O bien:
Confesión de la Insigne fraternidad de la muy honrada
Rosa-Cruz dirigida a los hombres de ciencia de Europa, año 1615.
Paz, Tolerancia y
Verdad
"En negrita el Texto de la Confessio traducción de los editores
Muñoz Moya y Montraveta, en rojo las indicaciones de Aralba. Hemos cortado los
grandes párrafos para introducir los comentarios".
Treceavo Capítulo
¿Qué
decís buena gente? ¿Cómo os sentís ahora que comprendéis y sabéis que
proclamamos a Cristo en toda pureza e inocencia, que condenamos al Papa,
servimos la verdadera filosofía, llevamos una existencia de cristianos,
destinamos, acogemos y rezamos en nuestra sociedad por muchos hombres que
también son testigos de la luz de Dios? ¿No pensáis por fin iniciaros al lado
nuestro para aspirar a mejoraros, para encontrar la quietud frente a Dios y
para acomodaros bien con el siglo habida cuenta, no solo de vuestros dones
interiores y de vuestra experiencia propia del Verbo de Dios, sino también de
una meditación activa sobre las imperfecciones de todas las artes y sobre
numerosas inconsciencias?
Esta supone la primera parte del final del Testimonio Rosacruz y
dirigida a subrayar que la Orden es Cristiana, no católica y dirigida a difundir
la sencilla filosofía de vida y de oración de Jesús el Cristo. Se insta más que
a pertenecer a una determinada institución física a seguir los requerimientos
establecidos en los dos manifiestos rosacruces, la Fama y la Confessio; sin
perder el norte establecido de reformar también toda la imperfección histórica y
producto de tantos siglos de dominio de la Iglesia de Roma sobre las ciencias y
las artes
.
Hacedlo
y tened por seguro el provecho: Seréis beneficiaros y herederos de todos los
bienes de la naturaleza, en su maravilla, derrama a los cuatro rincones del
mundo. Rechazaréis sin dolor todo lo que ensombrece la inteligencia del hombre
y obstaculiza su actividad, y borraréis de este mundo todos los excéntricos y
los epiciclos “Erróneo Sistema Ptolomeico”.
Siguiendo la imitación de Cristo y dirigiéndonos por la divina razón
podremos ser beneficiarios de la Ciencia del Libro del Mundo y, por la misma
razón, rechazar todo aquel fanatismo basado en puras supercherías y
supersticiones de carácter supuestamente religioso.
Catorceavo Capítulo
En
cuanto a los presuntuosos, a los que ciega el brillo del oro, o más bien que
pese a su presente piedad corren el riesgo de verse corrompidos por la atribución
imprevista de tantos bienes, y de ser incitados a hundirse en la ociosidad y lanzarse
a una vida lujuriosa y de excesos, les rogamos que no turben con su barahúnda intempestiva
nuestra calma recogida y espiritual.
En esta segunda parte del final del manifiesto, nos confirman que la
Rosacruz ni propugna, ni busca ni pretende ser una escuela de química que
buscara la transmutación del metal plomo en el metal oro. Eso es algo ajeno,
completamente, a la espiritualidad cristiano ecuménica de los hermanos
rosacruces. Cuando se habla de lujuriosos excesos no se pretende demonizar el
sexo bien encauzado de forma espiritual para el verdadero progreso del ser
humano, sino la actividad bestial conducente, exclusivamente, a la búsqueda del
placer por el mero placer, tanto fuere en los ámbitos del sexo, la comida u
otros.
Que
se pregunten si la panacea puede ya existir y que piensen que siempre será
inaccesible, inabordable, para aquellos a quienes el designio divino tiene aquí
mismo bajo su férula, afligiéndolos de males. Paralelamente y en adelante, en
tanto que seamos capaces de dar al mundo entero riqueza y ciencia, de librarlo
de innumerables calamidades, no deseamos en absoluto manifestarnos ni darnos a
conocer a nadie sin decreto divino particular.
Tras la alegoría metálica se encuentra la verdadera alquimia
espiritual tendente a la transformación del hombre terrenal en un verdadero Ser
espiritual. Ser que existiera mucho antes de la caída y que por lo tanto más
que mera transformación es un verdadero retorno al origen primordial previo al
incidente mal denominado como Pecado Original. Por otro lado, se insiste en que
la Orden Rosacruz no es una institución pensada para convertirse en algo
público y al alcance de todo aquel que pudiera pagar unas determinadas cuotas
económicas.
No existe en la mente de los fundadores ni el proselitismo ni el
afán de amasar bienes y dineros; sino más bien, crear un ambiente mundial
propicio para el resurgimiento de una verdadera espiritualidad y reforma de
todos los procesos del vivir y tan contaminados por la basura romana. No
obstante, se sienten hermanados con todos aquellos que se auto identifiquen con
la prédica de los manifiestos rosacruces.
Estamos
alejados de ello hasta un punto tal, que incluso no importa quién de nosotros
es incapaz de participar y disfrutar de nuestros beneficios contra la voluntad
de Dios. Quien quisiera encontrarnos perdería su vida en pesquisas y
averiguaciones antes de lograrlo, antes de acceder y llegar a la felicidad
deseada de la Fraternidad de la Rosa-Cruz.
Ya se intuye, de forma profética, que habría muchos que utilizarían
el sagrado nombre de la Orden para sus propios propósitos y que nada tienen que
ver con su verdadero origen y función ideada; pero se insiste, al final del
Libro, se remarca que nadie que busque la verdadera fraternidad, la verdadera
orden o la verdadera Institución física la encontraría jamás y ello es tan
simple como que nuca se instituyó, en sus orígenes sino mucho más tarde por
impostores, como un edificio físico constituido por seres humanos de carne y
huesos.
Dicho todo lo cual y a la espera de que acontezca el año 2016,
cuarto centenario de la publicación de las Bodas Químicas de Cristian
Rosentkreutz en el que tomaremos dicho escrito para su profundo comentario,
continuaremos en este ejercicio lectivo con próximas lecciones tendentes al
verdadero aprendizaje de los misterios rosacruces, los espirituales como no
podría ser de otro modo, los verdaderamente cristianos o gnósticos.
Solo nos resta
indicar que:
La verdadera Rosacruz es Espiritual y jamás ha existido como
Institución Física.
Aquellas que utilizan el sagrado nombre de la Orden Rosacruz o son
simples escuelas preparatorias o impostoras, sin más, dedicadas al
acaparamiento de dinero y bienes de sus ingenuos y adormecidos acólitos.
El Espíritu Ecuménico y Reformista Rosacruz dio lugar, en su época, a
la institución de verdaderas organizaciones constituidas por cristianos y que,
con el tiempo, derivaría en la transformación de la masonería operativa en la
que conocemos como masonería moderna o especulativa.
Que para tergiversar el verdadero origen y cometido del Movimiento
de la Reforma Protestante, conocido como Rosacruz, la contra reforma de Roma,
dirigida por la Orden Católica de los Jesuitas, tergiversó tanto el nombre como
las funciones materiales de la Sagrada Orden de los rosacruces.
Que del contaminado cóctel constituido por la verdad original, de
sus creadores, y la manipulación interesada de sus enemigos, surgirían con el
tiempo diversas instituciones variopintas que reclamarían para sí la verdadera
herencia de la Rosacruz.
La verdadera Rosacruz ni es mágica en el sentido ocultista, ni
alquímica en el sentido de transformación de los metales en oro. Es Hermética en
tanto en cuanto es heredera del gnosticismo platónico cristiano de Hermes
Trimegisto, y religiosa por cuanto pretende religar a todos los seres humanos
con su divinidad original mediante la intercesión del Cristo Cósmico.
La verdadera y única Rosacruz es más un Movimiento de pensamiento
reformista universal, que una Institución constituida para la conspiración y la
consecución de unos determinados objetivos temporales o materiales, dado que
Cristo nos dejó este Lema:
"Ocuparos de las cosas intangibles del Espíritu y no os afanéis por las
cosas materiales, dado que estas, aún carentes de verdadero valor, os serán dadas por añadidura"
En L:.V:.X:. Luz,
Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de
vuestro Cuerpo material.
Aralba