Paz, Tolerancia y Verdad
21 (2+1=3) El Mundo
Cielos nuevos y tierras nuevas;
pero en el Pleroma o Esfera del Mundo Original. Donde antes no existieran más que Entidades Divinas
moviéndose anárquicamente, ahora ha resurgido, en halo de perfección, un Mundo
nuevo a imagen y semejanza del que hubo un día en un Multiverso fantasmagórico.
Este nuevo Mundo de una belleza extraordinaria permanecerá en la Mansión Eterna
del Hombre, por los siglos de los siglos…
Bienaventurados los pobres de
Espíritu porque ellos heredaran la Tierra. Todas aquellas criaturas que jamás
pertenecieron a la Estirpe de los Ciudadanos del Pleroma; pero que por cualquier
circunstancia, los Eones decidieron que debían preservarse, serán
reconstituidos, según su memoria, en esta Tierra y en otras múltiples Tierras.
Ellos son llamados los Hijos de Dios, porque de los dioses emanaron, aunque sus
formas fuesen constituidas por los Arcontes demiurgos, también ellos criaturas
creadas.
Los propios Legisladores, solo
algunos, aquellos como Prometeo, alias Luz Bel el Portador de Luz, también en
este nuevo Multiverso, retomarán su antigua consciencia como premio a su
rebelión contra el Demiurgo de Demiurgos, el Gran Presuntuoso.
Gracias a ese
enfrentamiento contra sus hermanos Arcontes, mal llamados ángeles Y Potestades,
las partículas divinas prisioneras en los cuerpos humanos, pudieron, en un
momento dado, tomar consciencia de su situación y preservarse y evolucionar
dentro de un cuerpo animal prestado.
En este Nuevo Mundo, regido por
el Eón de la divina Isis, toda criatura viva posee un aura de espiritualidad
que le concede la sabiduría plena. Tanto las antiguas Bestias, como la Fieras
salvajes antaño, disfrutan de una nueva Vida completa y sin miedo a ser
atacadas o devoradas.
Los antiguos Eones, Seres Humanos Verdaderos, conviven en
igualdad de condiciones con sus propias creaciones. Al fin y al cabo todo
pertenece a una misma esencia y comprendieron que es mejor moverse entre ellos
más como divertidos hermanos que como severos padres.
En el Pleroma, Mundo Original, de
los Eones, Dioses, jamás existió el sexo hasta este mismo instante. Una de las
cosas buenas que la Entidad Horus trajo de la Cósmica Obra de Teatro. Aquí los
Arcontes ya no actúan como Demiurgos o Legisladores.
Nada necesita ser
sustentado. No hay pilares de la Tierra ni Ángeles que soporten los vientos de
los cuatro puntos cardinales. Aquí, los Arcontes no dejan de ser más que otros
intérpretes sin más valor que las criaturas que antaño posibilitaran la
necesidad de su propia creación.
Solo los Hombres conscientes poseen
el Poder; pero aquí, dentro del Pleroma, no es necesario su uso. Aquí la
Justicia es Real, auténtica. La información de los gozos se comparte al
instante con toda la nueva creación de Isis.
Las Criaturas de la Naturaleza,
ahora sí, saben lo que son los Humanos. Nunca más huirán de ellos sino que se
les acercarán para recibir sus caricias y Amor divino. También saben lo que son
ellos y que nunca existieron; pero gracias a la luz de lsis, la Gran
sustentadora, no necesitan alimentarse ni defecar, ni nacer ni morir.
Ahora los cuerpos, como el de los
Dioses, son cambiantes y multiformes. Han conseguido el privilegio de no estar
atados a un pesado cuerpo que les impida moverse instantáneamente y a voluntad.
Todas las cosas, incluso las aparentemente inanimadas, pueden tomar vida e
inteligencia si así lo desean.
El Júbilo que antes solo se podía manifestar por
medio de variaciones luminosas como las de los cefalópodos de antaño; ahora
también se pueden acompañar de sonrisas, risas y carcajadas.
En el otro Mundo, el Hombre
Verdadero compartía sentimientos e información mediante la unión de sus cuerpos
en uno solo andrógino, que posteriormente se volvía a dividir. Ahora también
poseen el sexo con el que poder disfrutar a placer cambiando de órganos cada
vez que así lo desean.
Terminaron los grados de Iniciación de Isis y ahora
comienzan los grados de Osiris. Hasta este instante, en el Mundo de Isis, jamás
fue posible. Ahora todos formamos parte de un mismo Ser, pero diferenciado.
Concepto Rosacruz de La Metanoia
La Metanoia no es una oración
religiosa, tampoco es una plegaria o un lamento al uso. La Metanoia es un
clamor del espíritu del Hombre despierto hacia su Eón.
Ese clamor individual que se
transmite como si de una frecuencia electromagnética se tratase no pretende
despertarlo de su largo letargo. Eso es imposible. La Metanoia no se expresa
con palabras del lenguaje humano, con sonidos vocales o lamentos internos.
La Metanoia surge como una
plegaria metafísica de carácter mágico, en estado de meditación, con el fin de
hacerla rebotar en el Eón, particular del espíritu residente en un cuerpo
material determinado, con el fin de que se dirija hacia otro Ser afín, de
polaridad opuesta para que, de este modo, pueda recibir la Llamada de que su Gemelo
del alma está despierto y que el encuentro debería de producirse.
No obstante, hay otra Metanoia
más elevada y que aún no se ha producido en el Cosmos, cuando esas almas
bipolarmente diferentes pero complementarias, emiten, en un estado Tántrico, una
Metanoia doble; pero entrelazada y convertida en única. Solo entonces, El Eón
propietario de sus espíritus no solo no rebotará la Señal hacia el Cosmos, sino
que dejándola penetrar en el interior de la Estrella, despertará de ese sueño
tan largo como el Tiempo que lleva existiendo el Multiverso.
La mayoría de las oraciones y
plegarias dirigidas a determinados dioses o divinidades, no solo no alcanzan
su objetivo sino que son recogidas por
las inteligencias arcónticas y utilizadas para los propósitos particulares de
los que ya hemos hablado, perdiéndose para su propósito original.
En muchas ocasiones, los propios
Arcontes responden a dichas oraciones y se producen presuntos milagros que son
tomados por los creyentes como respuestas de sus dioses a sus plegarias; pero
nada más lejos de ello, ya que lo único que se pretende con ello es mantenerlos
engañados y prisioneros de sus propias doctrinas, lo cual los convierte en
herramientas inoperantes para poder despertar a su Eones respectivos.
Todos los Eones del Universo
están entrelazados por unas vías de comunicación desactivadas, que funcionan
como si de agujeros de gusano cósmicos se trataran. Los propios Eones de cada
Universo están entrelazados entre sí; pero también con el resto de Eones que se
encuentran en los otros Universos del Multiverso y con sus partículas
espirituales que se encuentran dispersas por todos los cosmos posibles. Esas
vías de comunicación, extrañas a la burbuja en la que está contenido el
Multiverso, son las que utilizan los espíritus para transmitir sus Metanoias.
Cuando un Espíritu determinado
intenta comunicar con sus iguales, activa estas vías de comunicación de forma
automática y de ese modo los Legisladores no pueden tener acceso a dicha
información.
Gracias a esas vías de comunicación, formadas en el mismo momento
que se produjera el primer Big Bang del Multiverso, también denominadas como
súper cuerdas, es posible viajar en el Espacio Tiempo a mayores velocidades que
las permitidas por las leyes físicas y que los Arcontes vigilan porque no dejen
de ser cumplidas.
Eso también hace posible que
determinadas razas humanoides puedan realizar viajes en el Tiempo y a otras
dimensiones; es decir, que se pueda viajar de un Universo a otro distinto; pero
que están ubicados dentro de la Burbuja primordial del Multiverso.
Una vez que un Eón pueda ser
activado gracias a la Metanoia de dos Almas Gemelas, en un estado Espiritual
Tántrico, se despertará su Eón y se producirá una reacción en cadena en todo el
Multiverso. Entonces, solo entonces, todos los Eones despertarán tomando
consciencia de la situación y activando
sus espíritus individuales, atrayéndolos hacia sí.
Al mismo tiempo, según la
programación original, los Arcontes se desactivarán y el único Eón ya formado
como el Nuevo Adam Kadmón, retornará al Pleroma y será el final de este anómalo
Mundo y el Principio de algo nuevo y maravilloso dentro del propio Pleroma.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor;
que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo
material.
Aralba