Paz, Tolerancia y Verdad
Ríos de tinta han corrido con la
intención de explicar lo que los rosacruces conocen como “El Guardián del
Umbral”; pero, de forma breve, podríamos resumir que se trata de un Ente
egregórico y artificial, fantasmal; cuya vida, le viene de nuestras acciones
pasadas y presentes y cuya función principal es impedir que las personas puedan
penetrar en los planos invisibles, salvo que se encuentren preparadas, según
vimos en la lección anterior.
De entre todos esos ríos de tinta
habría que descartar muchos mitos erróneos que fueron difundidos por algunos
maestros de gran renombre. En primer lugar, es absolutamente falso que el
Guardián del Umbral solo se aparezca una vez en la Vida y que si no se supera la
Prueba no tendremos otra oportunidad de pasar el Umbral hasta que se produzca una
nueva encarnación.
El Guardián o Morador del Umbral no es
ningún ángel apostado con una espada flamígera ni tampoco un terrible demonio
puesto allí, ante el Umbral de los mundos invisibles, por alguien ajeno a
nosotros mismos. El tal Guardián es nuestro, creado por nosotros, se alimenta
de nosotros y existe gracias a nosotros; de algún modo es semejante a los
arcontes que diseñara el Demiurgo para que le ayudaran en la construcción de su
Obra y para que la mantuviesen en caso de que el desapareciera, como así
sucedió.
No está formado de arcilla como
el Golem, sino de pensamientos y acciones. Mientras más ignorante y malvada sea
la personalidad más terrorífico se aparecerá. En caso contrario, a pesar de no
dejar de ser menos terrible, sin embargo se presenta con más dignidad a modo de
la efigie que examinara al candidato a la Iniciación.
Lo que está claro es que esa protección automática, de la parte invisible del Ser Humano, no permitirá que seamos conscientes, como personalidad, fuera de nuestro cuerpo físico a menos que nos encontremos debidamente preparados y nuestra Alma haya sido purificada mediante el buen obrar y el bien pensar.
Lo que está claro es que esa protección automática, de la parte invisible del Ser Humano, no permitirá que seamos conscientes, como personalidad, fuera de nuestro cuerpo físico a menos que nos encontremos debidamente preparados y nuestra Alma haya sido purificada mediante el buen obrar y el bien pensar.
El Personaje del Guardián del
Umbral ha sido muy utilizado en toda la literatura gótica, por diversos autores
como Gustav Meyrink con su "Ángel de la Ventana de Occidente" o Bulwer Lytton en
su Obra Iniciática "Zanoni"; donde Glyndon, desobedeciendo a Menjour despierta a la horrenda Entidad que le perseguirá de por vida. La representación dramático-literaria, un tanto exagerada, de estos
autores está demasiado mitificada y no se ajusta a la realidad del Guardián, dado que no es un vigilante con entidad propia puesto allí por alguna
divinidad; ni tampoco se trata, como dijimos, de algún tipo de demonio colocado
para hacernos la vida imposible.
Es importante saber que si insistimos en los ejercicios, explicados en la anterior lección, más pronto que tarde nos encontraremos con el Guardián del Umbral y será el responsable, en caso de no pasar la Prueba, siendo esto lo mismo que tener miedo, de que nos despertemos aterrorizados, bañados en sudor frío y nuestro corazón latiendo a una velocidad fuera de lo normal.
El Guardián del Umbral no tiene
una sola forma de manifestarse, sino que se nos puede mostrar como una persona,
sea ésta hombre o mujer, algún tipo de animal, gato, perro, serpiente o algún otro tipo de monstruosa
representación.
Podría parecer imposible creer "por
mucho que nos mentalicemos, en estado de vigilia, de que el Guardián del Umbral
es nuestra criatura y que por lo tanto se encuentra a nuestro servicio y que en
modo alguno nos dañará; de eso se trata", llevar esa idea de forma clara al mundo onírico de los sueños.
Hay una parte de verdad en ello, porque por mucho que, intelectualmente, nos lo propongamos y autosugestionemos, si nuestra Personalidad no está suficientemente limpia para traspasar el velo, el guardián aparecerá, ineludiblemente, y nos impedirá el paso. Es por ello que, quizá, algunos de los que estén leyendo esta lección hayan pasado por dicha prueba sin saber de qué se trataba. Bueno, ahora tenéis la respuesta.
Hay una parte de verdad en ello, porque por mucho que, intelectualmente, nos lo propongamos y autosugestionemos, si nuestra Personalidad no está suficientemente limpia para traspasar el velo, el guardián aparecerá, ineludiblemente, y nos impedirá el paso. Es por ello que, quizá, algunos de los que estén leyendo esta lección hayan pasado por dicha prueba sin saber de qué se trataba. Bueno, ahora tenéis la respuesta.
Algunos piensan que han vencido
al Guardián del Umbral y que por ello pueden penetrar en los mundos internos; y
ello, a sabiendas de que no están lo suficientemente limpios, aunque esa sea la
impresión que pudieran dar a sus semejantes. Bien, también es cierto en parte,
dado que donde se están moviendo es en los planos más bajos del Plano Astral o Mundo de
los deseos.
Otro error muy común es pensar
que existe un solo Guardián y que solo se nos presenta en una sola ocasión. Los
guardianes se presentan cada vez que intentamos elevarnos a un plano superior y
cada guardián está constituido con materia, nuestra evidentemente, de los
planos a los que estamos intentando acceder.
Pero es cierto que el Guardián
del Umbral más conocido y difundido por la Literatura Gótica es el del Plano de
los Deseos y, por lo cual, está constituido de materia de ese plano de
existencia. Es por ello que resulta tan tenebroso y aterrador, pues está
constituido de nuestras más bajas pasiones y vicios siendo su apariencia de forma general, salvo que nuestra Vida fuese ejemplar, verdaderamente monstruosa.
En los otros planos más elevados,
según vimos, la Presencia que se nos presenta lo hace como un guía frío o
bondadoso; pero nunca de una forma monstruosa. De algún modo, como entidades
que viven dentro de nosotros, no dejan de ser más que diversas apariencias de
nuestro Ser Interno. Siempre es un reflejo parcial de nuestro Maestro Interior el que se nos presenta con el fin de darnos paso, a un nivel más elevado de consciencia, en caso de
que estemos preparados para pasar la prueba iniciática, o retenernos en caso contrario.
Es importante que sepamos estas
cosas para que cuando nos enfrentemos con alguna de sus múltiples apariencias sepamos que
no nos enfrentamos ante algo ajeno a nosotros, sino ante nosotros mismos; pero
que se trata, de algún modo, de un reflejo del otro Plano, de nuestro Ser o Maestro interno y
que, éste, posee la Palabra Secreta que nos permita el Paso. Sí, por eso se la denomina
la Palabra perdida porque se nos olvidó y debido a ello, la generalidad, no
recuerda el poder de penetrar en los planos superiores.
La Palabra de Paso, perdida, es
completamente diferente para cualquiera de las individualidades humanas. No
existe, en este caso, una llave maestra que sirva para cualquiera y lo mejor de
todo es que dicha, supuesta, palabra es intransferible. No serviría de nada que
algún iniciado plasmase, de forma pública, su Palabra Perdida en alguna forma impresa; dado que a
los demás no nos serviría de nada. Esto es importante tenerlo en cuanta, sobre
todos aquellos que se encuentren obsesionados en descubrir en las bibliotecas
teológicas, mágicas o teosóficas dicha Palabra.
Hablamos de siete Planos de
existencia; pero también dijimos que cada Plano de existencia posee siete
regiones; pero también comentamos que se trataba de una especie de resumen pues
los niveles son muchísimos más; pues bien, para pasar a un nuevo nivel
tendremos que enfrentar a un Nuevo aspecto del Guardián y si salimos
victoriosos nos invitará a pasar.
El Guardián del Umbral no es otro que el Ángel al que se enfrentó Jacob cuando, estando durmiendo sobre una piedra, se le mostró la Escala que llegaba hasta el cielo y por la que subían y bajaban diversas entidades celestiales. Si recordamos, se trató de una batalla muy especial pues ni el Ángel del Señor podía vencer a Jacob ni éste al Ángel. Esto fue así porque ese supuesto Ángel no era otro que el Guardián del Umbral del propio Jacob. Era él mismo.
El Guardián del Umbral no es otro que el Ángel al que se enfrentó Jacob cuando, estando durmiendo sobre una piedra, se le mostró la Escala que llegaba hasta el cielo y por la que subían y bajaban diversas entidades celestiales. Si recordamos, se trató de una batalla muy especial pues ni el Ángel del Señor podía vencer a Jacob ni éste al Ángel. Esto fue así porque ese supuesto Ángel no era otro que el Guardián del Umbral del propio Jacob. Era él mismo.
La Figura de Darth Vader, en El
Imperio Contraataca, que se le presenta en la gruta del Planeta de Yoda, a
Skywalker demuestra que no es otro que él mismo, su otro Yo, su Ser Interno, su
Guardián del Umbral. Enfrentamiento necesario e imprescindible para que se
pueda producir la Iniciación.
El enfrentamiento de Neo, en
Matrix, contra el guardaespaldas del Oráculo no es otra cosa que el
enfrentamiento contra un aspecto del Guardián del Umbral, en el Nivel de acceso
en el que tiene que encontrarse frente a frente con su memoria interna o memoria de la Naturaleza.
La Historia de la literatura, de
la filosofía, del teatro y del cine está repleta de ejemplos de enfrentamientos
contra el Guardián del Umbral en sus diferentes manifestaciones; pero debemos
tener en cuenta que siempre se nos presentará de un modo diferente. Yo podría
contar mis historias, ya lo he realizado en otras de mis obras pero no volveré
sobre ello; y no piensen, que a ustedes se os presentará del mismo o parecido
modo. Sería una verdadera coincidencia que así fuera; pero para hacerse una
idea sepan que si intentan salir del Cuerpo y algo o alguien se lo impide
no es otro que su Guardián del Umbral.
Si intentan salir de su
habitación, en sueños, por la puerta, la ventana o atravesando el techo y se
encuentran frente a frente con una bestia parda, sepan que es el Guardián del
Umbral. Sepan que, tras ese sueño lúcido, si se despiertan repentinamente es
porque no pasaron la prueba; pero no tengan cuidado, no hagan caso de esos
maestros que nos dicen que solo hay una prueba posible y que si no la pasamos
tendremos que repetir la prueba en otra vida. Eso es, falso de solemnidad.
Una extraña mujer de belleza marmórea
pero aterradora; quizá armada con alguna espada o daga. Un caballero negro de
aspecto aterrador, un gato salvaje que se abalanza hacia nosotros al abrir la
ventana de nuestros aposentos, una sinuosa serpiente que se enrosca a nosotros
sin que podamos levantarnos de nuestro lecho o un enorme cuervo que nos grazna
avisando del peligro que acecha al otro lado.
Para vencer al Guardián del
Umbral, nuestros hechos o realizaciones deberán ser nobles y altruistas.
Deberemos tener el conocimiento mínimo de a lo que podemos enfrentarnos al otro
lado, pues la ignorancia es fuente de miedo y el miedo es el arma más efectiva que
posee el Guardián del Umbral para apartarnos del Portal que conduce al otro
lado, a uno de los otros lados posibles.
Espero que os pueda servir esta
Lección para que sepáis que no hay enemigo ahí afuera. El enemigo a batir, que
no es tal enemigo, lo tenéis en vosotros mismos, como Gilgamesh, dentro de la
epopeya Sumeria, ese enemigo-Amigo está representado por Enkidu.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.