O bien:
Confesión de la Insigne fraternidad de la muy honrada
Rosa-Cruz dirigida a los hombres de ciencia de Europa, año 1615.
Paz, Tolerancia y
Verdad
"En negrita el Texto de la Confessio traducción de los editores
Muñoz Moya y Montraveta, en rojo las indicaciones de Aralba. Hemos cortado los
grandes párrafos para introducir los comentarios".
Onceavo Capítulo
Acerca
del juicio emitido por la Fama sobre los impostores en cuestiones de
transmutaciones metálicas y de medicina suprema en este mundo, esto es lo que
queremos decir: no queremos en absoluto arruinar ni disminuir este don divino
de una excelencia semejante.
Conforme vamos hurgando más en los entresijos de los manifiestos
rosacruces comprobamos como la Fraternidad original de los rosacruces poco o
nada tiene que ver con quienes, a posteriori, han comercializado sus siglas y
amparando, en su recinto sagrado, prácticas aquí reprochadas. La alquimia, como
tal, la verdadera no era otra cosa que la Química antigua y de esta es de la
que habla la Confessio, como veremos en un párrafo posterior. Para los rosacruces
la alquimia no era otra cosa que una Ciencia divina; pero ciencia al fin y al
cabo.
Sin
embargo, como no siempre aporta enseñanzas y revelaciones suficientes sobre la
transformación de los metales, sobre la medicina y sobre una infinidad de otros
misterios y maravillas naturales, pensamos que es justo consagrar lo esencial
de nuestros esfuerzos a adquirir la comprensión y ciencia de la filosofía.
Aquí queda claro que la Rosacruz se preocupaba de la filosofía
implícita en los procesos científicos, en este caso alquímicos, dejando el
trabajo manual para los verdaderos artesanos del arte y renegando de todos
aquellos charlatanes que escudándose en la ignorancia general se aprovechaban
económicamente de un arte que en realidad no poseían.
Por
ello debe evitarse iniciar en la tintura metálica a excelentes espíritus que no
tengan una buena práctica anterior del conocimiento de la naturaleza.
Por ello se insta a que los hermanos o postulantes no versados
en la Ciencia de la alquimia se dediquen a otros menesteres para que ni pierdan
su valioso tiempo ni tergiversen la verdadera naturaleza de dicha tecnología científica.
¡Qué
insaciable puede ser la avaricia de un hombre que ha llegado a ser indiferente
a la pobreza, a las contrariedades, a las enfermedades, que incluso se ha
elevado por encima de la humanidad entera hasta el punto de dominar todo lo que
tortura, angustia y martiriza a las demás criaturas, y a quien la presencia de
una mina inagotable de oro y de plata empuja sin embargo a consagrarse a
ocupaciones vanas como construir casas, guerrear, o bien vanagloriarse ante
este Mundo!
Este párrafo fue impreso en el Siglo XVII; pero bien podría
haber sido expuesto hoy mismo. Cómo algunos individuos se elevan de forma
artificiosa por encima de sus semejantes atribuyéndose cualidades cuasi
divinas, haciendo daño en su entorno, con el fin de conseguir cosas de
naturaleza mundana y no duraderas.
Dios
ha dispuesto de otra manera: eleva a los humildes humillando y despreciando a
los orgullosos. Confía a los santos ángeles el cuidado de dialogar con los
hombres serenos y moderados en palabras, arrojando al desierto y la soledad a
los charlatanes fútiles.
Pocas explicaciones merecen estos esclarecedores renglones.
Vanidad de vanidades de aquellos que se consideran investidos del poder y de la
falsa sabiduría de los tiempos. La Divinidad se muestra al humilde, sereno y
educado más bien que a los prepotentes o charlatanes versados en una sofística
oratoria.
Éste
es el justo salario con el que retribuye al seductor romano que desborda de
blasfemias contra Dios y contra el Cielo; el mismo que, pese a que en Alemania
ha sido descubierta toda su abominación y su execrable infierno, incluso se
aferra en pleno día a su mentira hasta el punto de colmar la medida de sus
pecados y estar listo para el castigo.
Por enésima vez, en los manuscritos rosacruces se da un varapalo
al imperio Romano de la Iglesia Católica; dado que tergiversó el mensaje gnóstico
de Jesús y pervirtió las prédicas evangélicas en beneficios mundanos.
Vendrá
un tiempo en que la víbora cesará de silbar y en el que será abolida la triple
corona, tema del que trataremos más particularmente y en detalle cuando se
celebre nuestra asamblea.
Se refiere al descabezamiento de la trinidad demoníaca que está
constituida por el Anticristo, el Falso Profeta y la Bestia surgida del Abismo
o Gran Ramera y que se menciona en el Apocalipsis de Juan. Aquí se dice
claramente que se tratará el Tema en una Asamblea Rosacruz luego es posible que
aun no habiendo sido jamás visible la Orden, de cara a la Historia de los
hombres, sí que es probable que se estuviese preparando una conspiración para
desbaratar los planes de Roma y su curia, La Gran Ramera, de su vasallo el
Emperador alemán y del Anticristo: el Papa de roma.
Doceavo Capítulo
Al
término de nuestra Confesión, deseamos recordar diligentemente que conviene
proscribir la mayoría, si no todas, las obras de los falsos alquimistas que,
por gusto, pasan el tiempo en abusar inútilmente de la santa y gloriosa Trinidad,
en engañar al público con figuras rocambolescas y propósitos oscuros y ocultos,
esquilmando el dinero de los simples.
Ya lo apuntamos al comienzo de esta lección: Que la Rosacruz no
solo no estaba en contra de la verdadera Química, sino que arremetía contra los
falsos alquimistas y aquellos que ocultaban su ignorancia tras enigmáticos e
incomprensibles jeroglíficos que no querían decir nada. Todo ello formaba, en
la época, una suerte de ocultismo que aprovechaban los charlatanes para
esquilmar el patrimonio de los adinerados ignorantes.
Nuestro
tiempo conoce una proliferación de libros de esta clase. El enemigo del bien
del hombre los mezcla al buen grano con la esperanza de menguar el crédito de
la verdad. La verdad es neta, simple y desnuda; la mentira por el contrario es
fastuosa, imponente, majestuosa, rodeada con la rara aureola que prestan la
sabiduría divina y la sabiduría humana.
El Siglo XVII fue prolífico en la edición de obras supuestamente
alquímicas y que se escudaban tras la enigmática emblemática. Unas verdaderas
joyas de la ilustración que pretendían ocultar los arcanos del arte de la transmutación
de los metales y no decimos que todos ellos fuesen falsos; pero que los falsos
carecían de la cualidad de la fácil interpretación, pues la ignorancia es más
fácil ocultarla en el farragoso bosque de la incomprensible suntuosidad.
¡Hombres
sutiles! Evitad y huid estas obras: volveos hacia nosotros que no queremos en
absoluto vuestro dinero y que, por el contrario, os ofrecemos graciosamente
nuestros grandes tesoros. Nosotros no corremos tras vuestros bienes inventando
tinturas de charlatán, deseamos haceros participar de los nuestros.
Quien tiene ofrece y da no pide y arrebata. Por lo tanto, aquí
se ve con claridad que la verdadera Rosacruz no va solicitando dinero para su
pertenencia dado que quien posee tantos bienes y tesoros ¿Qué necesidad tiene
de solicitar aportaciones materiales? Lo que nos indica este párrafo es que ninguna
organización que se arrogue el título de Rosacruz y pida dinero por participar
de su sabiduría es la verdadera Orden rosacruz, si acaso alguna bien
intencionada escuela que poco o nada tiene que ver con la sagrada Orden y en el
peor de los casos, de instituciones alimenticias creadas para constituirse en
baluarte de timadores.
No
os hablamos por adagios, queremos iniciaros en una interpretación, en una
explicación, en una ciencia de los secretos que sea clara, simple,
absolutamente comprensible. No buscamos vuestra acogida, vuestra hospitalidad,
os invitamos a nuestras casas que son más que hoteles y palacios del Rey.
Los embaucadores se enmascaran tras lo complicado e
incomprensible. La Verdad es simple y como tal es fácil su explicación y lo
único que se necesita para su entendimiento es la clave que nos proporciona la
Ciencia de los números. Se remarca la esencia de la Orden de no pedir como
pedigüeños mendicantes, dado que quien posee el conocimiento y la sabiduría de
poco o nada le sirven los bienes ajenos.
Sabed
que no actuamos según nuestro capricho; quien nos incita y nos exhorta a ello
es el espíritu divino, y así lo ha dispuesto nuestro padre bien amado en el
testamento inviolable que nos ha dejado, obligándonos a ello las condiciones y
las intenciones del siglo.
Como cualquier institución
evangélica, la Rosacruz presentía que se encontraba en los tiempos profetizados
por el Apocalipsis y que su lucha era contra la triple corona diabólica
representada por Roma y sus vasallos; por lo tanto, se trataba de una verdadera
cruzada inspirada por Dios y predicada por el fundador de la Orden. Aun siendo
una Fraternidad ecuménica que buscara la unificación de toda la cristiandad,
también perseguía el descabezamiento de la antigua herejía que había plantado
su trono oficialista en la antigua Roma y de aquellos que prostituían, por
dinero, las enseñanzas de Jesús el Nazareno.
En L:.V:.X:. Luz,
Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de
vuestro Cuerpo material.
Aralba