jueves, 19 de febrero de 2015

Lección 38 (La Sacerdotisa/Concepto Rosacruz del Hombre Dios)



Paz, Tolerancia y Verdad



2 – La Papisa (La Sacerdotisa)

Mira hijo, ya que me preguntas te responderé con otra pregunta ¿Qué significado tiene Papa en la Tradición Católico Romana? Exacto; pues aquí es parecido pero no igual. El Creador se refleja en el plano de la materia y ese reflejo, invertido como no puede ser de otro modo, es la Papisa. La Sabiduría del Creador ordenando y preparando el útero de la Naturaleza.

El Creador se encuentra en un plano que trasciende lo material; pero así como el Loco, que carece de numeración, contiene en su Caos a todos los arquetipos de Luz-Bel, así el Mago contiene toda la esencia de su progenie. La Papisa es el útero femenino donde fermenta la Sabiduría del Creador y que dará lugar al conjunto de la creación, la Naturaleza.

Todavía no existe nada consistente. No hay peces o flores materiales; pero está todo pensado, calibrado y catalogado. El Amor femenino de la Papisa será el encargado de proporcionar el  calor de su atanor a las ideas por nacer en el crisol del mundo de los efectos.

Ella es, hijo mío, la punta del compás que se clava firmemente en los planos de la materia; pero al contrario que el Mago en su plano de existencia, que es creador de ideas, la Papisa es potencia pasiva. Ella, por medio del Amor proporciona la energía necesaria para que la existencia, la vida y la inteligencia puedan germinar en el plano de la materia; pero ella no es la creadora ni podría llamársela tampoco naturaleza. Esa progenie suya será el resultado de su amor de fuego concentrado sobre las ideas del mago.

Como puedes suponer, hijo mío, el Amor de la Papisa es un Amor de Fuego y que genera una creación; pero del que tendrás que cuidarte mucho pues los cuerpos de este plano, de acercarse en demasía, serían calcinados.

La Papisa son los Pilares del Universo, donde están contenidas, tanto en esencia como en potencia, las Leyes que regirán en la Naturaleza, tanto de lo minúsculo como de lo grande y majestuoso. Es la lente que proyecta en este plano las  cosas y que en el del mago solo son la esencia de las ideas.

Aprende bien del Amor de la Papisa pues es un amor que no tiene egoísmo alguno. Ella no se mueve por ningún otro criterio que no sea el trasladar desde el Cielo el Amor divino. Tampoco es un amor celoso cargado de apego. Ella sabe que todo lo que trae del mundo de las ideas se va a repartir por el Universo, según unas leyes bien definidas que ella misma ha implantado; pero que antes fueran concebidas por la sabiduría celestial del Mago.

La Sabiduría del Mago es Locura en este plano; pero como si de un espejo se tratara, la Papisa se encarga de invertir la imagen en el mundo de los efectos con el fin de que pueda surtir efecto y resultar comprensible para las mentes de las criaturas que en él vivirán.

La Papisa ha recreado el escenario donde otra, la Naturaleza, producirá su Parto de materia, vida e inteligencia; pero no de una forma caótica y sin orden, sino primorosamente asistida por la Sabiduría reflejada del Creador. Eso es la Papisa.

Cuando te acerques a la Papisa, hijo mío, porque algún día tendrás que hacerlo, atente a las consecuencias de tus acciones en la Vida y no te quejes del fuego que consumirá, invariablemente, todas tus entrañas. Así es el cálido amor de la Papisa, fulminante, abrasador.

Pero claro, todos tenemos que pasar por ese divino trance, ya que en este plano nada es aparentemente eterno. Todo fluye, magnifica y decrece hasta la extinción como el fuego divino.

Ya está todo dispuesto, hijo mío, para que aparezca en escena mi Esposa, tu Madre.

Concepto Rosacruz del Hombre Dios

Dostoyevsky, en una de sus novelas, pone en boca de su protagonista la siguiente expresión: El Hombre es Dios. Algo similar opinaba Nietzsche, cuando se refería al Súper-hombre; pero en el caso del filósofo, es patente que parte desde el supuesto de la primigenia inexistencia de Dios.

Ambos tipos de pensamiento nos lleva al supuesto de que el dios que nos han contado, o los dioses, no existen en la actualidad, aunque es factible que tomen corporeidad en un futuro más o menos lejano. Para el Escritor ruso, el Ser Humano es Dios ya que posee consciencia, tanto de sus hechos como de la propia existencia; pero no queda muy claro que la existencia de los demás no sea más que una mera ensoñación o espejismo del Individuo consciente.

Para los partidarios de que el hombre es Dios, existen dos posibilidades de dar respuesta a esta cuestión, primero que el hombre ha sido Dios siempre, o que en un determinado proceso de evolución llegó a serlo. Ahora el hombre, según el supuesto anterior, sería Dios; por el contrario, los seguidores del filósofo podrían partir de la premisa de que la Nada, en su evolución, ha ido generando objetos y criaturas hasta llegar al Hombre, quien debido a la evolución, de su artificial consciencia, llegará a convertirse en un Súper hombre, llamémoslo Dios también.

Podría parecer, que partiendo de una concepción atea, no existe Dios, evolucionamos filosóficamente a una concepción teísta del universo; pero eso es una falacia, pues supuestamente para ser Dios, habría que ser todo poderoso, omnisciente y eterno entre otras muchas características propias de la divinidad.

Bien, todas las discrepancias fenecerían si al concepto de la existencia le damos otro significado y cometido. A pesar de las apariencias, la nada no ha existido jamás y un todo inteligente e inconsciente viene mudando, no evolucionando, desde una eternidad que ni tuvo jamás principio ni, por supuesto tendrá final.

En este supuesto, las criaturas de esa energía, entre las que nos encontraríamos los seres humanos, no seríamos más que una forma más de manifestarse la divinidad, el Dios. En el Ser humano esa forma de expresarse llega al punto de la consciencia; pero nadie ha sido capaz de mostrarnos que no exista una cualidad superior que podría denominarse como súper-consciencia o algo parecido.

Dentro de este escaparate o escenario que hemos formado con ideas, ahora sí podríamos ubicar tanto a todo lo existente como a su historia inherente. El Hombre habría existido, como Dios consciente, siempre, aunque su manifestación corporal en otras épocas o periodos hubiese sido distinta. Dios estaría, como dicen los panteístas, en todas partes dentro y no fuera, pues afuera no habría nada; mejor dicho nada no existe, luego todo es Dios,

Energía, Vida, Existir, Pensamiento e Inteligencia. Es probable que la corta vida humana tenga poca significación en  el mutable Cosmos; pero lo cierto es que el Espíritu Humano siempre ha estado ahí, para construir los escenarios que mejor le ha convenido para manifestarse y hacer lo que mejor sabe hacer: Vivir como Dios.

En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.


Aralba