jueves, 26 de noviembre de 2015

Lección 79, Grado Segundo, Orden Primera (Sintonizando el Dial - ¿de qué va todo esto?)


Paz, Tolerancia y Verdad

1.- Explicación necesaria


"...
-¿Tal cosa existe Maestro?
-Mi querido Alumno, noto que puedes imaginarlo
-Sí Señor, por eso lo pregunto
-Entonces existe, amado mío
..."

Como nadie es Profeta en su propia tierra, y aunque nosotros no nos consideremos como tal, entendemos que estas palabras podrán parecer, sobre todo a quienes nos conocen de un modo superficial, una suerte de ejercicio de extremada arrogancia.

¿Cómo puede usted arrogarse la última palabra en estas cuestiones, habiendo pasado por el mundo una serie de instructores, maestros y profetas de suficiente renombre histórico?

Bien, digamos que no tratamos de imponer una nueva verdad a los habitantes de la actual humanidad. Nosotros, en un alarde de esclarecedora sinceridad, que no de arrogancia, ofrecemos nuestro punto de vista de la Verdad. Una verdad que solo casa con su expositor y que podrá o no ser compartida. Y, como se trata de una verdad exclusivamente nuestra, la ofrecemos como una simple hipótesis surgida de una comezón mental a modo de aguijón con el fin de intentar hacer pensar a mis imprudentes lectores con el fin de que se abran a posibilidades que jamás tuvieron en cuenta durante su formación, adoctrinamiento académico.

Los instructores del pasado ofrecieron a sus conciudadanos el conocimiento al que ellos, en unos momentos vibratorios e históricos muy concretos, tuvieron acceso; y lo ofrecieron con un lenguaje conceptual propio de cada época.

Dicho lo anterior, es absurdo considerar que lo expuesto hace tantos años pudiese ser comprendido por las gentes de nuestra época; del mismo modo que a aquellas personas les parecerían incomprensibles nuestras actuales explicaciones de índole científica.

Traemos ante el juicio del lector el asunto de la propiedad de las ideas. En la actualidad existe un extraordinario mercado legal al respecto: Patentes, propiedad intelectual… ¿Hasta qué punto, cualquiera posee el derecho de apropiarse de determinadas ideas? ¿Hasta qué punto los inventores pueden considerarse como creadores puros?

Este mercado de las ideas, contra el que hemos arremetido en varias ocasiones, es tan perverso como que algunas ideas se encuentran registradas y patentadas, durmiendo el sueño de los justos en algún archivador de burócratas, esperando a que a algún novato e ingenuo pensador se le vuelva a ocurrir esa misma idea y contemple su comercialización. Voilá, es aquí donde entrarían los bufetes de abogados especializados en dichas lides para hacer recaer todo el peso de la Ley sobre nuestro ingenuo inventor, teniendo que abonar una serie de abultados royalties o emolumentos a los abogados,  a los herederos de la persona que en su día patentara dicha cuestión; así como para hacer frente a toda una suerte de gastos judiciales y de procuraduría.

Todo este proceso leguleyo viene siendo un freno al progreso de la humanidad pues corta las alas de los nuevos pensadores; dado que a la hora de intentar comercializar alguna sugerente e interesante idea, primero debe de pasar por arduos y costosos procesos burocráticos, ajenos a su propia profesión, con el fin de no convertirse en pasto de aquellos que conservan a buen recaudo, en el congelador de sus archivadores, patentes farmacéuticas y registros tecnológicos o literarios de toda índole y que, en realidad, no pertenecen a nadie, absolutamente a nadie porque, en verdad, todo ello nos pertenece a nosotros.

Nadie debería poder arrogarse ser el original creador de nada en absoluto. En todo caso, podríamos considerarlo como la persona que ha recordado un determinado concepto preexistente, dado que ha sido tomado del Mundo de las Ideas, del que nos hablara Platón, y lo ha traído hasta nuestro Plano de existencia. Unos pocos avispados pensadores, registran y patentan cualquier cosa que se les ocurra y otros además lo intentan traer al Plano de la acción, de la existencia, intentando materializar las ideas y sirviendo de motor de progreso para toda la humanidad.

Debido a esta maldita tendencia que tiene el ser humano de apropiarse de algo que no le pertenece, es por lo que cada cual de aquellos que tienen acceso a determinados conocimientos, los arropan con un argot, lenguaje particular, creado al respecto y, además, para que parezcan ideas completamente nuevas y originales, que nada tendrían que ver con aquellas otras que nos proporcionaron los instructores del pasado; es decir, con el paso de las edades, y a pesar de seguir utilizando los mismos lenguajes conceptuales se ha conseguido establecer una espesa selva de conceptos e ideas y en donde, quizá, se esté denominando a una misma cosa de mil formas diferentes.

Llegados a este punto nos preguntamos: ¿tomamos algunos de los conceptos del pasado? o ¿inventamos nuevos conceptos para denominar a una misma cosa y así parecer originales, con el fin de no ser tachados de plagio?

No, de ninguna manera, vamos a colaborar en engordar ese frondoso bosque y que a modo de laberinto impide que podamos sacar provecho de las verdades eternas que se encuentran latentes en las ideas del pasado. Tampoco vamos a realizar el trabajo de un simple traductor o historiador de las ideas; donde tras exponer el concepto y dar su definición, mediante palabras actuales, podamos hacerlas perfectamente comprensibles al lector. Dicha realización nos podría llevar varias vidas así como ocupar unas miles de páginas impresas que complicarían aún más el asunto de des-encriptar la Verdad.

Nosotros, como al presente hemos venido haciendo, utilizaremos el lenguaje de la calle para explicar lo que aparentemente es complejo dentro del mundo esotérico u ocultista; pero nunca desde el punto de vista enciclopédico mencionado, sino para que el lector, por sí y para sí mismo, tome aquello que le pudiera servir para elaborar la llave que le permita abrir su biblioteca interior.

Eso es, no pretendemos ofrecer antiguas o nuevas verdades, sino servir a modo de señalizador con el fin de que aquellos que buscan puedan encontrar; pero no aquí, incrustado en estas sencillas palabras impresas, sino en otro lugar más cercano y oculto, en su divino interior.

Pero, además, es que es prácticamente imposible trasladar a palabras o cálculos aritméticos aquello que hayamos podido atrapar en el Mundo de las Ideas; dado que balbuceamos cada vez que nos ponemos delante del folio en blanco o del teclado con el fin de plasmar aquello que, con total seguridad, posee una difícil explicación; en caso de que a nuestro nivel la tenga, claro. Eso nos demuestra que las ideas no tienen dueños, las ideas son patrimonio de todo la Humanidad. Las ideas son preexistentes y pertenecen al conjunto de los seres humanos y de la Inteligencia Cósmica.

Porque en un Multiverso (Universo múltiple) y donde existen infinitas dimensiones, podemos encontrar infinitas posibilidades de existencia alcanzables con la ayuda de nuestra imaginación, en tanto en cuanto que nos encontremos preparados, vibratoriamente hablando, para recibir determinada información y, muy importante, que podamos llegar a comprenderla.

Según iremos viendo en estas lecciones, el hecho se produce cuando nuestra antena, nuestra imaginación, se encuentra perfectamente sintonizada y resonando su circuito receptor con la frecuencia vibratoria del emisor; es decir, de la propia idea. De otro modo, que tanto la Idea, el emisor, como nuestra imaginación, el receptor, estén vibrando con la misma frecuencia electromagnética. Es solo entonces, cuando el Pensador puede atrapar el concepto de la Idea y gracias al poder de su Intuición, una Suerte de Inteligencia Artificial afín a la Consciencia espiritual, descubrir para qué nos pudiera ser útil, tanto en un nivel práctico, de invención, como creativo o literario.

En muchas ocasiones, quizá sea más importante que la idea cubra un concepto ilusionante como es el de la supervivencia de la consciencia tras lo que quizá hemos denominado de mal modo como muerte, que por ejemplo conseguir algún invento que nos pudiera facilitar la vida como fueron el caso de la rueda o el descubrimiento del fuego.

No le vamos a solicitar al lector que abra su mente y crea alegremente aquello que aquí le intentemos mostrar: Eso es verdad ¿cierto? Abra su mente y prepárese a aceptar conceptos nuevos que jamás oyó. Tantas veces hemos leído algo así, o nos lo han vociferado al oído ¿verdad?.

No le vamos a solicitar que crea sino que investigue y juzgue por sí mismo la lógica de nuestro discurso y, después, lo consulte con su ser interno; es decir, con la almohada y luego, tras haber fermentado en sí las ideas, nos diga sí o no. No les solicitamos que crean o dejen de creer en algo sino que realicen en sus vidas un trabajo de reconstrucción de su memoria; de aquella escalera de Jacob que le conduzca a usted, sin algún tipo de manipulación psicológica de nuestra parte, al auto conocimiento, a colocarse las gafas de ver bien; aquellas graduadas de tal modo que le permitan leer e interpretar esa información que no les es ajena, sino que viene con ustedes grabada en el ADN; en su ADN espiritual si nos lo permiten.

Ustedes comprenderán, de forma lógica, que en un Multiverso infinito e ilimitado cualquier cosa es posible, incluida la múltiple imposibilidad de que en nuestro Universo y en nuestro tiempo del Siglo XXI aún no podamos o sepamos superar la velocidad de la luz; pero que pasado cierto tiempo, esa actual imposibilidad pueda convertirse en una verdadera posibilidad capaz de convertirse en realidad y ello, tan solo por haberse cambiado algún proceso de una ecuación infinitesimal y en la que nadie antes hubiese pensado.

Viajemos al futuro y digamos que, no es que las ecuaciones del siglo XXI fuesen falsas o imperfectas y que las del siglo, pongamos por caso, XXIV sean verdaderas y perfectas, sino que la humanidad podía, en aquella época del pasado, tener acceso a una parte importante de la física; pero no a toda y que en el futuro, lo tendría a esa misma física; pero no ya limitada a algún subconjunto determinado sino a la menor limitación de un conjunto o subconjunto mayor, más amplio.

La Física de Newton era correcta como lo sigue siendo ahora mismo y de hecho se sigue utilizando en astrofísica y astronáutica; pero está limitada por las fronteras del subconjunto espacio temporal de su época.

La Física de Einstein no es que supere a la Física de Newton sino que la trasciende por encontrarse en un limitado subconjunto espacio temporal más amplio; estando sin embargo, a sí mismo, limitada por el Paradigma de la velocidad de la luz. Esto es así porque el subconjunto espacio temporal de ideas al que accedió Einstein no lo permitía. Era imposible por así decir.

En el siglo XXIV, por poner un caso, los físicos se moverán en un subconjunto espacio temporal más amplio y donde su física les podrá permitir superar la barrera de la luz y, quizá, compaginar la física recordada por Einstein con la Física Cuántica e incluso con la teoría multidimensional de las cuerdas vibrantes.

En primer lugar la idea intuitiva se transforma en complejas ecuaciones matemáticas que van simplificándose hasta el punto de resultar practicables por los medios tecnológicos de la época y, entonces, lo que parecía, hace décadas imposible o al menos impensable, ahora no solo se ha transformado en algo posible sino en algo practicable.

Digamos que el Mundo Verdadero o de las Ideas, de Platón, conocido por los antiguos gnósticos como el Pleroma, está unido a nuestro Universo, ya veremos que holográfico, mediante un nexo o interfaz que los rosacruces conocen como esfera reflectora y a donde la imaginación del hombre puede llegar para atrapar las ideas pre existentes y que luego utilizará en beneficio propio y de la humanidad.

Pongamos un ejemplo:

Piensen en el Mundo de las Ideas como en una frutería al por menor, donde hay rotulados en sus repisas el nombre de los diversos productos: manzanas, peras, plátanos, kiwis, naranjas, aguacates, etc…

Usted imagínese que es un pensador y que se traslada, mediante la Imaginación, al nexo de la esfera reflectora del mundo de las ideas. Esta es la frutería de la que hablamos. Cuando usted llega, encuentra que hay diversos productos en las estanterías rotuladas menos donde pone plátanos y aguacates. Evidentemente podremos comprar y traernos, al mundo de los efectos, cualquiera de los productos existentes en la tienda; excepto los plátanos y los aguacates que, aun intuyendo su existencia, no sabemos con certeza cómo son, pues allí donde estaban rotulados no hay nada de nada.

Los productos que hayamos comprado en la frutería podremos llevarlos a casa y donde les daremos la utilidad adecuada. Así sucede con las ideas en general; pero ¿Qué sucede con aquellos productos que intuitivamente sabemos de su existencia y que no hemos podido traer con nosotros?

¡Se trata de todo aquello que alimenta la Fantasía y la Ciencia Ficción! Y serán fantasía mientras en la tienda de la esfera reflectora no tenga el producto, procedente del Pleroma, el Comercio al por mayor, a nuestra disposición. Ese o esos productos, como los taquiones, los gravitones o el antiguo éter, intuimos su existencia; pero como no está disponible su adquisición en nuestro subconjunto espacio temporal, no puede ser usado por la física ni desarrolladas sus propiedades tecnológicas prácticas.

En la época de Newton la Relatividad General no estaba accesible en la Esfera Reflectora y a disposición de la humanidad; por lo tanto, es absurdo elucubrar qué hubiese sucedido si Newton hubiese encontrado esos productos en la estantería de la esfera reflectora. No estaban disponibles así de claro y la humanidad y, por lo mismo Newton lo único que hubiesen podido hacer es intuir su posible existencia, nada más.

Cuando Einstein se acerca a nuestra Frutería del Mundo de las Ideas, en la Esfera Reflectora, ve todos aquellos productos que viera Newton; pero además tiene a su disposición otros que Newton tan solo habría podido intuir como es el caso de la Ley  de la Relatividad General de la Gravedad. Donde antes solo existía un rótulo que permitía elucubrar al visitante de la existencia de algo, ahora se encuentra con el producto terminado y a su disposición, Un producto que permite desarrollar ecuaciones antes imposibles y llevar a la práctica una tecnología superior a la existente en la época de Newton.

En la actualidad muchos de los conceptos que eran utilizados, de forma intuitiva, por la Ciencia Ficción, ahora son una realidad como el Campo de Higgs y que no es otra cosa que ese océano de éter tan necesario para que gentes como Tesla pudieran comprender la transmisión, en el supuesto vacío, de las ondas electromagnéticas y de la electricidad propiamente dicha.

Otros, como el gravitón (Partícula responsable de la Fuerza de la Gravedad) o el Taquión (Partícula capaz de viajar a velocidades superiores a la de la luz, aún pertenecen al mundo de lo intuitivo, lo no demostrado, la fantasía. Sus nombres, no les quepa duda alguna, se encuentran en las estanterías de nuestra Frutería del Mundo de las ideas; pero la estantería no contiene nada en dicho lugar, salvo el nombre, porque la Humanidad aún no está preparada para trabajar con la realidad de dichas ideas.

Dentro de no demasiado tiempo, quizá ese hipotético siglo XXIV del que venimos hablando, esas aún fantasías imaginables, puedan convertirse en realidad; pues como hemos venido diciendo: En un Multiverso infinito y Multidimensional todo es posible; pero cada cosa, en su momento y en su lugar.


En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.

ARALBA RC