viernes, 20 de octubre de 2023

Misa Gnóstica

Soberano Santuario de la Gnosis Gran Oriente de España




Fraternidad Rosacruz Antigua Aula Madre Lucis Helios Misa Gnóstica

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Misa Gnóstica


Ecclesia Gnostica Catholica Fraternitas Rosicruciana Antiqua Arnoldo Krumm-Heller: Misa Gnóstica

El Venerable Maestro A. Krumm-Heller, Arzobispo de la Iglesia Gnóstica Católica, nos dejó un documento de gran valor, la Misa Gnóstica.

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Sobre la mesa se pondrán las copas, el pan y el vino. Se encenderán siete luces o bujías de cera y, se verificará el ritual.

Después de esta sencilla preparación se procederá al siguiente ritual Gnostico.


MISA GNOSTICA


Dice el Sacerdote:

"Me acerco al Altar de Dios, que edifica la mente y enciende el esplendor de una eterna Juventud".

Sube éste las gradas acercándose al Altar y se vuelve nuevamente a los fieles, diciendo:

"¡Cristo sea con vosotros!"

Acólito: El ilumine tu espíritu.

(Vuelto el Sacerdote hacia el altar):

"Ven, oh Santa palabra."

"Ven, oh nombre sagrado de la fuerza, Cristo."

"Ven, energía sublime."

"Ven, oh misericordia divina."

"Ven, oh suprema deidad del altísimo."

(Se vuelve el Sacerdote y describe una cruz sobre la frente, otra sobre el pecho, y finalmente, un círculo de izquierda a derecha comenzando en el centro de la frente, siguiendo por el hombro izquierdo y región del corazón para volver por el hombro derecho a ser cerrado en el mismo lugar de comienzo).

Exclama:

"¡Cristo sea con vosotros!"

(Acólito): El ilumine tu espíritu.

(De cara al Altar):

"Ven tú, que descubres el velo del misterio."

"Ven, tú madre de los siete centros que descansas en la armonía de la octava."

"Ven, tú, que eras antes que fueran los cinco sentidos: ¡Espíritu, mente, sentimiento y razón! Deja que participemos de tu Santa Gracia, nosotros los nacidos más tarde."

"Ven, Santo Aliento, inmaculado soplo y purifica mis glándulas Internas donde el ritmo de mi vida existe."

"Ven, y encamina mi corazón desorientado para que los puros sentimientos míos broten de esa Santa fuente."

(Vuelto hacia los fieles)

"¡Cristo sea con vosotros!"

(Acólito): El ilumine tu espíritu.

(Sacerdote):

"¡Escuchad, Gran Deidad, Padre de todo lo creado, Luz divina! Tú, Redentor nuestro, perdona cuantos errores hemos cometido y los de aquellos que nos escuchan visible e invisiblemente para que podamos todos participar del reino de la justicia y de estar contigo en las inmensidades de la luz. Bendice y da poder a todos cuantos nos siguen, pues cumplen la ley."

"¡Escuchad, oh Ángeles!"

"Ayudadme, Padre de todo lo creado. Causa infinita de todo lo creado y dad vida a éste tu Pueblo."

"A cuantos nos siguen, asístelos y presta a todos el apoyo necesario en todas las ocasiones de la vida para que se hagan merecedores de tu Santa Gracia."

"Nosotros conocemos tu poder y yo te conjuro: ¡VEN, VEN VEN!"

"Perdona tú todos nuestros errores. Alivia todos nuestros males. Danos una señal aquí mismo en este sacrificio o en los días venideros."

(El Sacerdote avanza un paso y dice):

"Escucho vuestro testimonio."

(Viene una pausa durante la cual, en alta voz los beneficiados o curados relatan sus experiencias en frases sencillas; después de haber escuchado a todos, el Sacerdote se coloca otra vez en el altar y dice:)

"¡Alegraos! Nuestros errores están perdonados, el poder supremo está con nosotros."

(Todos responden): AMEN, AMEN, AMEN.

Esta plática se puede intercalar después de la prédica cuando hay fiesta mayor. Suplico a los Hermanos que reciben estos rituales, hagan todas las copias que puedan y las envíen a los demás Hermanos, advirtiéndoles del poder mágico que reside en ésto y que es la misma original y primera usada por los Gnósticos en la época de la existencia material de Jesús de Nazaret en la tierra.


EL SANTO SACRIFICIO

-El Sacerdote se retira al Altar de la derecha y lee los siguientes trozos de las Sagradas Escrituras:-

Y Jesús, el divino Gran Sacerdote Gnóstico entonó un dulce cántico en loor del GRAN NOMBRE y dijo a sus discípulos: Venid hacia mí. Y ellos así lo hicieron. Entonces se dirigió a los cuatro puntos cardinales, extendió su quieta mirada y pronunció el nombre profundamente sagrado de Iew, les bendijo y les sopló en los ojos.

Mirad hacia arriba, exclamó: Ya sois clarividentes. Ellos entonces, levantaron la mirada hacia donde Jesús les señaló y vieron una gran Cruz que ningún ser humano podría describir.

Y el Gran Sacerdote dijo: Apartad la vista de esa gran luz y mirad hacia el otro lado, y entonces vieron un gran fuego, agua, vino y sangre

(aquí la bendición del pan y el vino)

Y el Gran Sacerdote continuó: En verdad os digo que no he traído nada al mundo sino el fuego y el agua y el vino y la sangre de redención. He traído el fuego y el agua del lugar de la luz, del depósito de la luz, de allí donde, la luz se encuentra. Y he traído el vino y la sangre de la morada de Barbelos. 

Después de pasado algún tiempo, el Padre me ha enviado el Espíritu Santo en forma de paloma blanca, pero oíd: El fuego, el agua y el vino son para la purificación y perdón de los pecados. 

La sangre me fue dada sólo como SÍMBOLO DEL CUERPO HUMANO, el que recibió en la morada de Barbelos de la gran fuerza del Dios Universal. 

El Espíritu Santo, como en mí, desciende a todos, y a todos ha de llevarlos al Supremo lugar de luz. 

Por eso os he dicho que he venido a traer fuego a la tierra, que es lo mismo que descender para redimir los pecados del mundo mediante el fuego

Y por eso Jesús repitió: Sí supierais y conocieseis la gran dádiva de Dios. Si percibiéseis quién es el que os habla y os dice: Dadme de beber, me rogaríais que os diera de la fuente Eterna que es manantial de dulce ambrosia, y os convertiríais en esa misma fuente de Vida, y tomó el Cáliz, lo bendijo y se lo ofreció a todos, diciendo:

-El Sacerdote se dirige al Altar mayor, eleva el Cálix en la mano izquierda, y lo exhibe diciendo:-

Esta es la sangre de la alianza que se vertió por nosotros para redimirnos del pecado, y por eso se introdujo la lanza en mi costado para que de su herida brotara sangre y agua.

(Torna al lado derecho y lo pone en la mano derecha.)

Y el gran Sacerdote Jesús dijo a los suyos: Traedme fuego

y ramas de vid - así lo hicieron. Colocó entonces el sacrificio sobre el Altar y una fuente de vino a su lado.

Una a la derecha y otra a la izquierda. Una fuente de agua ante el vino.

(Pone el cáliz sobre la mesa y levantando la mano derecha, dice:)

Y puso pan según los que le escuchaban y el gran Sacerdote Jesús se mantuvo vestido con vestiduras blancas, al que imitaron los Apóstoles.

(Toma el cáliz y va al Altar mayor y dice vuelto al público:)

Y en vuestras manos os digo que está el número del nombre del Padre que es la fuente de luz.

(Todos de rodillas. El Sacerdote alza sus manos en actitud suplicante y exclama:)

Escuchad Gran Deidad, Padre de todo lo creado, Luz divina, ¡IAO!

IAO IAO IAO IAO.

(Todos responden): Amén.

(Sacerdote:)

¡El ilumine tu Espíritu!

(Regresa al Altar)

Ven, Santo querer, Divina energía Volitiva y transforma mi voluntad, haciéndola una con la tuya...

Ven, supremo poder y desciende sobre aquellos que conocen el misterio...

Ven, valor excelso y dame la templanza y fuerza que se requiere para penetrarla...

Ven, Santo silencio que hablas del poder y de la magnitud que él encierra y revélame lo oculto...

Ven, y descúbreme el Misterio...

Desciende, Santa Paloma de albo plumaje sobre nosotros, ¡tú eres la Madre de los Gemelos!

Acude, Madre mística que sólo te manifiestas en nuestras obras.

Acércate, Santa alegría de los cielos y posa sobre nuestras cabezas, tú llevas la hebra de oro que a todos nos enlaza.

Aliéntanos a los que participamos en este sacrificio de la Eucaristía, celebrando en esta santa remembranza tuya, para purificarnos y fortalecernos.

Ayúdanos a recibir la luz, tú que ahora nos has llamado

hacia los fieles.

¡Cristo sea con vosotros!

(Acólito): El ilumine tu Espíritu.

Todos de pie.

(El Sacerdote:) 

Creo en la Unidad de Dios, en el Padre como Entidad impersonal, inefable e irrevelado, que nadie ha visto, pero cuya fuerza, potencia creatiz, ha sido y es plasmada en el ritmo perenne de la creación.

Yo creo en María, Maya, Isis o bajo el nombre que sea, en la fuerza física simbolizada en la Naturaleza cuya concepción y alumbramiento revela la fertilidad de la Naturaleza.

(Acólito): 

Yo creo en el misterio del Bafomet y del Demiurgo - Espíritu entre Dios y la criatura.

Sacerdote: 

Yo creo en la Santa Iglesia trascendida, superior, mantenida en las almas puras, en la Jerarquía Blanca representada por la Fraternidad Rosa-Cruz y, que tiene su exponente en la Santa Iglesia Gnóstica, dirigida por Patriarcas, Apóstoles, Obispos y Sacerdotes.

(Acólito): 

Nuestra ley es luz, amor, vida, libertad y triunfo.

(Sacerdote)

Nuestro lema divisa es Telema.

Yo creo en la comunidad de las almas purificadas, así como el pan material se transforma en sustancia espiritual, creo en el Bautismo de la Sabiduría el cual realiza el milagro de hacernos humanos.

Yo conozco y reconozco la esencialidad de mi vida concebida como una totalidad sin fin cronológico que abarca la órbita fuera del tiempo y fuera del espacio.

Todos: Así sea.

-El Sacerdote va al público o al Altar lateral y predica los misterios Gnósticos.-

Después del sermón vuelve al Altar y pronuncia la oración a la cruz:

Llenos de júbilo y desbordantes de fe, venimos a ti, oh cruz, oh rosa santa, santa y divina.

Tú que das el bálsamo para toda llaga y alientas el fuego que enciende la vida. Tú, que das la vida, me ofreces tu cruz que yo reconozco como la mía propia.

Yo sé de tu misterio, del Sagrado Misterio que te

envuelve, pues fuiste donada al mundo para hacer Infinitas las cosas limitadas.

Tu cabeza se yergue majestuosa hasta tocar el cielo para que sea el símbolo del LOGOS divino.

Para que presida en tu estructura la intersección del madero atravesado que forma tus dos brazos, como dos manos ingentes, que se extienden para ahuyentar las fuerzas siniestras, los poderes inferiores. Para unir en una Iglesia de santa fraternidad todos los seres humanos de puro y noble corazón.

Tu pie, como una lanza, está clavado en la tierra para que puedas redimir, para que ayudes en tu impulso volitivo a todas las entidades que moran bajo el suelo, en las Regiones Inferiores del mundo, y que a través de múltiples encarnaciones pueden llegar a la divinidad para estar reunidas eternamente a ti.

Oh tú, cruz de los maravillosos destinos, puesta por el Altísimo en la multiplicidad del Universo para que seas la redención del género humano.

Oh tú, belleza Inmaculada, que eres trofeo de la victoria del Cristo. Que eres imán de vida. Que ofreces la vida con tu árbol santo. Que extiendes tus raíces como dedos gigantescos por la hondura del suelo para donar tu fruto en los cielos infinitos.

Oh tú, Cruz venerada, que eres la Santa Dádiva del dulce

nombre, como vid que florece en el jardín de Señor.

Oh tú, Luz rosa divina en la Cruz, que das tu fuerza y tu sagrado poder a los que han merecido en la dura batalla y les conduces por la mística escala que está tendida desde la tierra al cielo, de la materia al Espíritu.

¡Oh, Cruz santa y bendita! En tí está latente la redención y bajo tu potestad y luz excelsa nos cobijamos todos para hacerte la oferta de este santo sacrificio de la unión eucarística.

Después de esta oración debe hacer un instante de meditación, mientras el Sacerdote, Diácono y fieles están de rodillas. Pasado este instante, los que hayan de participar en la Eucaristía. Se congregan alrededor del Altar, y el Sacerdote, ya de pie, ofrece primero la hostia o el pan, diciendo:

"ESTE ES MI CUERPO, RECÍBELO PARA TU REDENCION." 

Esta frase se repite por el Sacerdote cada vez que haya de introducir el pan o las hostias en la boca de los asistentes.

Terminado este acto, toma el cáliz en el que está depositado jugo de uva o vino sin alcohol y lo ofrece a cada uno de los participantes, diciendo:

"ESTA ES MI SANGRE. RECÍBELA QUE HA SIDO DERRAMADA PARA REDIMIR AL MUNDO."

Esta frase se repite cada vez al dar de beber.

Después de haber pasado a todos primero el pan y de inmediato el vino, vuelve el Sacerdote con cada uno, y poniendo la mano sobre la cabeza, dice:

¡Que la paz sea contigo para que participes de la luz!

Entonces, después de concluir con todos y estando aún todos de rodillas, el Sacerdote levanta las manos en actitud de bendecir, y dice:

Recibid el signo de la Santa Cruz sobre vuestro cuello y sobre vuestros labios para que seáis herederos de la luz.

Todos levantan la mano derecha y el Sacerdote entona el mantra:

IAO IAO IAO.

Entonces el Sacerdote cruza sus manos sobre el pecho y todos los congregados cantan el Tedeum laudamus:

¡Santo, Santo, Santo, Señor de SABAOT!

Finalmente, da el Sacerdote la bendición Aarónica.

Esta es la forma sencilla, tomada de las obras fundamentales

de la religión primitiva, y es de por sí una poderosa acción de Magia Ceremonial que trae salud y bienestar sobre los asistentes.

Puede el Sacerdote hacer formar, al final, la cadena fraternal de los hermanos.




Sâr Mar Tau Camael FR+C S.I.L.I.


lunes, 16 de octubre de 2023

La Iglesia Gnóstica y 6

 "La Iglesia Gnóstica y 6"


-Páginas 42 a 55- 





Todas estas experiencias nos demuestran, que lo que era sabido en los Misterios Antiguos y lo que conocemos hoy mediante nuestra Iglesia Gnóstica, tiene base real  y positiva. Sin embargo, lo que han hecho los citados investigadores es materializar estos conocimientos. 


Nosotros, en cambio, con manejar adecuadamente la respiración rítmica o, mejor dicho, biorrítmica juntamente con otros medios que damos a conocer, prolongamos la vida y contribuimos a sanar más enfermedades que el mismo Médico, pues, todos los Milagros del Nazarenos y lo que él hizo con el asombro inaudito de la ignorancia de la época pueden repetirlo francamente hoy mismo nuestros mismos Sacerdotes Gnósticos... 


Estos Milagros no se consiguen con fórmulas muertas, sino preparando el ánimo de aquellos que sufren y padecen…


Por eso es de tanta importancia el Culto. Antiguamente como sucede hoy con las Iglesias de la Ciencia Cristiana- se reunían los enfermos para recibir ese beneficio en el momento adecuado de la Ceremonia Religiosa, de donde salían curados. Muchas veces bastaba que el Sacerdote pusiera sus manos simplemente sobre la cabeza de un enfermo, como lo hacía Jesús, para obtener un resultado práctico y maravilloso. 


Y os preguntaréis por que la Iglesia Gnóstica da más importancia a Jesús de Galilea que a cualquier otro fundador de Religión... 


Pues bien: porque entre los demás y Jesús existió una gran diferencia que fue la Resurrección... 


Ni Lao-Tse, ni Confucio, ni Buda, ni Mahoma, resucitaron. Terminaron para nuestro Mundo visible al acaecer su muerte. Sólo el cuerpo Astral del Nazareno regresó y se perpetuo con todas las fuerzas... 


El proceso iniciático quedó, en consecuencia, completo sólo en él, y de ahí que sea tan necesaria e interesante la imitación de Jesús. 


La substancia, en Jesús, del Logos solar, se propagó por el mundo y transformó su ambiente perpetuándose hasta nuestros días como esencia solar, que ofrecemos en nuestra Unción Eucarística. 


La Eucaristía no es una simple remembranza, tal y como opinan los protestantes, ni hay que tomarla al pie de la letra como hacen los Católicos cuando aseguran que si un Sacerdote pronuncia la fórmula Hoc est enim corpus meum  y luego la de Hic est enim calix sanguinis mei, instantáneamente el pan se convierte en carne y el vino se convierte en sangre. Ni aún como lo Protestantes, al afirmar que la cena es tan sólo el recuerdo imperecedero del ágape del Señor. 


La Iglesia Gnóstica transita en un camino medio entre las dos versiones. El verdadero Sacerdote, al pronunciar nuestras sagradas fórmulas, puede si quiere despertar la Fuerza Solar dentro del pan para que tenga vida, como puede curar si lo desea el cuerpo y el alma de todos sus semejantes. 


El Sabio Herrera nos tenía verdaderamente cautivados con su Plasmogenia desde que pudimos observar sus primeros experimentos. Con ellos pretendía demostrarnos la falsedad de las  teorías vitalistas, como pretendía, asimismo, llegarnos a convertir en devotos de las suyas sumergiéndonos en un ambiente puramente mecánico. Tenemos que confesar que el resultado fue en sentido opuesto. Mientras más veíamos, mientras más observábamos, más se acentuaba nuestra afirmación de que nuestro camino va más tangencialmente con la Verdad. 


Por si esto no fuera bastante, estudiamos a Driesch, y entonces acabamos de concretar fijamente la idea, de que el germen de toda especie alberga una fuerza inmaterial (entelequia) y, no obstante, de los Zoólogos que han creído combatir a este célebre autor, nosotros sostenemos que el vitalismo, que tiene su primordial expresión  en el Logos Espermático, es el único que da la Clave para resolver los enigmas del Universo, puesto que, para nosotros el modo de desarrollarse el óvulo y los fundamentos biológicos, ya no son ni han sido nunca un misterio... 


Por eso continuamos afirmando que los gnósticos fueron los únicos que lograron desnudar la Naturaleza haciéndola asequible a los Humanos... 


El credo romano, que fue sacado también de los misterios, contiene estas frases, que entresacamos: Creo en… o, todo lo visible e invisible… en JesuCristo… que nació del padre antes de todos los siglos. Dios de Dios luz de luz…, por quien han sido hechas todas las cosas. 


Este principio inmaterial –aunque este término no es exacto- es el Eter Químico cuya base es la substancia de Cristo. La diferencia entre el Catolicismo y la Iglesia Gnóstica, estriba en que para nosotros es Cristo una substancia "divina, holística y universal" y su existencia en la tierra (en el Mundo) un hecho o un fenómeno cósmico-biológico, mientras que los Católicos sólo dan importancia al hecho histórico-material desconociendo el verdadero misterio de la substancia Cristónica (Crística)... 


Tiene nuestra Iglesia, tres únicos Sacramentos: El Bautismo, La Eucaristía, y la Extremaunción, cuyo Ritual tiene un eficaz y mágico poder. Conserva también la Confesión: pero no al modo de los Católicos... 


La nuestra es una especie de solicitud de consejos e instrucción que se hace al Sacerdote, ya que éste, como conocedor de la parte oculta, puede dar y ofrecer normas en cada caso concreto. 


No acepta pecados, sino errores, porque se tiene como un absurdo hacer creer a los demás que sus pecados serán perdonados, cuando nadie puede arrogarse ese poder ni prestar siquiera la menor ayuda en estos problemas en que sólo es responsable la personalidad de cada uno. En cambio, el error se puede corregir y subsanar con el consejo del sacerdote Gnóstico porque une a su Ministerio el de ser un Médico por excelencia que, dentro del Psicoanálisis, le es dado transmutar los errores y hacerlos convertir en santas y puras Verdades. Para ello es preciso estar en una buena disposición y en condiciones de recibir Fuerzas Divinas, cuya actitud sólo se consigue poniéndonos en contacto con la santa Eucaristía. 


Un Sacerdote, porque no es infalible en su vida vulgar, podrá estar equivocado en una de sus apreciaciones u opiniones; pero al actuar como tal en este Sagrado Sacramento, las fuerzas todas se concentran en él, y entonces representa a un Alto Iniciado, al Ungido, a Dios mismo, y esparce y da a los demás cuanto recibe. En este supremo instante es cuando deben ser acercados al Altar todos los enfermos y afligidos. De allí saldrán ciertamente curados. 


Todos los Altos Iniciados, los que nosotros llamamos Santos Padres de nuestra Iglesia Gnóstica, están conformes con esta Doctrina, y así la dejaron expuesta en Obras trascendentales que hoy difícilmente se podrán encontrar en las Bibliotecas. 


La Iglesia Católica, en su lucha por lograr su establecimiento en el Mundo, hizo cuanto pudo por borrar las huellas de los Gnósticos, cuyas consecuencias eran demasiado claras y abiertas y demasiado amplio el sostenimiento de la Verdad. Y aunque luego corrieron ríos de sangre para la imposición del Cristianismo en su forma Católica, se valió en los primeros siglos de medios más diplomáticos recurriendo a quemar Libros, a falsificar otros y a recoger los de mayor importancia Iniciática que hoy se encuentran escondidos en el Vaticano. 


Mucho, naturalmente, está expresado en ellos en metáforas, en símbolos que los Católicos no se dieron el trabajo de descifrar; pero que ahora nosotros nos vemos forzados a esclarecer, cumpliendo nuestra misión, aunque esto sea con dieciocho siglos de retraso... 


Vamos al fin a lograrlo con Epifanía. Epifanía es una palabra, procedente del Griego, que aún siendo la ocupación y preocupación constante de los teólogos, no ha sido posible obtener resueltamente sobre ella una ajustada y acertada explicación. Sin embargo, nosotros podemos decir que entendemos por Epifanía, la Revelación, la Ascensión o la Manifestación de Cristo en nosotros…


Queda, pues, la Palabra definida. Pero al meditar sobre su aplicación, en un sentido verdaderamente práctico, se nos ocurre pensar que muchos de nuestros Lectores se habrán preguntado acerca del como se manifiesta Cristo en nosotros... 


He aquí el Secreto de la Unción Eucarística en la Iglesia Gnóstica. 


Veamos como. 


Los Rosa Cruz Alquimistas afirmaban que los cuatro Elementos de Tierra, Agua, Aire y Fuego, ofrecían la resolución de todos los problemas mediante una quintaesencia, sutil e impalpable, que alienta perennemente en cada uno de ellos. 


El Elemento Tierra, para los Rosa Cruz era todo lo sólido, a lo que daban el nombre de SAL. 


Agua, era para ellos todo lo líquido, incluso el vapor que llamaban MERCURIO. 


Y Fuego, todo aquello que era inanalizable, a lo que designaban con el nombre de SULFUR AZUFRE. 


Paracelso, en su Libro PARAMIRUM, Lib. I, Cap. VI, dice: La Anatomía del hombre es doble. Bajo un aspecto, consiste en disecar el cuerpo a fin de descubrir la posición de los huesos, músculos, venas, etc.; pero esto es lo que menos interesa. El otro aspecto es más importante y consiste en introducir una vida nueva en el organismo, ver las  transmutaciones que se efectúan en él, saber lo que es la sangre y qué especie de Azufre, Sal y Mercurio contiene. 


De aquí que el mundo se compusiera de esos tres principios, cuyos tres estados dentro del Universo eran denominados por los Antiguos las TRES SUBSTANCIAS. Tierra es, asimismo, los cristales que forman el agua congelada como cóppulo de nieve. Si tomamos, por ejemplo, agua que contiene hierro, no es posible que podamos ver ese metal; pero basta que lo pongamos en contacto con un reactivo, acaso el oxígeno, para que se solidifique. Si esa misma agua la calentamos, llega a transformarse en vapor, y entonces el hierro que en ella se contiene se hace gas que arde mediante el fuego. 


Aquí tenemos, pues, al hierro, pasando por el estado de sólido, vapor gaseoso y fuego radiante. Por ese mismo proceso se pueden hacer pasar todas las cosas. Todo se puede convertir en sólido, líquido y gaseoso mediante ese impulso interno de quintaesencia del que antes hemos hablado. Pero éste es un ejemplo grosero. La Naturaleza misma por impulso propio ejerce estas funciones de manera aún más bella. 


Tierra, es la que recoge la Semilla de una planta, la que abriga, la que estrecha y la que la hace estallar y desplegarse, produciendo la Raíz, el Tallo, las Hojas y la Flor. Cada Flor que nace es un altar que la misma Naturaleza ofrece a la Divinidad.... 


Una corriente constante es la que hace surgir y empujar las sales de la Tierra en dirección ascendente; pero otro impulso de igual naturaleza toma el influjo del sol y lo hunde llevándolo hacia abajo. Esta sumersión del Sol vital es la que denominamos la quintaesencia, el Éter, porque ella es el Cristo. Cristo es la Luz del Mundo, la influencia energética que a todo anima, es el Logos Solar que en todo opera y, sin el cual, nada tendría existencia. 


Supongamos por un momento que este Cristo nos abandonara, es decir, que el Sol vital se extinguiera. Todo cuanto existe sobre la gran mole Tierra se desmoronaría; el enlace atómico quedaría roto, y sobrevendría el Caos... 


Por eso dice Cristo: Antes que Abraham fui yo. Es indudable el significado interno de esta frase, puesto que Cristo está con el Mundo desde su Creación, como Logos Solar, para que la Vida fuera manifestada. 


Por eso los gnósticos establecen una diferencia sensible entre Buda, Zoroastro, Confucio, Mahoma, etc. y Jesús (el Cristo). Los primeros fueron, ciertamente grandes filósofos encargados de predicar una Religión y grandes Iniciados a quiénes se encomendó la misión santa de establecerla según la época y el país; pero Jesús, en Cristo, tiene otra personalidad distinta. Es Dios, es el Logos o la Esencia Solar, es la fuerza del Espíritu que está hundida en el Sol y alienta tras de él. Es la Substancia íntima que se infiltra en las plantas y las hace crecer, transformándolas luego. 


En la unción Eucarística vuelve a repetirse este proceso. Por eso el Altar simboliza la Tierra, el pie del cáliz, el tallo de la planta, y la copa Sagrada, la Flor. Pero no creáis que todo esto sea sólo un símbolo, sino una realidad. 


El Cristianismo, para los Gnósticos, no es un emblema simple. Es algo cierto, positivo y real que tiene una franca e indudable manifestación. El Sol acerca y profundiza en la raíz del trigo, impulsa su energía ascendiendo, hace crecer el tallo, dar la espiga y, finalmente, se concreta en el grano. Dado el grano, lo demás muere. Tallo, espiga y raíz se descomponen y queda tan sólo el corpúsculo de Trigo con su potente poder de alimentación y fuerza energética, como en el carbón queda el fuego concentrado, que al convertirse en pan, no es sólo un hidrato de carbono sino vida solar, Cristo aún en potencia... 


Luego, al entrar en nuestro cuerpo, comienza la gran transmutación en sangre, y hormonas, en tejidos, etc. Si en todo hubiera elementos muertos, nada sería construido dentro de nuestro organismo; pero es Cristo, la vida Solar la que impera constantemente, y es ella la que teje y desteje, la que forma y transforma cuanto tiene desenvolvimiento bajo el Sol. 


He aquí por qué la eucaristía no es un símbolo ni  una alegoría más o menos bella. La Santa Unción Eucarística es práctica y positiva, porque tenemos realmente a Cristo dentro del pan... 


Pasemos ahora a la base Materia, Energía y Conciencia. El pan, no es sólo Materia, ni sólo energía motriz, sino Conciencia-Cristo. En el átomo, lucha constantemente la Conciencia que no quiere ser absorbida por la Energía motriz, y ésta, a su vez, se defiende de la Materia en igual sentido. 


Al venir de fuera una energía mayor, aumenta su brío la que está latente, y de este mismo modo opera la conciencia. Ahora, la cúspide, la cima, lo más grande de la Conciencia y de la energía unidas, está en el Sol, y esa partícula divina del Sol es la que se adhiere al Pan Eucarístico. 


Igual sucede con el Vino. El Agua de la Montaña en sus ventisqueros, va filtrándose  en la Tierra. De allí la toma la energía concentrada de las raíces de la Vid y haciéndola pasar por la cepa o tallo duro, la obliga a ascender hasta encerrarse en la Uva y producir su jugo que más tarde se convierte en Vino. Pero mientras está en la Uva, va percibiendo la influencia solar del Cristo, la que luego es transmitida al vino mismo y en él queda como potente sustancia de vida. 


El Sacerdote Iniciado, al celebrar el Rito eucarístico, percibe en éxtasis la influencia de Cristo, y al operar mágicamente transmite su propia influencia al pan y al vino haciendo despertar las substancias que en ellos radican para que obren en el cuerpo. 


El Elemento FUEGO está representado por las bujías o luces. En cuanto al sacerdote, lleva tres vestiduras superpuestas y un bonete. 


El Bonete lo hace humano. Es el Sombrero con que se tocan los Judíos en la Sinagoga o el que utilizaron los masones Alemanes como símbolo de la Igualdad. 


Las tres vestiduras, son nuestros tres diferentes cuerpos: el Físico, el Astral o de Deseos y el Mental o Espiritual. 


Cuando termina la consagración, se ha quitado dos de ellas y queda con el hábito usual, significado que ha tornado a ser el Hombre otra vez. 


Cuando predica, se cubre la cabeza. Esto quiere decir que es lo mismo que todos los demás Hombres y que sólo expresa opiniones personales. 


La lectura de los Evangelios en la Biblia, es porque el Evangelio limpia y barre todo lo impuro dentro de nosotros, y al moverse de un lado al otro del altar, no es más que el paso de uno a otro mundo. 


No hay que olvidar que la rosa Cruz, siempre fiel a su triplicidad, tiene un aspecto físico en cuanto que es una Sociedad que se ocupa de la Ciencia y de todas sus investigaciones. Otro, de orden oculto, que estriba en las Prácticas y en el ejercicio de los santos Rituales., Y un tercero, finalmente, en el culto Religioso de la iglesia Gnóstica. 


Cada uno de estos tres aspectos, deben de ser trabajados por el Estudiante o Discípulo... Pero puede ocurrir, según el libre albedrío de cada uno, que haya personas que sólo pertenezcan a la parte externa de la investigación científica de la Orden. Otras, que quieran quedarse sólo con la Iglesia y dentro de su culto. Y aún otras que, prescindiendo de las dos situaciones anteriores, deseen pertenecer tan sólo a la ORDEN MONÁSTICA ROSA CRUZ. 


  • Mercurio es el que ocasiona  el movimiento ascendente de la vida en las Plantas. Está representado  por Aire y Agua, cuyos dos elementos circulan a través de lo sólido en el Altar. El incienso. 


De aquí que pudiéramos establecer un cuaternario de este modo: FUEGO, las bujías. AIRE, Incienso. AGUA, el Cáliz; y TIERRA, el Altar. Si tomamos H O puro , sería un veneno para nosotros. Es necesario que estén unidos con Tierra, con sales, etc., para que no nos dañen y nos produzcan bien. 


Existe una enfermedad conocida por los Ingleses con el nombre de Homesickness, que es sinónimo de nuestra nostalgia por el hogar. 


Es decir, si una persona se ausenta de su casa, padece de la tortura de no estar en ella al lado de los suyos y puede llegar a ponerse enferma. Ello es debido a que no sólo nos alimentamos por la boca, sino por la piel, por los ojos, por los oídos... 


El ambiente nos nutre. En una región del mar, recibimos y aspiramos las sales marinas. En el bosque de pinos, las emanaciones resinosas de la cera. 


Al abandonar una persona el ambiente acostumbrado, se enferma de añoranza porque siente la falta y aún la nostalgia de ese alimento que constantemente recibía en su hogar. La Sangre se lo pide, se lo exige y cuesta mucho poderse acostumbrar a un ambiente distinto. 


Si en esta situación se reciben noticias o algo que se refiera a lo seres queridos, el corazón se ensancha y llegamos hasta a besar el objeto que ha tenido en sus manos la madre, la esposa o el hijo ausentes; y si un día regresamos, nos sentimos invadidos de ese goce íntimo de tornar a lo que más amamos.  


Nosotros "somos de otro mundo muy distinto a éste en que habitamos", y en nuestro subconsciente va siempre el peso de la nostalgia con su perenne cadena de sufrimientos. 


El Altar y la Eucaristía ya son algo, como un anticipo de aquel mundo de donde hemos venido, y por eso se siente ese placer, ese goce inefable al recibir la sagrada forma de manos de un Sacerdote o de un Obispo Gnóstico... 


El Catolicismo no tiene una idea clara de estas cosas. Niega un mundo espiritual y sólo conoce un Infierno y un Cielo hipotéticos. En cambio, los Gnósticos reconocemos sinceramente ese mundo Astral en donde penetramos y nos ejercitamos durante nuestras prácticas. Cuando comemos, los alimentos se destruyen en la boca primeramente, el estómago los prepara para lanzarlos al intestino, y allí exprimen toda su energía para seguir su ruta normal y volver de nuevo a construir. Este es el mismo camino que llevan todas las cosas en la Naturaleza... 


Sólo muriendo, es nuestro cuerpo aprovechable... Sólo la Muerte, trae Vida. El Alcohol nos hace mucho daño porque no permite, si se ingiere en grandes cantidades, hacer esa labor orgánica de descomposición y va, tal cual es, directamente a la sangre para producir luego esos fenómenos de intoxicación. Hay que advertir que nuestra Sangre es un líquido sagrado, y a él va a parar la parte solar que nos aporta la comida (pan) y el líquido (vino). 


Si nos espiritualizáramos tanto que llegáramos a despertar con nuestro contacto la Conciencia y la Vida de todos los Elementos, cada comida nuestra sería una Unción, una Comunión; pero no siendo eso posible, tenemos necesidad de hacer con frecuencia esa transmutación para que nos produzca la necesaria eficacia. 


Es por esto que la Unción Eucarística viene a ser algo real y extremadamente positivo como Santa Operación de Magia en manos de un OBISPO. 


Así lo comprendieron los primeros Cristianos y así lo volvemos a introducir nosotros. No de otro modo puede lograrse ese Sagrado Misterio a que se da el nombre de EPIFANÍA, y que nosotros traducimos como manifestación de Cristo. La Unión con EL. YO soy... en nosotros, dice Jesús. 


En el Evangelio de San Juan repite el autor Bíblico, siempre en ritmo, siete veces las dos palabras de YO SOY, y aunque esta frase pase desapercibida para la mayor parte de los Lectores, en ella está, tomándola en el concepto en que fue escrita, el Misterio del Cristianismo, la Conquista del Verdadero YO... 


Los Hindúes, en sus enseñanzas esotéricas, hacen concebir una ENTIDAD UNIVERSAL –que aún está más explícita en los Persas con su Zend Avesta – de la cual somos, como YO, sólo una chispa... 


El nuevo movimiento Teosófico de la VIDA IMPERSONAL, con una extremada poesía, pero aplicando mal los Versículos Bíblicos, quiere obtener un renunciamiento del YO y una invasión o disolución dentro de un estado puramente impersonal. 


Esto, que quiere la nueva Rama Teosófica, "de Besant y Compañía" encierra uno de los más grandes peligros... 


Si los Adeptos de esta Sociedad han leído nuestra Conferencia sobre el YO INTERNO, habrán observado que no dicen nada nuevo que no esté manifestado en ella; pero en la forma que lo expresan sólo se consigue como término sacrificar lo más grande, lo más santo, lo más sublime, que es AQUELLO por lo que murió el Logos Solar en el Gólgota, el YO ... 


YO SOY, puede decirse, que es lo más trascendente que  llegamos a expresar. Si leemos esos neologismos que se encuentran ya escritos sobre la VIDA IMPERSONAL, no tenemos nada que oponer al texto, pues hemos dicho y diremos siempre lo mismo dentro de estas Teorías: Que la diferencia está en el concepto... 


Oigamos un ejemplo: Dos personas discuten; pero en el momento álgido de la discusión, una dice a la otra palabras ofensivas... 


El ofendido responde entonces: Usted no me puede ofender. Ésta frase puede traducirse diciendo: Hay tanto cariño entre los dos, que por mucho que usted me diga, no cabe ofensa. 


Estamos tan por encima de la ofensa misma, que cualquier frase en usted que pudiera parecerlo no es para mi nada más que un consejo. Está usted tan elevado moralmente que no me puede ofender. Usted es incapaz de ofender a nadie... 


Sin embargo, en otro concepto diríamos: Usted es un malvado. Todo lo que usted piensa y dice es inmoral. Usted no puede ofender a nadie porque es tanta su maldad que le rebaja hasta el punto de no tener la autoridad necesaria para ofender a otra persona. 


¿Observáis cómo la misma frase puede tener interpretaciones distintas y aún opuestas? Por eso no podemos combatir así esa nueva Escuela. 


Siempre habría imaginaciones dispuestas a querer interpretar una frase cualquiera o una palabra a su  gusto, y no llegaríamos nunca por este medio a podernos entender. De ahí que sea preciso probar adecuadamente bien sea la bondad o perversidad de una cosa, pero probar siempre y, más en este caso, en que dentro de los conceptos, hay un daño visible…


Los Gnósticos recomiendan constantemente la Meditación sobre los siete YO SOY del Evangelio de San Juan, pues hay que pasar por la revelación del YO CRISTO, para conquistar nuestro propio YO. 


El presente, nuestra época misma, está enferma del yo. En épocas anteriores, esta aguda enfermedad se dirigía hacia el YO IMPERSONAL; pero ahora nos azota el terrible peligro del Egoísmo. Tanto un extremo como el otro son malos y condenables. Hay que buscar, en consecuencia, el YO MEDIO, EL YO EN CRISTO, EL YO DE LA SUBSTANCIA SOLAR, pero consciente en nosotros como YO. Cada vez que se diga un YO SOY –dice el Iniciado Rittelmeyer- es un remedio eficaz contra las enfermedades endémicas del Yo. 


Yo soy el pan. Es el remedio contra el Egoísmo del YO. 


Yo soy la Luz. Contra el temor del Yo. 


Yo soy el Buen Pastor. Contra la debilidad del YO. 


Yo soy la Puerta. Contra la emoción enfermiza del YO. 


Yo soy la Resurrección. Contra la petrificación del YO. 


Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Contra la pobreza del YO. 


Yo soy la Vid. Contra la dureza irresistible el Egoísmo del YO. 


Sobre todos ellos, hay uno que a todos abarca: Yo soy la Luz. Meditando sobre estos siete Yo Soy, llegamos a comprender que somos UNO con el Logos Solar, pero conservando nuestra Entidad Personal, diferenciada en un YO individual, y en ello radica el Milagro, el Misterio, mediante el cual Cristo hubo de ofrecernos el YO. 


En estos siete YO SOY, están los siete Sacramentos. 


Yo soy la Luz: El Bautismo. 


Yo soy la Vid y vosotros los Sarmientos: La Comunión. 


Yo soy el Buen Pastor: La Confesión 


Yo soy la Puerta: El Matrimonio 


Yo soy el Pan: La Unción eucarística. 


Yo soy la Luz del Mundo: La Ordenación de Sacerdotes. 


Yo soy la Resurrección y la Vida: La Extremaunción. 


Fijaos que el primero de los Siete, es Yo soy el Pan, y el último Yo soy el vino. Quiere esto decir, que entre el primero y el último está todo absolutamente contenido.... 


En Hebreo YO, es ANI. La Realidad está en la A y el Yo en la I; pero la N se interpone entre los dos, como negación. Sucede igual que con el monosílabo AUM. En la A está la Realidad. La U la hace ascender y escapar de nuevo y la M viene después como punto negativo significando la Muerte. 


Los Pueblos de habla Española tienen, al igual que los Alemanes, el privilegio de poder encerrar a Dios en la O, y sería un crimen ir contra esa conquista magnánima del Cristo... 


Por eso los gnósticos, entendiendo que la veracidad debe de ser la primera condición del Ocultista, propagamos abiertamente nuestro YO, y honradamente lo exponemos a los demás. Este Yo es, pues, susceptible de ser educado. No en el sentido de una educación escolar, sino como tal Personalidad efectiva... 


Benjamín Franklin, uno de los hombres de más acentuada Personalidad, cuenta que un día se hizo un examen a sí mismo y descubrió doce faltas, doce malos hábitos, que le estorbaban para el progreso del YO, y entonces dijo: “Así como no es posible que un Cazador pueda matar doce liebres a su vez, so peligro de no matar ninguna, tampoco es dable extinguir doce defectos a la par, sin correr el riesgo de no quitar ninguno...” Pensó, en consecuencia, ir combatiendo estos malos hábitos uno por uno cada dos meses, requiriendo esta labor una extensión de dos años. Acto seguido comenzó la norma trazada y pudo llegar al fin con éxito indudable logrando cuanto se propuso. 


Ya, la Naturaleza nos enseña, yendo ella misma por grados. Natura non facit saltus. Primero, abarca un estado; luego otro, y así va progresivamente avanzando en sentido indefinido... 


Del mismo modo las Culturas y Civilizaciones de todos los tiempos, brillaron por épocas determinadas, siendo cada una de ellas de imprescindible necesidad dentro de su período. 


Para que una semilla madure, ha de pasar durante algún  tiempo por el estado de semilla misma, conservando su prieta envoltura o su dura cáscara, y esto sucedió con las Civilizaciones China e Indú. La época de su florecimiento fue la época de la semilla, dentro de la cual quedaba encerrado el Logos Solar como en cofre Hermético... 


Al nacer Jesús, el Nazareno, y al ofrendar su heroico sacrificio sobre el Gólgota a toda la Humanidad, hizo estallar esa semilla floreciendo instantáneamente el nuevo período del YO que llega hasta nuestro días. 


Contribuir ahora con poderosos esfuerzos a que los pedazos de esa semilla rota ya vuelvan a juntarse sin darnos cuenta que la planta brotó y que ya está erguida y lozana, es tan extemporáneo y es querer retroceder a Edades fenecidas en la noche de los tiempos. 


Pretender con estudios seudo teosóficos que duras cáscaras o viejas envolturas tornen a cubrir semillas de antigüedad remota que hizo florecer el Cristianismo Primitivo, lo consideramos absurdo. 


En la edad Indú, se admiraba el Grano con su belleza y hermosura inextintas. Hoy debemos admirar y adorar al YO CRISTO, que es quien ha de dar su Luz a nuestro propio YO. La entrada de Cristo en el Templo arrojando de él a Mercaderes intrusos, tiene para nosotros un aprovechado simbolismo. Todo esto nos enseña, que debemos arrojar y expulsar muy lejos de nosotros todo lo que sea arcaico, lo que suponga prejuicios tradicionales, cuanto estorbe y sea inútil para nuestro adelanto y progreso, purificando al par el Templo interior de pensamientos pesados y materialistas, que son los que forman el odioso comercialismo que se advierte dentro de una palabrería vana y estulta. 


Es nuestro deber más sagrado, respetar todas las ideas, considerarlas y estudiarlas, porque siempre serán fiel expresión de sentimientos bien arraigados. Pero es también nuestro deber alzar la voz para que se nos escuche en defensa de la Verdad: De aquí que afirmemos que los estudios teosóficos basados en teorías y en normas antiguas del Budismo, los consideremos inútiles y sin eficacia para la Humanidad actual, porque ésta tiene ya como Redención al Cristianismo, que es el que nos ha ofrecido el medio de realizar nuestro Yo, el Cristo interno que a todos anima... 


La posición de oposición en que ha venido colocándose desde remotos tiempos la Iglesia Católica con respecto a los Gnósticos, ha hecho que se pierda para el Mundo las más sabias enseñanzas que tan precisas hubieran sido para la Humanidad en todo tiempo. Sin embargo, bien supo adjudicarse una buena parte del Gnosticismo de Clemente de Alejandría y de su discípulo Orígenes, explotando sus Obras, aunque rechazando las verdaderamente gnósticas... 


Lástima es que no se hubiera cumplido el deseo de estos Sabios Iniciados de enlazar los Antiguos Misterios con el Cristianismo naciente. Habría sido lo más lógico y una bendición indudable para la Humanidad.


No obstante, los Misterios conocidos en todas las épocas precristianas como especie de representaciones teatrales, fueron llevados, con la Crucificación y Resurrección de Jesús, a la Realidad, a la Práctica... 


Por eso resulta que ÉL, Jesús, el Cristo, es más grande que todos sus predecesores. Si bien las traducciones Bíblicas, como ya se ha dicho, son todas defectuosas, recientemente los Teólogos Alemanes han hecho una nueva traducción de las escrituras primitivas, en cuya edición ya resalta claramente el Gnosticismo. La frasee SED PERFECTOS como mi padre lo es, debe traducirse por SED INICIADOS; y los lectores de las Sacras Escrituras tendrán que hacerlo así. La Biblia es una de las Obras Iniciáticas más perfectas, y a ella deberían dedicarse principalmente los Estudiantes de Ocultismo aunque es preciso saberla leer y comprender, porque ni aún los mismos Teólogos sacan de ella el provecho necesario. 


Yo sostengo que todos cuantos Misterios y enseñanzas del pasado nos llegan importados desde el Oriente, se encuentran de modo más grandioso en la Biblia. Sobre todo en esa síntesis general a la que damos el nombre de Apocalipsis de san Juan, como vimos al principio. 


Los Cristianos todos pasan por alto, y aún le conceden escasa importancia, a lo que se les habla del Reino de Dios, es decir, del Pleroma de los Gnósticos, siendo ello tan interesante. 


Una idea vaga nos han dado los Hindúes al hablarnos de su Devachán; en cambio, los Rosa Cruz se han especializado en las investigaciones del Mundo Astral y pueden decirnos verdades más profundas que han sentido y vivido. 


Cada época y cada pueblo, es cierto, que tienen sus maneras de vivir la Verdad aunque ella sea UNA desde que el Mundo es Mundo; pero ya no resulta ni puede ser atacada esa frase de los Budistas en constante negación sintetizada en el YO NO SPY. Esta frase ha sido reemplazada oportunamente por Jesús con el YO SOY, cuando dice: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO. ¿Pero LA LUZ DEL MUNDO no es el Sol? 


Pues bien, Cristo es la Luz del Sol, lector querido: queremos repetir esta frase como esencial en este libro para que se te grabe: "Cristo es la luz del Sol". No ya física, sino la espiritual, que está detrás de ella. Cristo Jesús, antes de la Resurrección de Lázaro, habla de la semilla la que hay que conocer y tener en cuenta. Por eso jugaba papel tan importante en los Misterios de Eleusis, donde se representaba a Deméter provista de una espiga de trigo. 


Los mismos Evangelios pintan una sucesión cronológica al estar representados por el Toro. Símbolo de los Egipcios, fue el Buey Apis. De los Persas, el León, y de los pueblos Nórdicos, sobre todo de los Alemanes, el Aguila, y ellos esperan, con el Ángel, recibir la revelación. 


Estudiada la Biblia, se encuentra en sus pasajes otra sucesión. Las tres etapas de la Trinidad que se denominan:  Imaginación Inspiración e Intuición Primero es preciso ver interiormente las cosas espirituales, y luego hay que escuchar el Verbo o la Palabra divina, para tener nuestro organismo espiritual preparado para la Intuición. 


Jesús quiso dar  esa impresión despertando la Imaginación a  todos los que vieran y leyeran acerca  de su martirio, a fin de tenerlos aptos para recibir su Palabra y disponerlos luego para llegar a la Iniciación.


Para acercarnos a todo esto, es absolutamente necesario que nos invada un sentimiento de alegría. No debemos quedarnos con el Viernes Santo de una pena profunda, sino enardecidos por una sana y alegre satisfacción en plena pascua de Gloria. 


Así dice Nietzsche, que el Mundo sería otro distinto si hubiéramos cultivado con verdadera asiduidad el Optimismo y la Alegría. 


Esta Trinidad se encuentra en la tres primeras súplicas del Padre Nuestro, a saber:  


SANTIFICADO SEA TU NOMBRE. Es decir, el Santo Nombre de Dios, el Verbo, la palabra productora. 


VENGANOS TU REINO. Con la pronunciación del Verbo, de la palabra, de los Mantrams, viene el Pleroma, la plenitud, el Reino de Dios. 


HÁGASE TU VOLUNTAD, ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. En esto consiste la Unión, quedando todo resuelto. Con estas tres demandas, hemos pedido todo lo necesario, y si un día lo logramos, ya SOMOS y no hay necesidad de pedir. 


En la Unción Eucarística, no hay que olvidar que nuestra substancia, dentro de su íntimo albergue, es su propia substancia y que al penetrar en nosotros con su forma, nos ilumina y nos coloca en condiciones de comprender los Misterios. 


El mismo Jesús habló de alegría en Jueves Santo momentos antes de su sacrificio. Eso quiere decir que hasta en presencia de la desgracia debemos estar contentos y alegres. Cuando un niño al hablar de alguna cosa dice esto es mío, empequeñece el concepto y los oscurece  con un dignificado tinte de egoísmo. Del mismo modo somos los hombres cuando hablamos del YO. EL YO de Cristo en cambio, tiene forma de espacio, es más plural, procura ser inmensidad, y en ello radica también el misterio de la alegría habitual que debiera asistirnos. 


Cuando decimos yo tengo alegría, estaría mejor la frase repitiendo: YO SOY ALEGRIA. Esto está indicado en la Misa con Melquisedec cuando habla del sacrificio del pan y del vino. 


Si retrocedemos, sondeando y buceando en el pasado, arribaríamos ciertamente a aquellos estados primitivos de barbarie de la Humanidad; pero, hay que tener en cuenta que ésta era una época transitoria, antes de al cual ya existían los Misterios que fueron extendidos y propagados como una especie de preparación para la gnosis y el Cristianismo. 


Es posible que los que se conocen históricamente, ya estuvieran en decadencia, porque los genuinos eran secretos en absoluto. En relación con esto recordamos, que Esquilo fue acusado y procesado por haber  hecho referencia a una parte de los Misterios que debió haber tenido en silencio. Probó entonces que él lo que sabía era intuitivamente y que no había recibido la iniciación. Hay verdades de razón y verdades de hecho. Cristo, al presentar personalmente su Drama de Misterio, reveló una Verdad de Hecho... 


En la Misa de los Misterios, los concurrentes llevaban ofrendas a los Dioses, consistentes en algo de su fortuna. Esto es lo único que han conservado los Católicos recibiendo dádivas para sí y no para Dios. También se habla en la Iglesia del sacrificio intelectus. Esto quiere decir que debemos sacrificar en nuestra religiosidad el propio intelecto, pero no en el sentido de que estas cosas no pudieran ser concebidas intelectualmente, sino que el Intelecto es puramente material y debemos ofrecer y brindar sólo nuestra parte espiritual... 


La Venida de Cristo de que tanto hablan las Sectas, quiere decir que vendrá a posesionarse de nuestra Razón, y aunque el materialismo de hoy no es muy propicio, hay, sin embargo, posibilidades divinas que nosotros vamos a despertar preparando a todos mediante la Unción Eucarística.


Para Explicar la Unción Eucarística y reconocer su Septenario de : Imaginación. Inspiración. Intuición. Palabra o Verbo. Sacrificio. Transmutación. Unión. Es necesario que nos valgamos de un símil o ejemplo bien sencillo. Vemos a una persona cualquiera, observamos su imagen y escuchamos su palabra, y esto no es bastante para pasar estas impresiones a nuestra conciencia. Su fisonomía nos da a conocer algo de su carácter, pero de manera engañosa muchas veces. 


Los seres más perversos tiene un lindo rostro. Sólo al escuchar su palabra, su voz, podrá impresionarnos de una manera agradable o desagradable. Es éste un fenómeno oculto muy curioso. Cuando escuchamos en ocasiones una conversación, por ejemplo a través de una pared, si la voz nos agrada y tiene nuestra simpatía, queremos forjarnos una cara que luego de conocida la persona no resulta. Es, pues, necesario ver y oír para darnos cuenta exacta de quien se trata y aún darle nuestra mano para que el aura de ambos se confunda. Inmediatamente se siente la impresión. 


Hay personas cuyo contacto nos choca, nos despierta la repulsión y otras, en cambio, cuyo acercamiento nos agrada. En este símbolo de dar la mano, existe una unción, una comunicación...  


En la Unción Eucarística es igual. Primero, hemos de observar la Ceremonia de la entrada del Sacerdote y preparar nuestras Imaginación para abarcar todo el acto aprovechadamente. Luego, al recitar el Oficiante el Ritual, debemos pensar sobre su contenido, sobre su divina Magia, para llenarnos de sus emanaciones sacrificando todo cuanto tenemos de humanos dentro de nosotros mismos, a fin de recibir la parte divina que a su vez en aquel acto se sacrifica. 


Viene a continuación, la pronunciación de la fórmula que transmuta simbólicamente y, hasta en cierto modo, de una manera real; y, finalmente, debemos recibir el pan de vida con todo el recogimiento y con toda la religiosidad de que seamos capaces para ofrecer a la divina dádiva, más que un mísero albergue, un templo Verdadero... 


En esto exageran los Católicos, pues suponen que si al pasar un Sacerdote cerca de donde haya una gran cantidad de pan pronuncia la fórmula hoc est einam corpus meum, todo él se convierte en Cristo en ese mismo instante. No es así. Esto es puramente dogmático... 


Los Protestantes, en cambio, se exceden y van al otro extremo afirmando que la Eucaristía es sólo alegórica y que si se práctica es en recuerdo del Agape que Jesús ofreció a sus Apóstoles. 


Los Gnósticos tomamos el camino del medio. Al pronunciar la fórmula y ejecutar la Ceremonia nuestro Sacerdote Iniciado, la parte santa del Prana que alberga el pan, la parte del Sol que recibió al crecer el trigo, se desliga convirtiéndose en substancia espiritual, y entonces el pan y el vino unidos, obran santificando. Tanto en el pan como en el vino, existen las partículas divinas de los Elementos, y a éstas, en la Unción Eucarística se les une a la parte de Divinidad que llevamos nosotros. El Agua proviene del Cielo. El Vino de la Tierra, y en esa santa y mágica comunión se reúnen y ligan…


Por otra parte, el camino de Imaginación, Inspiración e Intuición lo encontramos también al conocer a cualquier persona. 


Dice un filósofo que el hombre es invisible. A primera vista nos llenamos de extrañeza, pero luego observamos cuanta razón lleva esta afirmación filosófica... 


Y es que esa entidad invisible y espiritual se anuncia y manifiesta por la faz, por los ojos, por los movimientos del cuerpo, por el énfasis de la palabra, sin que sepamos quién es y cómo se llama lo que caracteriza el verdadero Hombre, precisamente porque permanece invisible a pesar de esa forma de manifestación. Supongamos que se presentara ante nosotros una porción de decapitados o cuerpos sin cabeza. No nos darían la sensación de personas. Pero aún suponiendo que la cabeza la conservaran, si no gesticulan, si no se mueven y, sobre todo, si no hablan, tendríamos que considerarlos como cuerpos inanimados que nada nos dice ni nada nos hacen sentir. Sólo al escuchar su voz y la  modulación de sus palabras, es cuando pondríamos nuestro calificativo sobre cada uno, porque entonces se opera la comunión. Antes de la Imaginación, antes de que ésta sea recibida y tome cuerpo en nosotros, disponemos escuetamente de un intelecto abstracto. Ya en una esfera sucesiva, viene la Imaginación. 


En los Misterios Antiguos se despertaba la Imaginación con un Drama en el que aparecía la Figura del Dios lleno de luz. Luego ponían en práctica el Rito y lo recitaban llamándole de nuevo. Aquí tenemos, pues, la etimología de Recitar, es decir, volver a citar. 


Los Católicos al celebrar la Misa, rebajan a Dios y lo empequeñecen, pues lo citan como citaríamos a una persona cualquiera a una hora y en un lugar determinado... No debe ser. Las Fuerzas Divinas están siempre presentes, sin variación, y el culto se dirige únicamente a despertarlas para que actúen. Pero todo tiene que manipularse en sentido rítmico, ya que todo a nuestro alrededor es ritmo... 


A nuestros Feligreses les recomendamos vivir la Trinidad. En la noche, al irnos a acostar, nos vamos al seno del Padre, que es el Invierno, la Muerte. Por la mañana, al despertar, moramos en el Hijo, que es la Primavera, el Nacimiento en Belén. A mediodía, cuando el Sol está en lo alto y nos inunda la vida, vivimos en el Espíritu Santo, que es el Verano con su divino fuego. 


De todas las Religiones, la Católica es la más materializada, y se refleja esto por lo negro del hábito o sotana, que simboliza el cuerpo físico. Al ponerse el Sacerdote el alba, que es de color blanco, es cuando reconocen otros cuerpos  aún cuando ellos mismos lo ignoren y el oro que usan los Obispos representa el Sol. Los Gnósticos tenemos de común con ellos  el color blanco, si bien en cada estación usamos un color distinto. Cuando un Oficiante Católico va desde el lado de la Epístola a la del Evangelio, para unos significa ir de Herodes a Pilatos y para otros es el paso de los Gentiles a los Judíos. En realidad, significa el cambio de un estado a otro, y por eso mismo nosotros lo simbolizamos también cambiando de altares. Finalmente, en la Ceremonia de la Unción se refleja toda nuestra vida. Cuando llegamos al Mundo, venimos con ciertas facultades y poderes latentes y tenemos el deber ineludible, porque no es otro nuestro objeto, de despertarlos y desarrollarlos hasta hacerlos crecer para arrancarlos de su prisión en la materia. Igual sucede con las fuerzas latentes dentro del pan y del vino, que llegan a su cumbre, se desbordan, cuando la Palabra las hace despertar…


***


CONCLUSIÓN 


Se ha terminado el Libro de la Iglesia Gnóstica.  No nos ha sido posible, en esta primera exposición, ir más a fondo de las cosas, aunque nuestros ímpetus tengan que ser contenidos por ese afán que es propio de todos los Hombres que ambicionan dar cuanto saben... 


Pero reconocemos que el ambiente ha de empezar a formarse con estas primeras enseñanzas que, mientras no sean asimiladas por nuestros fieles y estudiantes, no nos será dado entrar en más hondas materias que ya rozan el punto mismo de la Iniciación y que levantarían el velo ante la mirada perpleja del candidato absorto... 


Todavía, si éste Libro es estudiado con fe, con voluntad con atención firme, despierta y ponderada, tenemos la seguridad de que muchos de nuestros Lectores, si les llegan estos conocimientos en instantes propicios, verán ciertamente la Luz, al conocer donde radica y al observar que el problema cumbre es el cultivo del Yo, la exaltación del Yo. Hay que percibir, sentir y vivir, cuanto exponemos. 


Si no basta una sola lectura, es necesario repetir hasta impregnarse profundamente de todos los conceptos, y esa comprensión que se alcanza será, sin duda alguna, el primer peldaño para alcanzar la Ascensión del Logos Solar, de la Sustancia Crística en nosotros... 


Entre tanto, meditad en silencio... Sed serenos y cautos y poned oídos a vuestra propia voz, a la voz de la Verdad que pugna incesantemente por desbordarse de vuestro corazón. 


Allí el Maestro está en acecho místico aguardando el momento de ser realizado. Tirad y escupid todo deseo impreciso, que allí hable para la propia tortura, y arrojad del recinto cuantas concubinas intenten apoderarse del tálamo nupcial para desviar la hora-cumbre de vuestro arribo... 


Robusteced todos los conocimientos que se os dan, toda la Gnosis que se os presenta. Sumad el mayor número de virtudes necesarias y extraed con heroísmo, por la propia conquista, la Gran Fuerza de Nus, el Cristo Santo, el Logos inmortal que duerme acurrucado en la hondura del Templo. La Sabiduría, surgirá delante de vosotros cuando observe que os convertís en el verdadero Amante que la adorna con el ropaje inconfundible, con la túnica inconsútil de la Virtud. Desechad la LETRA. Ha dejado de existir. Hay que ir a buscar el grano mismo, la semilla misma, romper su dura cáscara, hacer que surja la planta y de ella la Flor... Es bien fácil contentarse con ser la entidad nominal de una cosa. Hay que ser la cosa misma e identificarse con ella consiguiendo el divino enlace, la excelsa unión con la Verdad cuyo vehículo es la propia liberación…


YO SOY, hay que repetir diariamente. YO SOY, hay que decir a los cuatro puntos cardinales. YO SOY, hay que gritar al mundo entero. Por el amor del YO, por seguir al YO, hay que abandonarlo todo, dejar la propia casa que son nuestros vanos amores y deseos insanos a los que estamos unidos. 


Por conquistar y realizar el YO, debemos darlo todo, todo, sin límite alguno. Así lo tendremos, y así podremos ofrecerlo un día a nuestros hermanos en la Humanidad, que por tan difícil momento atraviesan, cuando más pesa la losa de plomo del materialismo reinante... 


No he querido poner en este libro el ritual de la Unción Eucarística; pero todo Centro o Logia Rosa Cruz, puede solicitarlo y recibir instrucciones para celebrar y hacer así su primera labor de Magia ceremonial. Sólo, para terminar, daríamos un grito: LIBERTAD VUESTRO YO... 


Esto es todo. Que la antena de nuestros hermanos, allende todas las tierras, puedan recoger esta onda de afirmación espiritual y de libertad única, y que todos los hombres que van a la vanguardia de este progreso espiritual puedan conquistar el candor necesario para merecerlo, mente sana para concebirlo y labios puros para pronunciar su nombre inmaculado... (Cristo)


Finis


Extraído del Libro "La Iglesia Gnóstica" del Dr Krum Heller (Maestro R+C Huiracocha)