Paz, Tolerancia y Verdad
Las dimensiones o planos de
existencia en el multiverso son incalculables; pero las enseñanzas rosacruces
nos las resume en cuarenta y cuatro regiones que reducidas para su mejor comprensión
quedarían en solo siete, a saber:
El Mundo de Dios o del Pleroma
El Mundo de los eones o Espíritus
Virginales
El Mundo de Sophía o del Espíritu
Divino
El Mundo del Demiurgo o del
Espíritu de Vida
El Mundo de la Mente o del
Pensamiento
El Mundo Astral o del Deseo
El Mundo Material o Físico
El Mundo del Pleroma está
presente en el resto de dimensiones pues como ya indicamos, en lecciones
anteriores, se trata de la Mente Universal que lo permea todo. A este Plano pertenece nuestra Divinidad. Del Pleroma se recibe la información, mediante neutrinos, de la Redención. El Pleroma es puro Amor.
El Mundo de los eones está
presente en todos los universos, el resto de eones, en forma de sus embajadas,
los agujeros blancos y por lo tanto también en el resto de dimensiones inmediatamente
inferiores; es decir en el Mundo del Eón Sophía, y por lo tanto en el Sistema
Solar del Demiurgo y en los mundos de la Mente, del Astral y del mundo
Material. A este Plano pertenece nuestra Universalidad. Los eones son los responsables de la Influencia astrológica mediante los neutrinos que nos llegan de ellos
El Mundo de Sophía está presente
en sí misma y en el resto de los eones mediante sus embajadores los agujeros
blancos; pero también, como no puede ser de otro modo, en el del Demiurgo, de
la Mente, del Astral y del Material. A este Plano pertenece nuestra
Inmortalidad. De Sophía surge la información o Metanoia que mantiene las formas para que se pueda manifestar la Inteligencia. Es lo que denominamos como la Madre Naturaleza.
El Mundo del Demiurgo está
presente en el Eón Sophía, en sí mismo dado que es una suerte de embajador de
su progenitora, y en los planos de la Mente, del Astral y del Mundo Material. A
este Plano pertenece nuestro Espíritu. El Demiurgo, mediante su porción espiritual, se manifiesta en los seres con Alma inmortal.
El Mundo de la Mente está
presente en su propia Dimensión y en las dos inferiores, la del Plano Astral y
del Físico. A este Plano pertenece nuestra Inteligencia y las de otros seres semejantes al Ser Humano aunque no posean un espíritu inmortal.
El Mundo Astral se encuentra en
su propio Mundo y en el Plano de existencia Físico. A este plano pertenecen nuestras
emociones y Alma inferior así como la del resto de seres emocionales. Si esta Alma no es christificada "Redimida", está condenada a la mortalidad junto con su cuerpo físico.
El Mundo Material es el Plano
dimensional más básico y solo se encuentra presente en sí mismo. A este Plano
pertenece nuestro Cuerpo Físico y el del resto de seres vivos que, como mortales, están condenados, sinecuanum, a un reciclaje contínuo.
El Mundo Material o Físico:
Visto este pequeño esquema, podemos
comprender que los objetos exclusivamente físicos solo pueden existir y
manifestarse dentro de la Dimensión Física; como es el caso de los minerales,
cristales y otros elementos químicos no biológicos; pero dado que el Mundo
Físico se subdivide en siete Planos, del mismo modo que el resto de las otras
siete dimensiones, podemos argumentar que en la Región Química, la más
elemental de las dos subdivisiones de éste Mundo, es donde moran los elementos
mencionados con anterioridad; es decir, los compuestos químicos sólidos,
líquidos y gaseosos, no biológicos. La otra subdivisión está constituida por
cuatro denominadas etéricas.
En esta subdivisión etérica, genéricamente
denominada como Vital, de más elemental a más compleja, tendríamos la Región
del Éter Químico sin la cual sería imposible la asimilación y la excreción. La
Región del Éter Vital sin la cual sería imposible la propagación de cualquier
ser vivo sea del tipo que sea. La Región del Éter Luminoso sin la cual sería imposible la percepción sensorial de los seres vivos y la conocida como Éter
Reflector o de Memoria de la Naturaleza sin la cual sería imposible la existencia
del código genético, ni la composición neuronal de la memoria o el instinto de
los seres vivos.
Vemos que en la Dimensión
Material, como tal, solo pueden existir solo los elementos de la primera Región
Química que además posean los atributos de los Planos mencionados; es decir la
totalidad de los seres vivos con excepción de los animales superiores que
poseen deseos y emociones y del Hombre que además posee Mente y Espíritu.
Con esto queremos indicar que en el supuesto de que no existiesen los
planos, dimensiones o regiones superiores, y suponiendo que existiesen animales
complejos y homínidos, estos no poseerían otras capacidades que la de comer y
excretar, procrear nuevos individuos, reconocer su entorno vital y poseer
memoria de lo que les fuese conveniente o perjudicial.
Para que los seres vivientes
puedan manifestar sus emociones o inteligencia requeriría que los siguientes
planos, más elevados, existiesen como es el caso de Gaia; porque de lo
contrario no serían posibles ni la manifestación emocional de los seres vivos
superiores ni la inteligencia propia de los seres que poseen una Mente, como es
el caso conocido del Ser Humano.
Conforme vayamos viendo los
siguientes planos dimensionales de manifestación comprenderemos como en los
mundos donde no existen las diferentes dimensiones es imposible la existencia
de diferentes seres. En unos mundos, como la Luna u otros sin atmósfera, la
única existencia posible es la de los minerales, los gases incrustados en el
interior de su litosfera y el agua helada que pudiera existir en su interior o
en las zonas a las que no llega la luz y el calor de una estrella.
En otros mundos, donde haya
planos de existencia algo más elevados podría existir vida muy elemental, a
nivel celular, que solo poseerían las facultades de asimilar y excretar,
reproducirse mediante medios muy básicos, reconocer su entorno existencial y
poseer una memoria natural e instintiva.
Por ejemplo, en los mundos
mencionados, para que tanto plantas como animales o personas pudieran existir
solo existirían dos opciones, o recrear esos planos dimensionales inexistentes
en dichos mundos mediante lo que conocemos como terra-formación, o como es lo
que sucede en la actualidad, por encontrarse dentro de nuestras posibilidades,
el llevar con nosotros dichos planos como el caracol o la tortuga que llevan
sus casas encima; es decir crear entornos cerrados con atmósfera artificial o
llevar escafandras y trajes especiales.
Dicho esto; debemos matizar que
solo los seres muy avanzados y que pueden vivir en los planos más elevados de
existencia tienen la posibilidad de vivir
en los planos más inferiores aunque sea mediante artificios. Nunca un
ser de naturaleza inferior podrá expresarse en los planos superiores pues para
ellos, literalmente, es como si no existiesen.
En suma, modificando el Ser
Humano su entorno, aumenta las posibilidades tanto de la transformación o
evolución de los seres inferiores como de manifestar él mismo sus facultades
superiores que aún se encuentran ocultas. Tomen solo este dato como
demostración del extraordinario poder que posee la Especie humana gracias al
Espíritu Divino, aunque sea disgregado, que posee como herencia del Demiurgo
sacrificado. Para terminar digamos que estas regiones conforman tanto el cuerpo
Físico como el Vital del Ser Humano.
El Mundo Astral o de Deseos
Comenzando por las regiones inferiores
tenemos un grupo de tres secciones conocidas por su efecto repulsivo y que se
conocen, la primera como la Región de las pasiones y deseos inferiores que
incitan a la alimentación, la expulsión de residuos y la procreación, la
segunda Región conocida como de la impresionabilidad necesaria para la
existencia de una memoria superior y la Región, propiamente, conocida como de
deseos y que es la que impulsa a los seres a conseguir cosas y objetivos.
La cuarta Región de esta
Dimensión Astral es la que nos provoca sentimientos de interés o indiferencia.
Interés por objetos, animales o personas; pero también por determinados temas
que nos atraen como la observación del mundo que nos rodea incluyendo el
movimiento de las estrellas e indiferencia por todo aquello que estimamos que
no nos concierne para la supervivencia o para nuestro crecimiento personal.
En este Plano dimensional existen
tres regiones superiores que son las causantes de la Atracción y son la Región
de la Vida Anímica, de la Luz anímica y del Poder anímico; de la Vida Anímica
porque es la que mueve a los seres que poseen existencia en esta Región la
posibilidad de vivir por objetivos superiores que no son los propios y
necesarios para la simple supervivencia, de Luz Anímica porque es la que nos
hace observar la Verdad de los mundos superiores haciendo que nuestra
imaginación idee objetos nuevos y situaciones no naturales, y de Poder Anímico
porque es la que proporciona la Voluntad necesaria para enfrentar esos proyectos
que nos atraen y necesarios para una progresiva transformación o evolución. En
el Mundo Astral es donde se mueve nuestro Cuerpo Astral también conocido como
de Deseos.
Estas tres últimas regiones del
Mundo Astral son exclusivas (en Gaia “nuestro Mundo la Tierra” dentro del Sistema Solar regido por los arcontes, leyes cósmicas, que dejara en funcionamiento el Demiurgo antes de sacrificarse para proporcionar la Inteligencia) del Ser
Humano y no se ha constatado que se presenten en otros animales desprovistos
del Espíritu del Logos Solar.
Al Mundo Astral pertenece parte
de nuestro ego inferior o mortal y constituye parte de la Personalidad junto
con los planos del Mundo de la Materia que también son constituyentes básicos
de lo que conocemos como Personalidad.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.
Aralba