Paz, Tolerancia y Verdad
Todo el mundo ha oído hablar de
la conocida como Ley del Karma, conocida en ámbitos rosicrucianos como la Ley
de Causa y Efecto y que, como su nombre indica, cualquier cosa que hagamos,
la Causa, provocará de forma ineludible una serie de efectos que se corresponderán
con el signo de la causa puesta en acción y esto nos deriva hacia la Ley de Simpatía
o de Correspondencia que nos indica que
todo está relacionado, lo micro cósmico con lo macro cósmico.
Conociendo estas leyes
fundamentales del funcionamiento de la Naturaleza es como ciertos individuos,
autodenominados magos, es como atraen la fortuna hacia ellos; pero como
veremos, en el transcurso de la Lección, esto solo es verdad a grosso modo, pues
estas leyes son más precisas de lo que podríamos considerar y cualquier cosa
que obtengamos en beneficio propio, de forma egoísta, crea una deuda cósmica que más pronto que tarde deberemos restituir con creces.
La Ley del Karma "Acción/Reacción" nos indica que
las buenas acciones y pensamientos generan un Karma bueno, efecto denominado
Dharma y que quedará grabado en nuestra memoria de la Naturaleza, a modo de
Cuenta de ahorros bancaria, como una especie de activo que siendo consciente o
inconsciente de ello, sin embargo nos será útil en algún instante de nuestras
vidas.
Si las causas que hemos puesto en
marcha, por acción u omisión, son negativas producirán propiamente un Karma o
deuda que quedará registrada en el Pasivo de la mencionada cuenta corriente de nuestra Memoria de la Naturaleza y, llegado el caso, siendo conscientes o inconscientes
del hecho, tendremos que hacer frente sí o sí a esa Deuda del Destino.
Conociendo que eso es así, es
cuestión de actuar con inteligencia, el situarnos de forma correcta y armónica
con la Naturaleza con el fin de tener una vida lo más tranquila y benéfica posible tanto para nosotros como para la gente que nos rodea.
Los magos conocen que esto es así
y van un poco más allá forzando la situación, mediante una especie de
ingeniería mágica, mediante ritos, con el fin de conseguir determinados beneficios; pero dado
que nada surge de la nada, esos beneficios casi siempre son sustraídos de algún
otro lugar y por lo tanto, sin saberlo, estamos perjudicando a algo o a
alguien, creando un Karma para el Mago y para el beneficiado de los
hechizos.
Mediante esa ingeniería mágica,
utilizando la Ley de Simpatía, se produce una atracción entre los semejantes y
de ese modo es posible influir mediante acciones sobre lo micro cósmico, produciendo
efectos sobre lo macro cósmico y, como
consecuencia natural, los científicos a este hecho lo conocen como efecto
mariposa, lo macro cósmico revierte
sobre lo micro cósmico de una forma amplificada consiguiendo el Mago los
efectos deseados y diluyendo, de forma aparente, el posible Karma y que no será
evidente en el corto plazo; pero sí efectivo pasado cierto tiempo.
Es por ello que el mejor Mago es
aquel que conociendo las leyes básicas de la Naturaleza actúa dirigido por el
Amor en beneficio de los demás; pero de forma altruista, sin alguna intención egoísta
de recibir algún tipo de compensación por sus acciones. Solo de ese modo, el
Mago no solamente no coloca Karma en el pasivo de su cuenta sino que la propia
Naturaleza, en su debido momento, le compensará, en su Activo, por sus buenas acciones; pero
es que además tampoco afectará negativamente a aquellas personas que hayan sido
beneficiadas salvo que no hayan sido merecedoras de las bendiciones que le
hayan sido concedidas mediante las acciones del Mago.
Tras haber leído los anteriores
párrafos, podemos hacernos conscientes de que, sin querer, hemos actuado
de forma impropia en el pasado y nuestra pregunta ahora sería ¿Cómo puedo
deshacer dicho Karma? Mediante la Compensación. Compensando parte del Pasivo
con el Activo y produciendo Dharma que dijimos se trata de una especie de Karma
positivo; es decir, restituyendo aquello que hayamos sustraído y no nos referimos
solo a cosas materiales sino también a cuestiones morales y emocionales porque,
del mismo modo que deberíamos restituir un objeto a alguien a quien se lo hemos
quitado, también deberíamos restituir la dignidad a aquellas personas de las que
hayamos abusado en algún modo y esto solo se puede hacer pidiendo Perdón y acompañándolo de las nuevas acciones adecuadas.
Ahora bien, nada de esto serviría
de algo si nuestra actitud positiva se produce simplemente por miedo, porque el
miedo también crea Karma y aún eliminado parte de aquel que tenemos en nuestro
Pasivo del Banco de la Memoria de la Naturaleza, sin embargo acumulamos nuevo
Karma en forma de miedo o interés egoísta. Nuestras buenas acciones no deben
surgir por algún tipo de imposición externa, ajena, sino que debe salir de
nuestro corazón por un acto de puro Amor hacia nuestros semejantes; dada la
convicción de que todos formamos parte de una Unidad en el Seno del Creador o
Principio Cósmico Universal.
Sea bueno, no obstante, el
conocimiento de estas cosas para que, asentado nuestro Poder de Observación, mediante la práctica adecuada, seamos
conscientes de todas y cada una de nuestras acciones así como de las posibles
consecuencias que pudieran acarrear a terceros. El Hecho, no es pensar como un
excelente jugador de ajedrez que pueda prever jugadas a largo plazo viendo como
nuestras acciones, a futuro, se vuelven contra nosotros porque si actuáramos de
dicho modo, actuaríamos de forma sibilina, buscando nuestro beneficio personal aunque fuere
a largo plazo. Así actúan la mayoría de los magos. Nuestra actitud, en dichos
casos, debe de ser generosa sin pensar en las posibles consecuencias que nuestras
acciones, en beneficio de la humanidad, pudieran tener en nuestra contra, "lo que haga tu mano derecha que no se entere la izquierda".
De algún modo podríamos decir que
el Amor para el Mago es como una especie de campo de fuerza imprescindible que
lo hace inmune a las mareas kármicas; es decir, lo hace impermeable a las consecuencias
de la ley de Causa y Efecto "Acción/Reacción"; pero ese Amor no debe de ser buscado con algún motivo de
precaución y previamente diseñado, sino que sale del Corazón del Individuo.
Es por ello que se sabe que los
verdaderamente iniciados, de determinado nivel, están exentos de las
influencias electromagnéticas "Cósmicas" de las estrellas y planetas que conforman
nuestras constelaciones zodiacales; dado que a su alrededor existe un campo de
fuerza constituido de neutrinos procedentes del Pleroma. Neutrinos que por otro
lado tuvieron, en su momento, la misión de despertar al Eterno Durmiente que
mora en nuestro Corazón y que vino a transformarse, con el tiempo, del recién
nacido Jesús en el Cristo transfigurador y parte fundamental del Hombre Nuevo o
Adepto Rosacruz.
El Mago, en estas circunstancias,
está en permanente contacto con el Principio Cósmico Universal del Pleroma
mediante una Metanoia de Neutrinos de
doble circulación; del Pleroma hacia él y de vuelta de él hacia el Pleroma.
Por lo tanto tengan en cuenta los
estudiantes de las enseñanzas rosacruces ciertas cuestiones de importancia
trascendental con el fin de facilitar nuestro paso por la Vida.
1.- Debemos aprender a ser
conscientes tanto de nuestros hechos y omisiones como de nuestros pensamientos.
2.- Que esos hechos u omisiones y pensamientos siempre serán el origen, dependiendo del signo; de Karma negativo, que algún día
deberemos restituir en forma de penurias, o de Dharma positivo que, cuando menos
lo pensemos, nos será restituido a nosotros en forma de parabienes.
3.- Que cualquier manipulación
que intentemos realizar, respecto a las leyes naturales, mediante la tecnología mágica, deberá realizarse por
amor a los demás, sin algún interés propio en conseguir algún beneficio, para
nosotros, del tipo que sea.
4.- Que el Karma, consecuencia de
nuestras malas acciones y pensar, del pasado podemos compensarlo con el Dharma,
buenas acciones y pensar, del Presente; pero que esta actitud es algo que debe
salir de nuestro interior no como una estrategia egoísta de salvación urdida por nuestra
Personalidad.
Seamos conscientes que, a pesar
de que a corto plazo pudiera parecer que no hay consecuencias de nuestras
acciones, en algún momento de nuestro futuro la Naturaleza nos pedirá, de forma
automática, cuentas al respecto; es decir, no hay alguien que nos pedirá cuentas
sino que somos nosotros mismos quienes somos nuestros propios jueces y verdugos,
porque las leyes de la Naturaleza fueron puestas ahí en su día por el Demiurgo;
pero su actuación es automática y quien rompe las reglas es quien sufre las
consecuencias, sea consciente o no de éstas. La Ley es implacable en sus acciones aunque
no se la conozca. Hay que tener esto en cuenta.
Luego entonces, es aquí donde entendemos
la importancia de adquirir conocimiento y alejarnos lo máximo posible de la
Ignorancia, dado que la ignorancia es como una especie de lastre que nos hunde
y nos aleja de la verdad, del conocimiento del funcionamiento de las leyes de
la Naturaleza y podemos ir por la vida, como así va la mayoría de la humanidad,
ciegos y sin saber lo que nos puede deparar a la vuelta de la esquina y actuando en base a pura superstición.
Es bueno saber que el hacer el
bien es beneficioso tanto para nosotros como para todos aquellos que nos
rodean; e incluso, diría yo que para el resto de la humanidad; pero hacerlo con
intencionalidad de salir beneficiados, repetimos, no sirve de nada porque así
es como actúa la Personalidad, por interés personal y es, sin embargo, el Ser
Interno, nuestro Jesús crecido o Cristo quien por Amor nos debe hacer actuar
así. Nuestras acciones y pensamientos positivos deben salir del Corazón no de
la Mente.
En el futuro, cuando Cristo pase
a ser, además de Rey de nuestro Corazón, Emperador de nuestra Mente será cuando
el Hombre Nuevo, el Adepto Rosacruz, libre de cualquier vasallaje a las leyes
de la Naturaleza, constituidas por el Demiurgo en la forma de los arcontes,
podrá actuar sin afectar a las fuerzas naturales constituidas y se habrá
convertido en el Demiurgo consciente "Adam Kadmón". Demiurgo que vive en él, recuerden, desde el mismo
instante que aquel le soplara el aliento vital sobre sus fosas nasales y se echara a descansar en el interior de Adam.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
Aralba