físico de manifestación
temporal.
No necesitamos mucho espacio más
para demostrar, de forma lógica, la inexistencia de la muerte porque del mismo
modo que la corriente eléctrica no existiría sin una corriente electrónica; es
decir negativa, del electrodo cátodo o negativo al electrodo ánodo o positivo
mediante un conductor que los una, así lo que conocemos como Existencia
Temporal en el Plano que conocemos como de Vida, sería absolutamente imposible
si no pasáramos por otro Plano de Existencia inverso y al que hemos venido en
denominar, creemos que de forma equivocada, como Muerte, y que se encuentra,
como en el caso del conductor mencionado, inevitablemente unido al actual
nuestro de materia ilusoria.
Digamos que en el circuito del
que hablamos, hay dos mundos conectados, uno el físico o positivo constituido
por la pila o batería donde la circulación de la corriente, por el denso fluido
que la compone, va del electrodo ánodo o positivo al electrodo cátodo o negativo;
pero la circulación de corriente, en el otro Mundo más sutil y constituido por
el hilo conductor que une el cátodo con el ánodo, la circulación de electrones,
como dijimos, va del negativo al positivo. Estamos hablando de una corriente
continua donde quizá sea más difícil de entender cómo funcionan los diferentes
planos de manifestación; pero en la corriente alterna o senoidal, cíclica para
entendernos, donde se van turnando los semiperiodos positivos y negativos es
más fácil de observar si dividimos, con una línea imaginaria que pase por cero los
semiperiodos negativos y los positivos.
Resumiendo conceptos:
1.- Nos es imposible en el Plano
material tener memoria consciente, neuronal, de alguna vida anterior.
2.- Nuestros sentidos e
instrumentos nos informan de que en este mundo todo es dual y que todo lo
biológico que nace termina por morir, desaparecer.
3.- Por lo tanto, la deducción
fácil y más factible es pensar que todo nace para morir y eso que muere nunca
hemos visto que, por generación espontánea, regrese a la Vida.
Pero si conocemos el motivo por
el que no poseemos memoria consciente neuronal de otros planos vividos con
anterioridad, si somos conscientes, que lo somos, de que nuestros sentidos nos
engañan por imperfectos y que, según la Ciencia, todo lo que se estudia es
cíclico además de dual, solo nos queda reconocer que nada desaparece, solo se
oculta en otro nivel de existencia diferente y separado vibratoriamente
hablando del nuestro; luego, efectivamente, nuestros sentidos nos engañan y
podemos determinar, sin duda alguna, que lo que desaparece a nuestros sentidos
sigue siendo y que en algún momento de su periodo cíclico volverá a aparecer;
pero además si consideramos que el Ser, no el Cuerpo material que sí es bipolar
y pertenece a este Mundo de manifestación, es eterno y monopolar; a la única conclusión
válida a la que podemos llegar es que se manifiesta, de un modo continuo, en los diferentes mundos
con los vehículos que, en cada caso, tiene a su disposición.
Pero además si consideramos que
el Todo forma parte de una única unidad, podemos llegar a afirmar, sin ninguna duda, que
todos los seres pueden comunicarse, entre sí, en el Otro Lado y que nos pueden
observar desde allí e interactuar con nosotros cuando estamos dormidos; el que desde éste Mundo de materia densa no lo podamos
hacer, mientras permanecemos en el estado de vigilia, es solo una cuestión accidental y temporal que sin duda quedará
restituida y que está en nuestras manos el poder hacerlo algún día.
Luego la Muerte no existe. Es determinantemente imposible su existencia.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
Aralba