sábado, 10 de enero de 2015

Lección 32 (Cuestiones controvertidas y V “¿Almas Gemelas? ¡sí o sí!”)


Paz, Tolerancia y Verdad

Empezaré recordando a mis lectores que este Blog es algo personal y lo que muestro en él es mi forma particular de entender la Rosacruz ¿Tiene mucho o poco parecido con lo que fuera el Movimiento Rosacruz Original? Eso lo dejo para que el lector lo decida por sí mismo. Yo, he intentado, en todo instante, que así sea. Si lo he conseguido o no, el tiempo lo dirá. Que nadie se lleve las manos a la cabeza por la estructura, en forma de lecciones, que he decidido articular, dado que no existe ninguna intención de aparecer como algún tipo de maestro iluminado ante mis ingenuos o avispados lectores, sino que es así porque según voy avanzando se va haciendo necesaria una información que se ha dado en artículos anteriores; esa es, la verdadera razón de haber estructurado así las entradas de este Blog y no cualquier otra intención conspiranoica que se le pudiera ocurrir a mi Querido Lector.

Estas cinco últimas lecciones, dado su contenido posiblemente no compartido por muchos estudiantes rosacrucianos, las he denominado como Cuestiones controvertidas por dicha razón; para que el Lector sepa que lo que yo expongo puede ser causa de extrañeza; dado que se trata de temas muy poco conocidos en los ambientes rosacruces, al menos en la forma en que aquí se exponen; pero necesito que sepáis que todo lo que aquí tenéis es el productos de mis estudios y, lo más importante, mi intuición y experiencia personal producto de la meditación. Nada hay copiado de obras ajenas, salvo cuando incluyo pasajes bíblicos, sentencias de autores reconocidos o los textos de los panfletos rosacruces que a continuación son y serán comentados. Es importante que sepáis esto pues está sacado de mi memoria y podría haber errores que, de ser detectados, me gustaría que me los hicieseis saber para poder realizar la corrección o correcciones oportunas.

He dejado para el final el más controvertido de todos los temas, las almas gemelas ¿qué son de existir y cómo podemos llegar a reconocerlas? Llevo varios años convencido de su existencia, mi intuición me dice que es así; pero la experiencia también me indica que es más que probable que haya investigado en el sitio equivocado. Por supuesto, como en las lecciones anteriores, tampoco daremos datos históricos o míticos que hoy día se pueden encontrar con facilidad en Internet, como por ejemplo que uno de los primeros que hablara, en Occidente, acerca de las almas gemelas fuera el filósofo Platón, tan querido y respetado por todos los estudiantes de la Rosacruz.

Cuando nos referimos aquí a almas gemelas no nos estamos refiriendo a la manida media naranja ni a las almas afines que se compenetran a modo de un guante con la mano, como piezas de un puzle, a la perfección. Tampoco a aquellas personas que se enamoran a primea vista y mantienen su relación hasta que la muerte los separa. Me consta que mucha literatura New Age se refiere como almas gemelas a algunas situaciones mencionadas en este mismo párrafo; pero nosotros vamos a hablar de almas gemelas desde un punto de vista mucho más místico y relacionado con el propio proceso creador primero y del de retorno al Origen después.

Hay dos puntos importantes y no vamos a entrar en la alegoría que utiliza Platón y que el Estudiante, repetimos, podrá encontrar en Internet y que estaría bastante de acuerdo con lo que aquí expondremos. Primero, el Demiurgo, el Dios del Antiguo testamento, en su proceso creador hace al Hombre Varón y Hembra, indistintamente, y a continuación para que tome verdadera espiritualidad, el Demiurgo sopla el Espíritu de Vida en el Hombre, el Ser Humano, y a partir de entonces, ya en el séptimo día de la creación, el Demiurgo se retira a descansar, se tumba en una hamaca a hozar para siempre jamás. En realidad la cosa no sucede como nos la han contado, o como queremos entenderlo, dado que ese retiro supone haber penetrado el Espíritu del Demiurgo, Hijo del Eón Sophía y nieto del Pleroma o principio Cósmico Universal, dentro de la propia criatura humana original el Adam Kadmón; pero es justo en ese instante de insuflar su espíritu en el Hombre, cuando el Demiurgo se polariza en dos, dado que una parte de su espíritu va a ocupar el cuerpo del varón y la otra parte el de la hembra.

Como verá el lector no nos estamos refiriendo al cuerpo del ser humano y ni tan siquiera al alma mortal que conforma la personalidad sino a la parte espiritual, por lo tanto yo me encontraba en un camino equivocado cuando intentaba encontrar a mi Alma Gemela con el fin de realizar una especie de ritual mágico que abriera el portal de regreso a casa. No, no me arrepiento de todo aquello dicho con anterioridad, dado que si se dijo es porque tenía que quedar dicho. Es cierto que la humanidad, en el plano carnal, está separada en dos polaridades, la masculina y la femenina; pero también es cierto que hay seres no demasiado complejos que poseen los dos sexos, en el transcurso de su vida, e incluso los hay que se pueden auto fecundar, son hermafroditas; por ello queremos hacer ver que nuestras almas gemelas no van por aquí. La misión de nuestras vidas no sigue el camino romántico de unirnos con la hembra de nuestra vida. Con mucha probabilidad eso solo sea un concepto, dado que ninguna mujer es solo de un hombre ni ningún hombre es de una sola mujer; en tanto en cuanto, vinimos en el pasado de una unidad que se dividió y regresaremos de una multitud que se volverá a unir en esa unidad denominada Adam Kadmón.

Cuando el Demiurgo creó al Hombre, al Ser Humano, hemos visto como se dividió en dos; pero cuando aquella pareja procreó, sus hijos e hijas heredaron de sus padres parte de aquel espíritu  y ellos así mismo lo transmitirían a su descendencia hasta el día de hoy y hasta que el momento del divino retorno llegue. Por lo tanto, ahora entiendo lo absurdo de encontrar en esa papilla cósmica a nuestra Alma Gemela y que, verdaderamente, existe; pero a pesar de su existencia parece una imposibilidad su práctico encuentro. Por lo tanto, ¿deberemos aprender a conformarnos con esas medias naranjas que nos ofrecen los movimientos de la New Age o aquellas almas afines que nos predican los reencarnacionistas?; pero ¿y si eso que buscamos fuera y lejano estuviese muy, muy cerca, tanto o más que nuestra propia respiración?.

Ahora, lo que sigue, me gustaría que el estudiante lo viese con ojos nuevos para los que se haya preparado unas lentes transparentes, sin graduación ni color. Nuestro cuerpo tiene una polaridad positiva o negativa dependiendo de si es masculina o femenina respectivamente; Pero además poseemos un Alma que será negativa o positiva dependiendo, del mismo modo, si somos varones o mujeres y, por último, nuestro Espíritu será Positivo o negativo dependiendo de si somos de cuerpo masculino o de cuerpo femenino. Nuestro Cuerpo y nuestra Personalidad son personajes más o menos conocidos; pero está la tercera que desconocemos mientras no procedamos a su despertar, el Espíritu. Ese ser extraterrestre que heredamos del Demiurgo y que no es de este mundo y que permanece dormido en lo más profundo de nuestro interior.

Tenemos que nuestro Cuerpo Físico es el reflejo Polar del Espíritu, dado que comparten ese positivo en el Hombre varón y el negativo en el Hombre mujer; pero éste está constituido de materia corrupta que jamás podrá heredar otro mundo que la sepultura de la tierra o la incineración de un horno, luego del Hombre carnal debemos de irnos, si no olvidando sí al menos apartando para fijarnos en escalones más altos de la Naturaleza Humana.

Poseemos un Alma mortal, en principio; pero que puede ser rescatada en el futuro por algo que aún no existe como tal y que tiene un inmenso poder; pero que está oculto, inerte, dormido e inactivo. Creo querido alumno que ya sabes adonde te estoy llevando ¿cierto? Eso es, ambas polaridades las llevamos dentro, una nos es conocida a poco que alguien nos diga que esto es así, nuestra alma negativa en los hombres o positiva en las mujeres y hagamos un pequeño inciso para indicar que lo de positivo y negativo es intrascendente dado que se identifica así como modo diferenciador, del mismo modo que los polos positivo y negativo de una corriente eléctrica continua; por lo tanto, huya el lector de los sentidos peyorativos de positivo o negativo porque si no se perderá lo más importante de lo que aquí se diga.

Es decir, tan fácil como mantener erecto el huevo de colón, el encontrar nuestra Alma Gemela es exactamente lo mismo que despertar a nuestro Maestro o Maestra Interior. Cuando se produce el Nuevo Nacimiento, el nuevo ser nacido es nuestra Alma Gemela; cuando se produce la cristificación ese Ser que hace trascender a nuestra Alma de mortal en inmortal es nuestra Alma Gemela. Cuando encontramos el Santo Grial dentro de nuestro interior o adquirimos nuestro Cuerpo Alma, el Ser Inmortal y extraño que ha provocado tal evento es nuestra Alma gemela. Cuando se ha producido la transfiguración, el Ser Divino que provoca ese cambio de ser mortal en inmortal es nuestra Alma Gemela; es decir, la llevamos, siempre la hemos llevado dentro, en nuestro interior; pero como un simple germen, una minúscula e insignificante semilla que hay que regar para que florezca en nuestro interior.

Estamos en este mundo y trabajamos con partículas de este mundo, luego nuestra construcción se realiza con ladrillos de argamasa material, no podemos hacerlo con partículas del Pleroma porque nos encontramos dentro de una burbuja de materialidad. Nuestra Alma Gemela, nuestro Espíritu, viene con nosotros latente sin posibilidad alguna de constituir un cuerpo por sí mismo dado que vibra a una frecuencia que nada tiene que ver con nuestro mundo de la realidad y necesita de su Alma Gemela la Personalidad para recrear un cuerpo provisional primero, el que tenemos lógicamente, con el que poder manifestar su poder y energía para después transmutar alquímicamente a su Gemelo, el Alma y llevarla consigo a los planos elevados del Pleroma, de los cuales procede.

Hasta aquí deberíamos haber visto claras unas cuantas cosas:

Primero, que nuestra Alma Gemela de diferente polaridad a nuestra Personalidad, nuestro Espíritu inmortal está con nosotros en modo germinal.

Segundo, que ella por sí misma no puede ni despertar, ni crecer, ni por lo tanto poder manifestarse.

Tercero, que es potestad de la Personalidad, la parte del Alma Mortal, la encargada de permitir que el germen espiritual, de su alma gemela, que lleva en su interior pueda despertar cuando los neutrinos procedentes del Pleroma atraviesen su ser material y ello solo es posible tras haberse hecho consciente de la Verdad y aumentando su vibración hasta resonar con la frecuencia electromagnética o metanoia procedente del Pleroma o Mundo Original.

Cuarto, una vez despertado el Germen Espiritual, la Personalidad debe cuidar a su Alma Gemela en ciernes, como si de un recién nacido se tratara, es lo que es y no otra cosa; dado que si se disminuyese la frecuencia vibratoria el alimento que recibe del Pleroma, nuestra Alma gemela, entraría de nuevo en la somnolencia. Es por ello, que la propia Personalidad en su permanente proceso de vibrar en octavas más altas va disminuyendo a la vez que el nuevo Ser va creciendo; por lo tanto, de algún modo es como si nuestra Alma Gemela se estuviese alimentando de nuestra Alma Personalidad.

Quinto, tras haber sido debidamente alimentado el Espíritu y sentado en el Trono del Corazón, la Personalidad se humilla ante el Nuevo Ser, nuestra Alma Gemela y le cede el Trono de la Cabeza donde moran la consciencia y la voluntad; en ese preciso instante, el nuevo Ser que es tan antiguo como el propio Pleroma, toma los controles de la auto humillada personalidad y cuando pareciera que la personalidad desaparecerá para siempre pues le ha dado a su consorte todo aquello que podía darle, es cuando el Espíritu inmortal toma la información de la Personalidad con su consciencia y memoria incluidos y provoca lo que conocemos los rosacruces como transfiguración, se ha reconstruido una célula del Ser completo, con sus polaridades positiva y negativa. Lo mortal se ha transmutado en inmortal y de donde solo había un germen de información se ha reconstruido una célula completa de Adam Kadmón.

Es evidente que este proceso debe de darse no solo en todos los seres humanos sino también en todas las partículas del Universo; dado que el Espíritu del Demiurgo, recordemos de la lección anterior, conforma la matriz sobre la que este Universo, al menos nuestro Sistema Solar, mantiene su efímera existencia; pero con que una sola célula del Demiurgo, ahora Adam Kadmón,  haya sido restaurada el comienzo del fin de este cosmos habrá comenzado y el principio del retorno al Origen también habrá comenzado. Un final que será un Principio y un comienzo que es un viaje hacia la Eternidad.

Por lo tanto, aunque en esencia todos y cada uno de nosotros somos las almas gemelas y complementarias del resto de nuestros hermanos y hermanas, dado que conformamos células individualizadas del Todo; no obstante para construir una célula operativa completa de la Divinidad de la que formamos parte, es necesario que construyamos sobre nosotros mismos para provocar la final transformación. Somos conscientes que esa transformación puede no darse de un día para otro; pero es necesario que no debamos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy y es por ello que para los verdaderos masones, constructores espirituales de ambos sexos, la verdadera religión es el Trabajo, la inteligencia puesta en acción por la voluntad.

Visto el verdadero secreto de las Almas Gemelas, no pierdan el tiempo en buscarla fuera de ustedes y solo busquen ayuda en aquellas personas que estén en sintonía con vuestra propia búsqueda y, entonces sí, habrás podido encontrar a un ser complementario y cuyo trabajo conjunto os podrá hacer encontrar, en ambos, vuestras mutuas almas gemelas; vuestra inmortal y eterna alma espiritual y cuya información se encuentra en el interior del germen de espíritu que ha viajado con todos nosotros hasta este Plano; pero que no es ni será nada más que mera información si no somos capaces de activarla. Ese es el Trabajo de todo Masón “Constructor” y que ha sido promulgado, desde el principio de los tiempos, por la Gnosis Rosacruz.

En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.

Aralba