domingo, 27 de agosto de 2023

Taumaturgia, 7,8,9 y 10

 "Taumaturgia 7, 8, 9 y 10"



Taumaturgia VII


El holandés Langevald escribió en 1930 una obra sobre el Conde Saint Germain. La lectura de este libro nos convence de que el rumor propagado por miembros de diversas órdenes de que los nombres Saint Germain, Cagliostro y Roland corresponden a una misma persona, y que ésta es la del gran político Francisco Rakoczi, no carece de fundamento. Dicho libro fue introducido en Alemania y traducido al alemán, pero no creo que haya sido traducido al español. 


En el caso de que existiesen traducciones del mismo, las aconsejo como lectura a mis discípulos, para que se convenzan de que el Maestro y Gurú Rakoczi se valió de otros nombres para actuar y aparecer ante los hombres. Es significativo que la obra se titule Saint-Germain y que sin embargo, en el transcurso de toda ella se nos hable casi exclusivamente de Rakoczi, haciéndonos de esta manera comprender que, en realidad, se trata de una sola persona. Rakoczi dominaba la facultad de desdoblarse en el astral, apareciéndose de esta forma a los prominentes Rosacruz y de otras órdenes. Está conectado con el centro oculto de la Gran Fraternidad Blanca de los Himalayas, no habiendo para él ni tiempo ni espacio y su misión no ha sido interrumpida hasta hoy. Es el representante de la fraternidad Rosacruz y gurú de muchos de los dirigentes de esta Fraternidad. Los teósofos estaban muy satisfechos de haber tenido contacto con el gran guía espiritual de los Rosacruz. Sus biógrafos modernos nos lo presentan como un personaje enigmático, pero la mayor parte de sus biografías son descabelladas y extravagantes. 


Unos lo consideran como un espíritu misterioso encarnado y otros también como un judío alsaciano. Cualquiera que fuese su nombre patronímico tenía derecho a usar el título de conde de Saint Germain, pues poseía una propiedad llamada San Germano en el Tirol italiano, y había pagado al Papa su título nobiliario. La primera aparición suya que yo experimenté fue cuando me encontraba en Francia como discípulo de Papus. Desde entonces no me abandonó. Se me ha aparecido siempre que le he llamado o cuando me ha visto en peligro. Estoy seguro de que protege a todos aquellos para los que yo solicite su protección. En todas mis lecciones he enseñado que para lograr la salvación de los enfermos hay que valerse de todo; desde el ejercicio respiratorio y la vocalización hasta el conjuro de los espíritus. Cuanto mejor preparados estemos, éstos mejor actuarán en nuestro favor. Para los grandes iniciados no hay ni espacio ni tiempo. 


La magia ceremonial que usaban Papus, Eliphas Levi y otros maestros, que han dado a conocer en sus libros, no son siempre la única manera de hacer dichos conjuros. Muchas veces basta solamente una oración ferviente para que se materialicen dichos seres ante nuestra vista. Cuando nuestras fuerzas físicas no basten, necesitamos acudir a estos maestros mayores de lo Invisible, quienes pueden vivir como nosotros, es decir en un medio social humano. 


Podemos también llamar a los ángeles, que solamente están en la condición metafísica o astral, o actuar sobre ambas, como Rakoczi.


Si se tiene ya contacto con estas entidades y recibimos instrucciones de ellas, nos sorprendemos a veces de que los encargos que nos dan sean inexplicables. Entonces, debemos decirnos a nosotros mismos que ellos saben muy bien porqué lo hacen. Mis discípulos saben que ocuparse de estas cosas trae consigo persecuciones, incomprensiones y calumnias. 


Estas cosas les sucedieron al Maestro Therion y a otros iniciados, siendo algunos incluso calumniados después de muertos. Todos los seres vivientes tienen su Angel, que se halla en contacto con nuestro Ego interno. Necesitamos por lo tanto aprender la forma de evocar o conjurar al Angel. Llamamos naturalmente ante todo a nuestro propio Ángel; sin embargo, a veces la intuición nos dice que debemos llamar, en caso de apuro, a otros seres espirituales, propicios en aquel momento para nuestro caso especial. Algunas veces, la evocación de los Ángeles es un fenómeno de magia y la evocación de los seres inferiores o demonios puede ser considerado de forma general como magia negra. 


Debemos combatir la magia negra, pues todos estos seres misteriosos nunca quedan satisfechos y siguen siempre molestando al operador. Debemos estudiar las obras de Eliphas Levi, Papus y Therion. La magia no es algo sencillo como muchos creen. Es una cosa muy seria para la que se necesita perseverancia y poseer un Maestro que dé la gracia y el poder de evocar a un Angel. Muchas veces algunos autores, como Therion, parece que se mofan de nosotros o que pretenden inclinarnos hacia la magia negra. 


No debemos ser críticos con esto, pues el camino a seguir es el de la oración llena de fe dirigida al Espíritu Santo, para llegar a comprender que no puede haber magia negra sin magia blanca y viceversa. La magia es un poder misterioso que debe realizarse en nosotros y que por lo tanto es inexpresable. Debemos atenernos por lo tanto al Silencio, y después es cuando actúan y aparecen los Ángeles. 


El médico taumaturgo necesita conocer estas materias para tener éxito en sus curaciones. Es necesario que, ante todo, comience a purificarse a sí mismo por medio de la penitencia y la oración.


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Taumaturgia VIII


El ser humano es como una pila eléctrica, y así como una pila se hace con metales y sustancias químicas conocidas, nuestro cuerpo tiene parecidas condiciones para crear el fluido eléctrico y producir el magnetismo. Sabemos que una pila tiene cierta potencia de energía, que puede multiplicarse progresivamente mediante la adición de otras pilas. Se habla en general de electricidad física y del magnetismo, considerando a la primera como electricidad vital y al segundo como magnetismo animal. Hartmann dice que el Spiritus Animalis o espíritu vital es un principio tomado de los elementos de todo lo que vive y que asimilamos como alimento. Este espíritu puede ser comunicado por medio del magnetismo. El poder animal es también potencia astral por medio de la cual se ejecuta la voluntad de los principios superiores del hombre en el plano sensitivo y material. Esto es lo que llamamos Instintos. Cuando el taumaturgo pone la mano en la cabeza del enfermo, lo magnetiza, comunicándole fluido vital. Mucho se ha hablado y escrito sobre el magnetismo como fuerza atractiva y repulsiva. En medicina se habla con referencia a los órganos sexuales, de magnetismo Positivo y Negativo, o sea del Activo y Pasivo. En los últimos decenios se ha comprobado que las fuerzas ódicas o fluido vital, reaccionan ante las fuerzas sexuales. Cuando el varón toca por primera vez a una chica, sobre todo cuando la besa, ambos, pero sobre todo la mujer, experimentan una gran excitación emocional, que no se borrará ya jamás de su memoria, sobre todo cuando va acompañado de un verdadero amor. Todos conocemos casos de mujeres de cierta edad que por permanecer solteras adelgazan y hasta enferman, y que cuando consiguen casarse cambian inmediatamente de aspecto, floreciendo por así decirlo a nueva vida. En el hombre se notan también fenómenos semejantes. Por ejemplo, hay casos en que un hombre tiene el rostro y el cuello llenos de acné mientras permanece soltero, y en cambio en cuanto se casa desaparecen completamente. El cuerpo humano es hermafrodita; o sea, que tiene glándulas y hormonas de ambos sexos. De la misma forma tenemos también fluido eléctrico y magnético. Generalmente el polo positivo que representa al varón es el "dador" y el negativo, que representa a la hembra, es el "receptor". Sin embargo, no es así de un modo absoluto. Hay momentos en que la operación cambia y entonces la hembra es la "dadora" y el varón, por el contrario, el elemento "receptor". Así se explica el cambio experimentado en sus cuerpos cuando se casan. Existe un método llamado Carezza (caricias) que es el arte de fomentar el amor conyugal mediante un contacto físico, corporal, inteligente y estudiado, para conseguir así una potencia mágico-magnética, necesaria al taumaturgo para sus curaciones. 


El cristianismo ha santificado el matrimonio elevándolo a Sacramento. El matrimonio significa en su sentido íntimo la Cópula, siendo ésta, por lo tanto un Acto Sagrado; podríamos decir como los antiguos griegos que es un sacrificio en el Altar de Venus. Ya hemos dicho que tanto el hombre como la mujer, experimentan una mejoría en el organismo cuando contraen matrimonio. Esto prueba que el fluido eléctrico y el magnetismo que producen al ponerse en contacto los dos cuerpos, o sea, ambos polos, son fuentes de fuerzas curativas en el plano físico. En los planos superiores son corrientes de fuerzas mágicas, es decir un poder que actúa el mago, o en nuestro caso el Taumaturgo. En dicho momento se define el hombre como entidad pura o angelical o como entidad material o animal, que se guía solamente por el instinto. En este caso puede decirse si el hombre es un Mago Blanco o un Mago negro. Un acto tan importante y trascendental necesita, como es natural, cierta preparación, es decir, debe ser precedido de las caricias exaltadoras tanto del cuerpo como del alma, para que la cópula se consuma en su grado supremo o sublime. Pero el premio no es aquí, como muchos creen, la sensación voluptuosa del orgasmo. La introducción del semen en la vagina no tiene otra misión que la de procrear. Los animales nos enseñan esto realizando el acto solamente en la época de celo. Conforme van aumentando las caricias, las fuerzas magnéticas de nuestro organismo crecen hasta llegar a un punto culminante, y el orgasmo que sigue no es otra cosa que la descarga de todas esas después. Pero si el hombre consigue dominarse, evitando enérgicamente el orgasmo, conservará todas sus fuerzas magnéticas acumuladas en su cuerpo. 


El Mago o Taumaturgo debe realizar dichos ejercicios de magnetización para poder presentarse ante el enfermo cargado de energía sexual, que transmitirá al paciente haciendo reaccionar así al organismo enfermo. Fisiológicamente la mujer no necesita de forma imprescindible el orgasmo, siendo aún más necesarias las caricias. El acto sexual no puede consumarse con frecuencia sin que cause estragos en nuestro organismo. Las caricias, por el contrario, pueden prodigarse diariamente sin que por ello nuestro organismo se resienta, sino, que por medio de ellas se logra acumular cada vez más fuerza sexual o magnética en nuestro cuerpo, que anima las reacciones curativas del mismo. Todo el mundo sabe que muchos matrimonios, muy felices en un principio, llegan a cansarse, distanciándose cada vez más por haber abusado de las relaciones sexuales con orgasmo de forma rutinaria y animal. Las fuerzas mentales mágicas se desarrollan progresivamente con las caricias y el organismo se entrena en la creación y acumulación de dicha fuerza, para retransmitirla mediante el tacto, al paciente. El taumaturgo debe poner la mano en la región del plexo solar del paciente o sobre la parte afecta. El procedimiento es el mismo que usan los sacerdotes católicos que se mantienen en celibato. La mujer goza mucho con las caricias íntimas, sobre todo cuando se ha acostumbrado a ellas, pues diariamente va aumentando el placer producido por ellas. Estas corrientes bioeléctricas van aumentando esencialmente y dan ocasión a la transmutación de las fuerzas sexuales, que hemos descrito, en potencia mágica. El taumaturgo debe atenerse a estas fuerzas y manejarlas sabiamente en el ejercicio de su profesión. Muchas personas que no conocen nuestros estudios se extrañarán de todas estas explicaciones, viendo tal vez en ellas solamente la parte material, e incluso es posible que las califiquen de libidinosas y obscenas. Hay autores que creen que para obtener poderes mágicos se requiere el celibato. Esto no es imprescindible y en muchos casos se requiere, por el contrario, la colaboración femenina, porque ésta facilita el ascenso en el camino recto de la iniciación. Hemos dicho que tenemos glándulas masculinas y femeninas en virtud de nuestra constitución hermafrodita y que las emanaciones que despide la mujer pueden ser desarrolladas mediante el celibato en el hombre. Por ejemplo, un sacerdote, fiel a su promesa, puede tener esa fuente en el confesionario. Las glándulas endocrinas con sus hormonas son la fuente de fuerza sexovital. Cuando se hacen bien estas cosas se logra un poder incalculable, pues es necesario que se relacionen de un modo consciente, para que den salud y sensación de bienestar. Tampoco podemos olvidar que en todas estas cosas hay también un aspecto verdaderamente maligno y es su uso de forma sádica, que es totalmente execrable. Uno de los filósofos griegos que aprendió estos medios fue Iamblicus, que recibió el título de Taumaturgo. En realidad fue un visionario. El dice que hay una fuerza o poder que está por encima de las fuerzas de la naturaleza, y que esta fuerza o poder es la del alma, que nos puede poner en contacto con seres superiores y hacer que logremos la participación en las asambleas celestiales. 


En resumen, hemos visto que la vida sexual no es lo que muchos seres simplistas se imaginan, sino algo sagrado y santo. Por eso mismo puede darnos un poder mágico inconmensurable. Los sexólogos dividen el coito en cuatro clases: Coitus completus, Coitus interruptus, Coitus reservatus y Coitus sublimatus. Este último, como dice su nombre, es el más sublime y puro, pues es el dador de fuerzas vitales y de salud. Esto se realiza mediante la transmutación de energías comunes en fuerzas mágicas. El Carezza nos da la clave de una felicidad amorosa y sexual perfecta. Es un sistema de nutrición para las dos partes o sea, los dos polos, pues mediante la transmutación de energías comunes en fuerzas mágicas se ejerce una acción catalítica, separándose los elementos primarios de la alimentación en sus partículas más íntimas y elementales, realizándose, por así decirlo, un intercambio perenne de todas nuestras fuerzas. 


Este sistema de caricias es la base de la Magia Blanca, mientras que las demás aberraciones constituyen la base de la Magia Negra. Esta última llega a transformar el carácter de la mujer volviéndola irritable e intransigente.


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Teurgia IX


Ya hemos explicado que todas las cosas son bipolares y que esto nos manifiesta la contraposición que existe siempre en la vida humana. El polo opuesto al día es la noche, de la luz la oscuridad, etc. Los Rosacruz manejamos la Magia Blanca, frente a la cual se encuentra la Magia negra. El mago blanco es un instrumento de Dios y el mago negro del demonio. El Exorcismo es una forma de Magia, que aplican no solamente los católicos, sino todas las religiones. Muchos dudan si el exorcismo pertenece a la Magia blanca o a la negra. La eficacia del exorcismo depende de la personalidad moral del que la practica y no del cargo o dignidad del mismo. Si hemos dicho que la manifestación humana del amor es el ayuntamiento carnal de los seres de sexo contrario, estos dos seres deberán actuar como si se tratase de un sacramento, es decir practicar la Magia blanca. El iniciado en las materias metafísicas que sea Rosacruz tiene para estudiar un cúmulo de medios que le proporciona la Magia blanca, para combatir a la negra. 


Yo puedo afirmar que éste es el único medio de combatirla y aún más, que es una obligación moral el combatirla, no solamente con frases, sino demostrando la superioridad de la Magia blanca sobre ella y derrotando de esta manera su influencia maléfica.


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Teurgia X


El Taumaturgo que logra ponerse en estado de éxtasis ve inmediatamente la enfermedad y el remedio infalible. Claro es que existe, como en todas las cosas, un sin número de charlatanes y gentes teatrales que producen artificialmente visiones que no son más que trucos. Esta gente no es de fiar porque en realidad no tienen una finalidad elevada. En las reuniones que teníamos con Reuss, Peithmann y otros experimentábamos la asistencia de los Gurús, de los cuales solamente algunos son conocidos. En estas reuniones estaba también Rudolph Steiner. No cabe duda de que los iniciados egipcios provocaban el éxtasis para lograr la clarividencia y con ella su iniciación a planos superiores. Muchas personas nacen ya con estas facultades clarividentes. 


Este estado de éxtasis asusta la primera vez que se lo experimenta, pero una vez habituado, se logra una sensación de felicidad en el espíritu. El Taumaturgo que logra provocar el éxtasis en la cabecera del enfermo logra la curación milagrosa. No debe provocarse este éxtasis nunca con intenciones exhibicionistas porque sería una profanación. El Taumaturgo deberá de hacerlo sin que los demás se den cuenta, y para estar preparado deberá de leer y estudiar a los autores antiguos, sobre todo a los orientales y gnósticos. 


Cuando el hombre ha llegado al cúmulo de conocimientos mediante la lectura inteligente de todos estos filósofos y se compenetra con las enseñanzas, llega al conocimiento o "Gnosis" hasta llegar a unir la "Pistis" con la "Sophia". El Taumaturgo debe acumular en sí energías ocultas electromagnéticas que pueden ser transmitidas como en un acumulador por medio de talismanes y amuletos. Los conjuros utilizados sólo deben ser conocidos por el iniciado.


Fin del Volumen "Las Enseñanzas de la Antigua Fraternidad Rosacruz"


Extraído del Libro Las Enseñanzas de la Antigua Fraternidad Rosacruz del Dr Krum Heller (Maestro Huiracocha)


Continuaremos con las lecciones contenidas en el Libro "Logos Mantram Magia" y, a continuación haremos lo propio con las de Tatwas contenidas en el Volumen "El Tatwametro".