miércoles, 26 de noviembre de 2014

Lección 16 (Rosacruz ¿Religión/Reencarnación?)


Paz, Tolerancia y Verdad


No podemos hablar aquí de la diferente opinión de las muchas organizaciones rosicrucianas que existen; pero sí nos centraremos en lo que entendía, al respecto, el Movimiento Rosacruz en su origen.

La Rosacruz no es una religión, a pesar de que nace al amparo de la Reforma Protestante y pretendiera, como ya vimos, una confederación evangélica mundial. Nació como un medio ecuménico de diálogo entre los divididos cristianos; por lo tanto sí que podemos indicar que a pesar de no ser alguna religión, sí que tiene orígenes cristianos a pesar de sus reconocidas influencias de Oriente Medio.

La mayoría de la supuesta doctrina rosicruciana que circula, en nuestros días, proviene de influencias más del oriente lejano que del oriente medio y que fueron traídas a occidente por grupos como La Sociedad Teosófica y, por lo tanto, poco o nada tiene que ver con aquello que pensaran los primitivos rosicrucianos. Podríamos decir que el verdadero rosacrucismo, tras nuestro estudio de los manifiestos rosacruces, posee una doctrina muy básica; pero bien definida. A saber, creían en Jesucristo y en los evangelios teniendo al Papa de Roma y a Mahoma como diversas encarnaciones de Satán.

Por otro lado, también tenemos que indicar que la verdadera Rosacruz no es ninguna escuela de Alquimia, Magia, Cábala, Tarot, Astrología o Numerología. Ciertamente se ocultaron, en dichas terminología y símbolos, ciertos conocimientos heréticos extraordinariamente comprensibles y simples, que podrían haberles costado a algunos de los rosicrucianos, de haber ido abiertamente, la hoguera; pero eso no quiere decir que dichas vías de conocimiento no fuesen otra cosa que el medio de transmitir una información cristiano-gnóstica auténtica y que fuera perseguida, con ahínco, por la Iglesia de Roma. En los propios manifiestos se habla en contra de la Alquimia operativa, lo cual podría parecer contradictorio con lo expuesto en las Bodas Químicas de Cristian Rosentkreutz, salvo que la simbología utilizada ocultara, como así sucede, una verdad más trascendente.

El querer eliminar la religiosidad cristiana de la Rosacruz con el fin de intentar llegar a un público más amplio es una soberana estupidez que no hay forma de ocultar por mucho que se intente encubrir con supuestas artimañas pseudo-ocultistas. No obstante, haciendo honor a la verdad, dado el carácter ecuménico y multidisciplinar con el que nació, sería muy atrevido de nuestra parte decir que la Rosacruz es una Religión. 

En absoluto, dado que como Movimiento que era pretendía el diálogo y el acuerdo, de las diferentes iglesias, en torno a la doctrina más esencial del Cristianismo. Por lo tanto, incluir extrañas doctrinas ajenas a la cristiandad estaría en contradicción con el espíritu que inspiró a los creadores del Rosacrucismo; del mismo modo que lo estaban, en su día, la doctrina de la intercesión de los santos, de la propia inmaculada concepción de la siempre Virgen María, o la transubstanciación de Cristo en la Hostia Consagrada.

La simple doctrina de los rosacruces incluía tanto la creencia en Dios Padre como en la de su Hijo Jesucristo que habría venido al Mundo para redimir los pecados del Mundo; así como para mostrarnos el medio de hacernos como él, conscientes Hijos de Dios y trascender mediante la resurrección tras la muerte. Hablaban del nacimiento del Hombre Nuevo mediante la aceptación de Cristo en el Corazón.

Nada nuevo que no incluyese la sencilla doctrina de los antiguos valdenses y que habían sido rebautizados, en el pasado por la Inquisición, como cátaros o albigenses y que predicaran la doctrina originaria del Jesús Histórico: Sed buenos y haced el bien a vuestro alrededor; dado que todos, sin excepción, somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos. Creed en Dios Padre que nos envió a su Hijo Jesucristo para mostrarnos el camino de regreso a nuestra verdadera morada celeste y para hacernos conscientes de que nosotros, del mismo modo que Jesús, también somos hijos de Dios y por lo tanto Hermanos en Cristo.

Que tan solo mediante la conversión o nacer de nuevo es posible desprendernos de las cadenas de la materia. El único mandamiento, a excepción del Amor, había sido que se predicara dicha verdad , el Amor, entre todos los pueblos de la Tierra. Por lo tanto todos los verdaderos cristianos, los rosacruces no son otra cosa que cristianos ecuménicos, deberían de predicar el desnudo Evangelio de Cristo, sin florituras ni añadidos humanos, para la conversión de todos los pueblos del mundo y el nacimiento, como hijos de Dios, de todos los hombre y mujeres de la Tierra.

Si consideramos que Jesús alcanzó la naturaleza de Dios, aquí es donde se encuentra la herejía por la que hubo tan tremenda persecución, el hombre como Hermano de Jesús e hijo de Dios también debería alcanzar dicha condición; es decir de ser un Dios en formación pasar a ser un verdadero Dios. Nada muy diferente de lo que la serpiente dijera a Adán y Eva en el Paraíso perdido, entre el Eúfrates y el Tigris, cuando junto al Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal los tentó con su simbólico fruto y les dijo parecidas palabras: Si comiéreis de este fruto seréis como Dios.

Aceptar a Cristo en el Corazón no es simplemente creer en la existencia de un Jesús Histórico; sino en hacernos conscientes de la verdad predicada en el Evangelio de Jesús. Aquí, la creencia no sirve de gran cosa, sino la aceptación plena mediante la Fe, Gnosis o Conocimiento propio e interno de que todos somos uno con Cristo y por lo tanto con el Padre hacedor de los universos.

Se trata de despertar al niño Jesús que todos llevamos dentro, durmiendo enterrado en nuestro corazón, alimentarlo con lo único que poseemos, nuestra Personalidad, la leche de la que hablaba Pablo y dejárlo crecer en nuestro interior mientras que nuestra Personalidad mengua, hasta entronarlo, como al Rey que es, en el Trono de la Cabeza y convertirlo en el único director de nuestras vidas. A ese proceso místico se lo conoce como el nuevo nacimiento y cualquier psicodrama iniciático anterior al evento no deja de ser otra cosa que un estudio previo o entrega de la llave que abra la puerta de nuestro corazón a la benéfica influencia de los neutrinos, Metanoia Celestial, que nos llega del Pleroma.

El transmitir este conocimiento gnóstico es un deber de todo verdadero cristiano y por lo tanto de cualquiera que se considere un verdadero estudiante rosacruz. La transmisión de esta cosa tan simple fue lo que llevó a muchos verdaderos e iluminados cristianos al martirio, la tortura y la hoguera; a ser mancillados su prestigio y memoria acusándolos de brujos y hechiceras, siervos del diablo y adoradores de Satanás.

Fue por esta doctrina tan simple y fácil de entender por lo que tantos y tantos pasaron a mejor vida de la mano de la cruel inquisición y por lo que tuvo que ocultarse, la Verdad, en los más intrincados jeroglíficos que tenían a su disposición; desde la astrología de los antiguos sumerios, pasando por las barajas de naipes de los antiguos hindúes, la numerología pitagórica, la cábala de la tradición judía o la alquimia de chinos y árabes. Obras complicadísimas de interpretar y en cuyo seno se encuentra ésta Verdad: Queridos Hermanos, sois dioses dormidos y tenéis que despertar a esa verdad. Tomad las riendas de vuestras vidas y de la Naturaleza y cumplid con vuestro escrito Destino.

Dicho esto ¿Qué podemos hablar respecto a la Reencarnación?

La Reencarnación es una doctrina ajena al cristianismo y por lo tanto de la Rosacruz original y verdadera. Cada cual puede creer en lo que le venga en gana; siempre y cuando respete la doctrina básica, esencial y ecuménica; pero dicho esto, no podemos dejar de decir que se trata de una Doctrina errónea o incompleta y de la que existen infinidad de interpretaciones.

Hablamos de la supuesta Muerte en la lección anterior y allí dijimos que todo en este Mundo es Bipolar y, muy importante, cíclico; por lo tanto hay una existencia continua, sin interrupción, que se da en dos mundos complementarios de materia y antimateria. A éste, donde vivimos, lo denominamos de forma incorrecta como de materia y al desconocido como de Antimateria; pero lo cierto es que los verdaderos universos de Materia y Antimateria eternas e incorruptibles son el Eón Positivo Sophía y el anti Eón Negativo Sophía. Nosotros vivimos en una especie e islote al borde de la Galaxia material de Sophía y denominado como Sistema Solar compuesto de una gran parte de Materia junto con una diminuta parte de antimateria; pero la suficiente como para convertirnos a todos los que aquí vivimos en mortales, a nivel corporal; nunca a nivel de espíritu.

Nuestro Espíritu, cuando el cuerpo es desechado por aquél, prosigue su existencia en los planos más sutiles de la antimateria y cuando se encuentra preparado para regresar en un nuevo ciclo, ya veremos con más detenimiento dicho proceso, acumula materia del mundo para formarse un nuevo cuerpo; pero tengan en cuenta que no existe reencarnación de la consciencia y por lo tanto de lo que se viene a conocer como la Personalidad. 

De algún modo lo que nace es un nuevo Ser, aunque el Espíritu eterno sea el mismo que viviera con anterioridad en otro cuerpo distinto. El Espíritu como parte que es del Demiurgo, también lo es del Eón Sophía y por lo tanto del Pleroma; es decir forma parte de la Corte Celestial de los inmortales y como un titiritero que moviese su marioneta, mueve los diversos cuerpos, consciencias y personalidades que le corresponden en cada ciclo de existencia, sea esta de Materia, de Antimateria o de Materia-Antimateria.

Por lo tanto, se trata de una estupidez supina detenernos en una doctrina intrascendente como la reencarnación, dado que no nos afecta en nada. Para cada Personalidad, cada Conciencia, solo existe una Vida que hay que aprovechar al máximo para que se convierta en certeza aquello dicho por Jesús. Aquel que por mí diere su vida la ganará y quien se aferre a ella la perderá.

Si somos capaces de que nuestra Personalidad reconozca que ha tocado fondo y que debe ponerse al servicio del Niño Jesús que mora en nuestro Corazón, según ella vaya menguando su esencia irá alimentando al Redentor y, de algún modo, la Personalidad queda asimilada por el Cristo que como majestuosa rosa nace en nuestro Corazón. Es entonces, con ese nacimiento del Hombre nuevo que, a pesar de haber muerto, por decirlo así, la Personalidad, sin embargo ha renacido en Jesús. 

Ésta no desaparece, se mantiene en su consciencia y con toda su memoria y eso solo sucede una sola vez porque después de eso, el Hombre retorna a su verdadero Hogar Celeste. Las supuestas reencarnaciones anteriores ¿Qué importancia pueden tener si no somos nosotros? Aquellos que murieron eran otras cosas y dejaron de ser, su memoria fue absorbida por el Espíritu en la Memoria de la Naturaleza y solo será simple información; sin embargo el nacido de nuevo no es ni más ni menos que el Dios que nunca dejó de ser.

Después de dicho todo lo cual, decidme a mí ¿La Rosacruz es una Religión? Y contestadme ¿Qué sentido tiene la doctrina de la Reencarnación si en nada nos afecta como Ser Divino?

En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.


Aralba