"Práctica, práctica y más práctica"
-Nada de doctrinas, nada de dogmas, nada de fanatismo-
Desde hace mucho tiempo, algunos de los estudiantes del "Colegio Invisible de la Rosacruz", nos han venido solicitando ejercicios prácticos; en lugar de tanta perorata filosófica.
La charla filosófica sólo tiene por objetivo tocar fibras y abrir puertas internas que conduzcan a la Sabiduría interior procedente del Maestro Interno. La Práctica, lo único importante, es algo que jamás podría delegarse a nadie más que a uno mismo. Nadie puede hacer el Trabajo por tí.
Cuando hablamos de dogmatismo, estamos refiriéndonos a cosas como la existencia del Diablo o del Infierno. Así, tanto es dogmatismo el Infierno como la Reencarnación; en tanto que existe el mismo modo de demostrar la existencia del Infierno como de la Reencarnación; es decir, ninguno. Es por ello que, tan dogmático es imponer una creencia u otra, cuando ninguna de ellas hay forma de demostrarlas.
Es por dicha causa que nuestras exposiciones más que lecciones demostrativas de leyes o normas inmutables, no son otra cosa que reflexiones particulares de un simple Estudiante Rosacruz; es decir, no están redactadas para que sean tomadas como verdades absolutas sino como simples preguntas que nos puedan conducir a otras y otras preguntas.
La Práctica de la que hablamos solo es un Paisaje, una Vía o Modo de Vida para facilitar el surgimiento del Maestro Interior; es decir, no se trata solo de que por ser buena persona y hacer solo buenas obras, vayamos a conseguir, como Hombres personalidad, que alcancemos la Divinidad. ¡No!, se trata de acomodar un buen pesebre para que el Niño Dios, nuestro Salvador, nazca en nuestro Corazón.
Así, cuando hablamos del Ego estamos hablando de la estructura jerárquica de la Personalidad que actúa, a modo de guardés, de una Vida que no le corresponde a él sino a Otro. Ese Otro es el Maestro que debe nacer o despertar y que el Ego debe de preparar para que, llegado el día, deba sustituirlo al completo. Así, el Ego sirve de Guía del Maestro en éste Mundo. Un Guía que será el encargado de sustentarlo y permitir que se desarrolle hasta que se encuentre en condiciones de, primero, tomar el trono del Corazón, de las emociones, para más adelante el de la Cabeza, sede del Pensamiento y trono preparado para el Espíritu en éste Mundo. Cuando el Maestro toma el control de éste segundo Trono, el Ego ya no existirá, en tanto que se habrá integrado, por completo, con el Maestro, o Cristo para nosotros los cristianos.
No sé si sea por todas las fechorías realizadas por la Iglesia, desde sus comienzos; el caso es que algunas instituciones rosicrucianas raras veces pronuncian el nombre de Cristo y lo sustituyen por subterfugios como Ser Interno, el Maestro Interior o el Dios de nuestro Corazón.
Así, nuestro "Colegio Invisible de la Rosacruz" nunca les va a ofrecer normas de conducta concretas y definitivas, aunque sí breves orientaciones a modo de una bujía en medio de la oscuridad. Es cuando el Ego conecta con el Maestro Interno, mediante el Templo del Silencio Interior, que comienza a conocer la Verdad de todo, lo que es Él y cuál es su misión en éste Mundo, como Mayordomo, Cocinero y Chofer de Cristo su Señor. Es entonces, solo entonces, cuando sus Obras, dado que adquirió la Gnósis o verdadera Fe, son buenas y perfectas; en tanto que de Cristo nada malo o imperfecto puede surgir.
Te encuentras en una Escuela Práctica, donde un Charlatán, como nosotros, te ofrece el relato de sus humildes experiencias; más que nada, por si pudieran servirte en tus primeros pasos por el Camino desconocido que acabas de tomar. No tienen otra intención; no hay, repetimos, dogmas, doctrinas ni verdades inmutables. Es muy importante el que todo ello se quede grabado en tu memoria, pues en última instancia tú serás el responsable de tu situación y transformación espiritual.
Aralba R+C
