Paz, Tolerancia y Verdad
Empezaré recordando a mis
lectores que este Blog es algo personal y lo que muestro en él es mi forma
particular de entender la Rosacruz ¿Tiene mucho o poco parecido con lo que
fuera el Movimiento Rosacruz Original? Eso lo dejo para que el lector lo decida
por sí mismo. Yo, he intentado, en todo instante, que así sea. Si lo he
conseguido o no, el tiempo lo dirá. Que nadie se lleve las manos a la cabeza
por la estructura, en forma de lecciones, que he decidido articular, dado que
no existe ninguna intención de aparecer como algún tipo de maestro iluminado
ante mis ingenuos o avispados lectores, sino que es así porque según voy
avanzando se va haciendo necesaria una información que se ha dado en artículos
anteriores; esa es, la verdadera razón de haber estructurado así las entradas de
este Blog y no cualquier otra intención conspiranoica que se le pudiera ocurrir a mi
Querido Lector.
Estas cinco últimas lecciones,
dado su contenido posiblemente no compartido por muchos estudiantes rosacrucianos,
las he denominado como Cuestiones controvertidas por dicha razón; para que el
Lector sepa que lo que yo expongo puede ser causa de extrañeza; dado que se
trata de temas muy poco conocidos en los ambientes rosacruces, al menos en la
forma en que aquí se exponen; pero necesito que sepáis que todo lo que aquí
tenéis es el productos de mis estudios y, lo más importante, mi intuición y
experiencia personal producto de la meditación. Nada hay copiado de obras
ajenas, salvo cuando incluyo pasajes bíblicos, sentencias de autores
reconocidos o los textos de los panfletos rosacruces que a continuación son y
serán comentados. Es importante que sepáis esto pues está sacado de mi memoria
y podría haber errores que, de ser detectados, me gustaría que me los hicieseis
saber para poder realizar la corrección o correcciones oportunas.
He dejado para el final el más
controvertido de todos los temas, las almas gemelas ¿qué son de existir y cómo
podemos llegar a reconocerlas? Llevo varios años convencido de su existencia,
mi intuición me dice que es así; pero la experiencia también me indica que es
más que probable que haya investigado en el sitio equivocado. Por supuesto,
como en las lecciones anteriores, tampoco daremos datos históricos o míticos
que hoy día se pueden encontrar con facilidad en Internet, como por ejemplo que uno de los
primeros que hablara, en Occidente, acerca de las almas gemelas fuera el filósofo Platón, tan querido y respetado por todos los estudiantes de la Rosacruz.
Cuando nos referimos aquí a almas
gemelas no nos estamos refiriendo a la manida media naranja ni a las almas
afines que se compenetran a modo de un guante con la mano, como piezas de un
puzle, a la perfección. Tampoco a aquellas personas que se enamoran a primea
vista y mantienen su relación hasta que la muerte los separa. Me consta que
mucha literatura New Age se refiere como almas gemelas a algunas situaciones
mencionadas en este mismo párrafo; pero nosotros vamos a hablar de almas
gemelas desde un punto de vista mucho más místico y relacionado con el propio
proceso creador primero y del de retorno al Origen después.
Hay dos puntos importantes y no
vamos a entrar en la alegoría que utiliza Platón y que el Estudiante,
repetimos, podrá encontrar en Internet y que estaría bastante de acuerdo con lo
que aquí expondremos. Primero, el Demiurgo, el Dios del Antiguo testamento, en
su proceso creador hace al Hombre Varón y Hembra, indistintamente, y a
continuación para que tome verdadera espiritualidad, el Demiurgo sopla el Espíritu
de Vida en el Hombre, el Ser Humano, y a partir de entonces, ya en el séptimo
día de la creación, el Demiurgo se retira a descansar, se tumba en una hamaca a
hozar para siempre jamás. En realidad la cosa no sucede como nos la han contado,
o como queremos entenderlo, dado que ese retiro supone haber penetrado el
Espíritu del Demiurgo, Hijo del Eón Sophía y nieto del Pleroma o principio
Cósmico Universal, dentro de la propia criatura humana original el Adam Kadmón;
pero es justo en ese instante de insuflar su espíritu en el Hombre, cuando el
Demiurgo se polariza en dos, dado que una parte de su espíritu va a ocupar el
cuerpo del varón y la otra parte el de la hembra.
Como verá el lector no nos
estamos refiriendo al cuerpo del ser humano y ni tan siquiera al alma mortal
que conforma la personalidad sino a la parte espiritual, por lo tanto yo me
encontraba en un camino equivocado cuando intentaba encontrar a mi Alma Gemela
con el fin de realizar una especie de ritual mágico que abriera el portal de
regreso a casa. No, no me arrepiento de todo aquello dicho con anterioridad,
dado que si se dijo es porque tenía que quedar dicho. Es cierto que la
humanidad, en el plano carnal, está separada en dos polaridades, la masculina y
la femenina; pero también es cierto que hay seres no demasiado complejos que
poseen los dos sexos, en el transcurso de su vida, e incluso los hay que se
pueden auto fecundar, son hermafroditas; por ello queremos hacer ver que
nuestras almas gemelas no van por aquí. La misión de nuestras vidas no sigue el
camino romántico de unirnos con la hembra de nuestra vida. Con mucha
probabilidad eso solo sea un concepto, dado que ninguna mujer es solo de un
hombre ni ningún hombre es de una sola mujer; en tanto en cuanto, vinimos en el
pasado de una unidad que se dividió y regresaremos de una multitud que se
volverá a unir en esa unidad denominada Adam Kadmón.
Cuando el Demiurgo creó al
Hombre, al Ser Humano, hemos visto como se dividió en dos; pero cuando aquella
pareja procreó, sus hijos e hijas heredaron de sus padres parte de aquel
espíritu y ellos así mismo lo
transmitirían a su descendencia hasta el día de hoy y hasta que el momento del
divino retorno llegue. Por lo tanto, ahora entiendo lo absurdo de encontrar en
esa papilla cósmica a nuestra Alma Gemela y que, verdaderamente, existe; pero a
pesar de su existencia parece una imposibilidad su práctico encuentro. Por lo
tanto, ¿deberemos aprender a conformarnos con esas medias naranjas que nos
ofrecen los movimientos de la New Age o aquellas almas afines que nos predican
los reencarnacionistas?; pero ¿y si eso que buscamos fuera y lejano estuviese muy, muy cerca, tanto o más que nuestra propia respiración?.
Ahora, lo que sigue, me gustaría
que el estudiante lo viese con ojos nuevos para los que se haya preparado unas
lentes transparentes, sin graduación ni color. Nuestro cuerpo tiene una
polaridad positiva o negativa dependiendo de si es masculina o femenina
respectivamente; Pero además poseemos un Alma que será negativa o positiva dependiendo,
del mismo modo, si somos varones o mujeres y, por último, nuestro Espíritu será
Positivo o negativo dependiendo de si somos de cuerpo masculino o de cuerpo
femenino. Nuestro Cuerpo y nuestra Personalidad son personajes más o menos
conocidos; pero está la tercera que desconocemos mientras no procedamos a su
despertar, el Espíritu. Ese ser extraterrestre que heredamos del Demiurgo y que
no es de este mundo y que permanece dormido en lo más profundo de nuestro
interior.
Tenemos que nuestro Cuerpo Físico
es el reflejo Polar del Espíritu, dado que comparten ese positivo en el Hombre
varón y el negativo en el Hombre mujer; pero éste está constituido de materia
corrupta que jamás podrá heredar otro mundo que la sepultura de la tierra o la
incineración de un horno, luego del Hombre carnal debemos de irnos, si no olvidando sí
al menos apartando para fijarnos en escalones más altos de la Naturaleza Humana.
Poseemos un Alma mortal, en
principio; pero que puede ser rescatada en el futuro por algo que aún no existe
como tal y que tiene un inmenso poder; pero que está oculto, inerte, dormido e
inactivo. Creo querido alumno que ya sabes adonde te estoy llevando ¿cierto?
Eso es, ambas polaridades las llevamos dentro, una nos es conocida a poco que
alguien nos diga que esto es así, nuestra alma negativa en los hombres o
positiva en las mujeres y hagamos un pequeño inciso para indicar que lo de
positivo y negativo es intrascendente dado que se identifica así como modo
diferenciador, del mismo modo que los polos positivo y negativo de una
corriente eléctrica continua; por lo tanto, huya el lector de los sentidos
peyorativos de positivo o negativo porque si no se perderá lo más importante de
lo que aquí se diga.
Es decir, tan fácil como mantener
erecto el huevo de colón, el encontrar nuestra Alma Gemela es exactamente lo
mismo que despertar a nuestro Maestro o Maestra Interior. Cuando se produce el
Nuevo Nacimiento, el nuevo ser nacido es nuestra Alma Gemela; cuando se produce
la cristificación ese Ser que hace trascender a nuestra Alma de mortal en
inmortal es nuestra Alma Gemela. Cuando encontramos el Santo Grial dentro de
nuestro interior o adquirimos nuestro Cuerpo Alma, el Ser Inmortal y extraño
que ha provocado tal evento es nuestra Alma gemela. Cuando se ha producido la transfiguración,
el Ser Divino que provoca ese cambio de ser mortal en inmortal es nuestra Alma
Gemela; es decir, la llevamos, siempre la hemos llevado dentro, en nuestro
interior; pero como un simple germen, una minúscula e insignificante semilla que hay que regar
para que florezca en nuestro interior.
Estamos en este mundo y
trabajamos con partículas de este mundo, luego nuestra construcción se realiza
con ladrillos de argamasa material, no podemos hacerlo con partículas del Pleroma
porque nos encontramos dentro de una burbuja de materialidad. Nuestra Alma
Gemela, nuestro Espíritu, viene con nosotros latente sin posibilidad alguna de
constituir un cuerpo por sí mismo dado que vibra a una frecuencia que nada
tiene que ver con nuestro mundo de la realidad y necesita de su Alma Gemela la
Personalidad para recrear un cuerpo provisional primero, el que tenemos
lógicamente, con el que poder manifestar su poder y energía para después
transmutar alquímicamente a su Gemelo, el Alma y llevarla consigo a los planos
elevados del Pleroma, de los cuales procede.
Hasta aquí deberíamos haber visto
claras unas cuantas cosas:
Primero, que nuestra Alma Gemela
de diferente polaridad a nuestra Personalidad, nuestro Espíritu inmortal está
con nosotros en modo germinal.
Segundo, que ella por sí misma no
puede ni despertar, ni crecer, ni por lo tanto poder manifestarse.
Tercero, que es potestad de la
Personalidad, la parte del Alma Mortal, la encargada de permitir que el germen
espiritual, de su alma gemela, que lleva en su interior pueda despertar cuando
los neutrinos procedentes del Pleroma atraviesen su ser material y ello solo es
posible tras haberse hecho consciente de la Verdad y aumentando su vibración
hasta resonar con la frecuencia electromagnética o metanoia procedente del
Pleroma o Mundo Original.
Cuarto, una vez despertado el
Germen Espiritual, la Personalidad debe cuidar a su Alma Gemela en ciernes,
como si de un recién nacido se tratara, es lo que es y no otra cosa; dado que
si se disminuyese la frecuencia vibratoria el alimento que recibe del Pleroma,
nuestra Alma gemela, entraría de nuevo en la somnolencia. Es por ello, que la
propia Personalidad en su permanente proceso de vibrar en octavas más altas va
disminuyendo a la vez que el nuevo Ser va creciendo; por lo tanto, de algún
modo es como si nuestra Alma Gemela se estuviese alimentando de nuestra Alma
Personalidad.
Quinto, tras haber sido
debidamente alimentado el Espíritu y sentado en el Trono del Corazón, la
Personalidad se humilla ante el Nuevo Ser, nuestra Alma Gemela y le cede el
Trono de la Cabeza donde moran la consciencia y la voluntad; en ese preciso
instante, el nuevo Ser que es tan antiguo como el propio Pleroma, toma los
controles de la auto humillada personalidad y cuando pareciera que la
personalidad desaparecerá para siempre pues le ha dado a su consorte todo
aquello que podía darle, es cuando el Espíritu inmortal toma la información de
la Personalidad con su consciencia y memoria incluidos y provoca lo que
conocemos los rosacruces como transfiguración, se ha reconstruido una célula
del Ser completo, con sus polaridades positiva y negativa. Lo mortal se ha
transmutado en inmortal y de donde solo había un germen de información se ha
reconstruido una célula completa de Adam Kadmón.
Es evidente que este proceso debe
de darse no solo en todos los seres humanos sino también en todas las
partículas del Universo; dado que el Espíritu del Demiurgo, recordemos de la
lección anterior, conforma la matriz sobre la que este Universo, al menos nuestro
Sistema Solar, mantiene su efímera existencia; pero con que una sola célula del
Demiurgo, ahora Adam Kadmón, haya sido
restaurada el comienzo del fin de este cosmos habrá comenzado y el principio
del retorno al Origen también habrá comenzado. Un final que será un Principio y
un comienzo que es un viaje hacia la Eternidad.
Por lo tanto, aunque en esencia
todos y cada uno de nosotros somos las almas gemelas y complementarias del
resto de nuestros hermanos y hermanas, dado que conformamos células individualizadas
del Todo; no obstante para construir una célula operativa completa de la
Divinidad de la que formamos parte, es necesario que construyamos sobre
nosotros mismos para provocar la final transformación. Somos conscientes que
esa transformación puede no darse de un día para otro; pero es necesario que
no debamos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy y es por ello que para
los verdaderos masones, constructores espirituales de ambos sexos, la verdadera
religión es el Trabajo, la inteligencia puesta en acción por la voluntad.
Visto el verdadero secreto de las
Almas Gemelas, no pierdan el tiempo en buscarla fuera de ustedes y solo busquen
ayuda en aquellas personas que estén en sintonía con vuestra propia búsqueda y,
entonces sí, habrás podido encontrar a un ser complementario y cuyo trabajo
conjunto os podrá hacer encontrar, en ambos, vuestras mutuas almas gemelas;
vuestra inmortal y eterna alma espiritual y cuya información se encuentra en el
interior del germen de espíritu que ha viajado con todos nosotros hasta este
Plano; pero que no es ni será nada más que mera información si no somos capaces
de activarla. Ese es el Trabajo de todo Masón “Constructor” y que ha sido
promulgado, desde el principio de los tiempos, por la Gnosis Rosacruz.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor;
que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo
material.