Paz, Tolerancia y Verdad
Suponemos que nuestros alumnos
habituales o lectores ocasionales, tras la lectura de las lecciones anteriores,
habrán descubierto sus propias respuestas.
Conclusiones por otro lado que serán lógicas y sujetas a la razón del método científico, salvo que su mente esté sujeta a las fantasías y elucubraciones propias de un Sistema educacional manipulador e inmoral que prefiere que circulen, de forma libre, cuentos sin alguna consistencia a que se conozca la única verdad.
Conclusiones por otro lado que serán lógicas y sujetas a la razón del método científico, salvo que su mente esté sujeta a las fantasías y elucubraciones propias de un Sistema educacional manipulador e inmoral que prefiere que circulen, de forma libre, cuentos sin alguna consistencia a que se conozca la única verdad.
Bien sabe el lector, se dijo con
anterioridad, que no emprenderemos el Comentario de las Bodas Químicas, el
tercero y último de los manifiestos rosacruces originales, y de algún modo le
será comprensible dado que hasta el próximo año, 2016, no se cumplirán los 400
años de su publicación en 1616; por lo tanto, salvo que surja algo
extraordinario y que sea útil para los estudiantes, pondremos aquí nuestro
punto y aparte dejando también, el estudio de la Rosacruz de la masonería
escocesa, para el próximo ejercicio lectivo.
No sabemos si, entre líneas, los
lectores se han percatado de un asunto de trascendental importancia y que nos
ha estado rondando la cabeza mientras ideábamos estas lecciones y las
transcribíamos a la pantalla del ordenador: Que de algún modo, existen al menos
dos rosacruces legítimas y otras muchas que no serían más que hijas putativas
de aquellas.
Una Rosacruz original protestante,
de mano del Círculo de Tubingia liderada por Andreae, y otra Rosacruz católica, como
respuesta de parte de Jesuitas como Atanasius Kirtchner. La
segunda fue como una especie de respuesta a la primera con el fin de
desacreditarla y desactivarla. Estamos convencidos que ninguna de las dos
tuvieron presencia física salvo en el ámbito de lo escrito, lo literario y emblemático.
El símbolo de la primera no era
otro que la figura de una rosa roja con una cruz en su interior, representando
al cristo que vive dentro de la naturaleza pasional del cuerpo humano. La
simbología de la segunda no es otra que el pelícano alimentando, con la sangre
de su pecho, a sus siete polluelos; no representando otra cosa que el sacrifico
del redentor para salvar a la humanidad. La primera tiene una intención
crística y la segunda redencionista de los siete vehículos del Ser Humano.
Crística en tanto en cuando se
nos indica que la ilusoria materia de carácter pasional representada por la
rosa roja, tan preciada en la antigua Roma, posee algo divino en su interior que
debe transmutar al hombre. Redencionista la segunda, dado que nos muestra al
Cristo tal y como nos es mostrado, de forma cruelmente lanceado a modo de
cordero sacrificial, por la Iglesia de Roma; pero el tiempo ha querido que el
crisol de la historia termine unificando ambas rosacruces en una sola gnóstica y que
fuera transmitida hasta el hombre actual mediante el arcón de sabiduría que
supone la franc-masonería.
Bajo el paraguas del compás,
representación del Gran Arquitecto del Universo, el nuevo simbolismo nos
mostraría una cruz en la que florecen rosas y a cuyo pie se encuentra el
pelícano sacrificial de cuya sangre se nutren sus criaturas y sustituyendo la
natural escuadra se encuentra el emblema I.N.R.I., (IESVS NAZARENVS REX
IVDAEORVM) que en el fondo significa lo mismo que dicha herramienta de
arquitectura; pero en cuyo significado simbólico y oculto no entraremos por razones
obvias.
Es con el nacimiento de la
masonería especulativa actual, en el siglo XVIII, que esta síntesis tiene lugar
y de donde surgirían, con posterioridad y bajo el amparo de las logias
masónicas, diferentes movimientos para-masónicos con el fin de que las mujeres
pudieran tener acceso.
Se habla de la Rosacruz de Oro
del Antiguo Sistema como algún tipo de Obediencia masónica independiente del
resto del corpus hermético del arte real que es la Masonería; pero entendemos
que se trata de un absoluto error dado que lo que nos ha quedado de aquella
Institución ha sido bien poco, a pesar de que, en siglos
posteriores, influyese en la constitución de diferentes órganos colaterales de
la masonería denominados como rosicrucianos así como en las instituciones para-masónicas
mencionadas. La Rosa Cruz de Oro más que una Obediencia fue una especie de Logia
de Investigación que asumió el nombre de Rosacruz de Oro como podía haber
tomado otro diferente; pero de carácter esotérico y cuya principal función era
el estudio de la alquimia y de las otras artes herméticas y esotéricas.
Sea como fuere, desde el comienzo,
el Movimiento Rosacruz se movió en paralelo a la historia de la sagrada
Institución de la Masonería; pero saliéndose del tiesto de ésta por resultarle
opresiva en el sentido de que la Rosacruz posee, de forma intrínseca, un
poderoso contenido bipolar, masculino y femenino. De este crucial hecho se
dieron cuenta diferentes hermanos masones y dado que la masonería Regular,
hasta la actualidad, no permite la permanencia de las mujeres entre sus filas,
decidieron sacarla al exterior de las férreas fronteras de dicha masonería dogmática
y convertirla, en unos casos, en una suerte de para-masonería, la Golden Dawn y sus secuerlas y en otros provocó la transformación de ciertas
obediencias con el fin de que pudieran estar al alcance de sus hermanas, las féminas.
Por otro lado el tinte de la Rosacruz
protestante original se mantiene en la colateralidad de las Sociedades
Rosicrucianas de la Masonería Regular, dependientes de la Gran Logia de
Inglaterra y la Católica, jesuítica, ha llegado hasta nosotros de la mano del
Rito Escocés Rectificado, dentro del férreo brazo masónico masculino y de su
para-masonería, el martinismo, abierta a las mujeres.
Estimamos que llegados a este
punto, el lector se habrá percatado que lo que tenemos en la actualidad como
rosacrucismo, en cualquiera de sus múltiples versiones, nada tiene que ver con
lo que fuese su génesis original sino que se trata más bien de una especie de
cóctel sincrético que comenzó con la interacción de la verdadera Rosacruz
Original que jamás tuvo una constitución organizativa real con la
contra-reforma jesuítica que, en un principio, intentara combatirla, como
movimiento reformista, pero que al final pareciera haber sido fagocitada por la
belleza de la primera y hermanadas en una suerte de matrimonio de los opuestos.
Pero ¿dónde se produce, con mayor
fortuna, ese sincretismo ecuménico entre la Rosacruz y la Masonería? En la
masonería conocida como escocista o Rito Escocés Antiguo y Aceptado o el Francés y que, en
los últimos tiempos, de parte de algunas obediencias están perfectamente abiertos a la pertenencia, por igual y sin distinción, de hombres como de mujeres.
Entre las conocidas como masonerías de York o de Emulación y sus masonerías colaterales, paralelas léanse a modo de ejemplo, La
Marca, El Arco, Real, Templarios o las sociedades rosicrucianas como la S.R.I.A.
(Sociedad Rosicruciana in Anglia), donde es necesario pertenecer a las
diferentes organizaciones para conocer sus símbolos y misterios, y el Sistema secuencial
del R.E.A.A., (Rito Escocés Antiguo y Aceptado) o el Egipcio de Memphis
Mizraim, donde el acceso a los misterios y alegorías es secuencial, no
necesitando pertenecer a diferentes órganos colaterales y donde el Espíritu rosicruciano
está presente desde el primer grado de la masonería simbólica hasta el más elevado
de los rangos caballerescos y administrativos, existen diferencias mucho más allá de las meramente adquisitivas.
Sirva esto como ejemplo a seguir
por aquellos que aún persisten en el error de no permitir la pertenencia de la
mujer a la masonería muy a pesar de que sus Iglesias originarias, de donde
surgieron en el Siglo XVIII, más concretamente en 1717 con los landmarks
promulgados por el pastor presbiteriano Anderson, ya poseen mujeres ministras,
predicadoras y pastoras (Sacerdotisas en suma). Esta paradoja que los iguala,
en intransigencia, a la Iglesia de Roma es algo que impide el natural
crecimiento de una Orden que propugna la Igualdad, la Libertad y la
Fraternidad dentro de un ambiente laico
y a-dogmático; pero que abre sus trabajos a la Gloria del Gran Arquitecto del
Universo.
Si la masonería, en lo
tradicional, se revierte a sus orígenes; pero no pierde de vista el natural
progreso de la humanidad, retomará el espíritu rosacruz que nunca ha estado fuera
de sus fronteras y abrirá sus puertas para que lo femenino penetre hasta lo más
profundo de sus entrañas, sirviendo para la humanidad en lo que originalmente
se constituyó: Como un movimiento ecuménico dirigido al entendimiento de todos
los seres humanos sin algún tipo de distinción de género o ideología de
cualquier tipo, sean estas de tipo religiosa o política.
Si después de tantísimos años de
búsqueda y estudio nos encontramos en el seno de la Institución de los Maestros
Canteros, y no en alguna institución
para-masónica rosicruciana, es porque, desde un comienzo, sentimos la radiación
espiritual de la rosacruz hasta en los más íntimos cimientos de la Institución,
muy a pesar de que una gran mayoría de sus miembros no hayan sido capaces de
percibirlo.
Y se encuentra íntegra en tanto en
cuanto su simbolismo permanece virgen de cualquier tipo de dogmatismo o
interesada interpretación, dejando a cada uno de los iniciados que los
arquetipos subjetivos hablen libremente al corazón individual de los
trabajadores y estudiantes, sorteando libremente las naturales fronteras del
pensamiento objetivo.
Por el contrario, quien penetra
en la Masonería con la intención de prosperar económicamente o medrar mediante
algún tipo de prebendas gracias a relacionarse con gentes de una cierta
alcurnia o nivel social, se encuentra en un auténtico error y no solo hace daño
a la Institución sino a sí mismo y, si consigue sus objetivos, será por pura
casualidad y poco o nada ayudará en la construcción del Templo Universal de la
Humanidad.
Quien busca solo camaradería o
una especie de club social donde relacionarse con sus semejantes, aún debe
abrir los ojos al verdadero objetivo constructor de la Sagrada Institución. ¿Dónde
se encuentra el Espíritu de la Rosacruz? Tú ya tienes la respuesta.
El orden de sus Grados está inspirado en el Árbol cabalístico de los sephirot, mediante un sistema del árbol de la Vida zigzagueante bien conocido como del Rayo Relampagueante y la Serpiente de Nechustan.
La SRIA está constituida de tres órdenes conformadas así mismo por cuatro grados la primera, tres la segunda y, por último dos la tercera en el siguiente orden:
Primera Orden o de Aprendizaje
Es muy probable que la SRIA sea la continuadora o al menos esté inspirada en la antigua Obediencia Masónica teutona de la Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema, y cuya efímera vida histórica se concretaría en las dos últimas décadas del Siglo XVIII.
S.R.I.A.
La SRIA es una Orden masónica colateral, asentada principalmente en los países anglosajones y donde sus miembros deben ser, de forma ineludible, Maestros Masones Regulares y creyentes de la Religión Cristiana en cualquiera de sus variantes, sean católicos, protestantes, gnósticos, etc.
En los diferentes países anglófonos toma una nomenclatura un tanto diferente; así en Inglaterra es SRIA, en Escocia SRIS, en Canadá SRIC y en Estados Unidos SRIAm (Societas Rosacruciana in América) o MSRICF (Masonic Societas Rosacruciana in Civitatibus Foederatis)
Dado que se trata de una Fraternidad surgida de la conocida como Regularidad Masónica, sus miembros son exclusivamente masculinos y sus reuniones, como las de los Supremos Consejos y otras sociedades colaterales como Templarios o Arco Real se desarrollan en los mismos templos masónicos de las logias azules.
La Historia oficial de la SRIA se remonta al año de 1867 y, hoy en día, la Orden puede tener alrededor de unos 3000 miembros repartidos por todo el orbe.
Los objetivos de la SRIA están dirigidos, como el de toda Institución Masónica, al bienestar de la ciudadanía y al estudio científico de los grandes problemas que afectan a la humanidad; siempre desde el punto de vista de la moral cristiana.
Vestimenta Societas Rosacruciana in Anglia |
Por otro lado, también se dedican al estudio pormenorizado de las antiguas artes herméticas y que han venido siendo transcritas, mediante libros, desde la más profunda antigüedad. Entre esta Sabiduría Antigua podría citarse la Alquimia, la Simbología y haciendo especial énfasis en la Cábala.
Para subir de Grado, se requiere de los Hermanos Rosacrucianos un riguroso trabajo operativo de las diferentes facetas de lo comentado en el párrafo anterior, constituyendo éstos trabajos auténticas tesinas dignas del más riguroso de los doctorados.
Al Soberano Gran Maestro o Supremo Gran Comendador, en la SRIA, se lo denomina como Mago Supremo y es el Responsable del conjunto de la Organización Masónica Rosacruciana.
El orden de sus Grados está inspirado en el Árbol cabalístico de los sephirot, mediante un sistema del árbol de la Vida zigzagueante bien conocido como del Rayo Relampagueante y la Serpiente de Nechustan.
La SRIA está constituida de tres órdenes conformadas así mismo por cuatro grados la primera, tres la segunda y, por último dos la tercera en el siguiente orden:
Primera Orden o de Aprendizaje
1 .- Zelator
2 .-Theoricus
3 .-Practicus
4 .-Philosophus
Segunda Orden o de Compañerazgo
5 .- Adeptus Minor
6 .- Adeptus Mayor
7 .- Adeptus Exemptus
Tercera orden o de Maestrazgo
8 .- Magister Templi
9 .- Magus
Es muy probable que la SRIA sea la continuadora o al menos esté inspirada en la antigua Obediencia Masónica teutona de la Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema, y cuya efímera vida histórica se concretaría en las dos últimas décadas del Siglo XVIII.
Por otro lado, es importante decir que muchas organizaciones para-masónicas están inspiradas si no copiadas de la SRIA tanto en sus objetivos como rituales e incluso en el nombre de sus grados.
La más antigua de ellas sería la Golden Dawn, creada en 1888 y cuyos tres miembros fundadores, Mathers, Wescot y Woodman habían sido masones activos de esta Fraternidad Masónica de Inspiración Cristiana; pero otros grupos como la A.A., la O.T.O. o la propia AMORC (Antiqua y Mística Orden Rosae Crucis) que fuera fundada en 1915 por el Estadounidense Spencer Lewis, basan su estructura en la propia de la SRIA., aumentando algunos grados más, hasta constituir 12 o 13 en total.
Correspondencia de Grados entre instituciones masónicas
Correspondencia de Grados entre instituciones masónicas
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor;
que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo
material.