jueves, 13 de noviembre de 2014

Lección 9, Grado Segundo, Orden Primera (Las Dimensiones de existencia I)


Paz, Tolerancia y Verdad


Las dimensiones o planos de existencia en el multiverso son incalculables; pero las enseñanzas rosacruces nos las resume en cuarenta y cuatro regiones que reducidas para su mejor comprensión quedarían en solo siete, a saber:

El Mundo de Dios o del Pleroma
El Mundo de los eones o Espíritus Virginales
El Mundo de Sophía o del Espíritu Divino
El Mundo del Demiurgo o del Espíritu de Vida
El Mundo de la Mente o del Pensamiento
El Mundo Astral o del Deseo
El Mundo Material o Físico

El Mundo del Pleroma está presente en el resto de dimensiones pues como ya indicamos, en lecciones anteriores, se trata de la Mente Universal que lo permea todo. A este Plano pertenece nuestra Divinidad. Del Pleroma se recibe la información, mediante neutrinos, de la Redención. El Pleroma es puro Amor.

El Mundo de los eones está presente en todos los universos, el resto de eones, en forma de sus embajadas, los agujeros blancos y por lo tanto también en el resto de dimensiones inmediatamente inferiores; es decir en el Mundo del Eón Sophía, y por lo tanto en el Sistema Solar del Demiurgo y en los mundos de la Mente, del Astral y del mundo Material. A este Plano pertenece nuestra Universalidad. Los eones son los responsables de la Influencia astrológica mediante los neutrinos que nos llegan de ellos

El Mundo de Sophía está presente en sí misma y en el resto de los eones mediante sus embajadores los agujeros blancos; pero también, como no puede ser de otro modo, en el del Demiurgo, de la Mente, del Astral y del Material. A este Plano pertenece nuestra Inmortalidad. De Sophía surge la información o Metanoia que mantiene las formas para que se pueda manifestar la Inteligencia. Es lo que denominamos como la Madre Naturaleza.

El Mundo del Demiurgo está presente en el Eón Sophía, en sí mismo dado que es una suerte de embajador de su progenitora, y en los planos de la Mente, del Astral y del Mundo Material. A este Plano pertenece nuestro Espíritu. El Demiurgo, mediante su porción espiritual, se manifiesta en los seres con Alma inmortal.

El Mundo de la Mente está presente en su propia Dimensión y en las dos inferiores, la del Plano Astral y del Físico. A este Plano pertenece nuestra Inteligencia y las de otros seres semejantes al Ser Humano aunque no posean un espíritu inmortal.

El Mundo Astral se encuentra en su propio Mundo y en el Plano de existencia Físico. A este plano pertenecen nuestras emociones y Alma inferior así como la del resto de seres emocionales. Si esta Alma no es christificada "Redimida", está condenada a la mortalidad junto con su cuerpo físico.

El Mundo Material es el Plano dimensional más básico y solo se encuentra presente en sí mismo. A este Plano pertenece nuestro Cuerpo Físico y el del resto de seres vivos que, como mortales, están condenados, sinecuanum, a un reciclaje contínuo.

El Mundo Material o Físico:
Visto este pequeño esquema, podemos comprender que los objetos exclusivamente físicos solo pueden existir y manifestarse dentro de la Dimensión Física; como es el caso de los minerales, cristales y otros elementos químicos no biológicos; pero dado que el Mundo Físico se subdivide en siete Planos, del mismo modo que el resto de las otras siete dimensiones, podemos argumentar que en la Región Química, la más elemental de las dos subdivisiones de éste Mundo, es donde moran los elementos mencionados con anterioridad; es decir, los compuestos químicos sólidos, líquidos y gaseosos, no biológicos. La otra subdivisión está constituida por cuatro denominadas etéricas.

En esta subdivisión etérica, genéricamente denominada como Vital, de más elemental a más compleja, tendríamos la Región del Éter Químico sin la cual sería imposible la asimilación y la excreción. La Región del Éter Vital sin la cual sería imposible la propagación de cualquier ser vivo sea del tipo que sea. La Región del Éter Luminoso sin la cual sería imposible la percepción sensorial de los seres vivos y la conocida como Éter Reflector o de Memoria de la Naturaleza sin la cual sería imposible la existencia del código genético, ni la composición neuronal de la memoria o el instinto de los seres vivos.

Vemos que en la Dimensión Material, como tal, solo pueden existir solo los elementos de la primera Región Química que además posean los atributos de los Planos mencionados; es decir la totalidad de los seres vivos con excepción de los animales superiores que poseen deseos y emociones y del Hombre que además posee Mente y Espíritu.

Con esto queremos indicar  que en el supuesto de que no existiesen los planos, dimensiones o regiones superiores, y suponiendo que existiesen animales complejos y homínidos, estos no poseerían otras capacidades que la de comer y excretar, procrear nuevos individuos, reconocer su entorno vital y poseer memoria de lo que les fuese conveniente o perjudicial.

Para que los seres vivientes puedan manifestar sus emociones o inteligencia requeriría que los siguientes planos, más elevados, existiesen como es el caso de Gaia; porque de lo contrario no serían posibles ni la manifestación emocional de los seres vivos superiores ni la inteligencia propia de los seres que poseen una Mente, como es el caso conocido del Ser Humano.

Conforme vayamos viendo los siguientes planos dimensionales de manifestación comprenderemos como en los mundos donde no existen las diferentes dimensiones es imposible la existencia de diferentes seres. En unos mundos, como la Luna u otros sin atmósfera, la única existencia posible es la de los minerales, los gases incrustados en el interior de su litosfera y el agua helada que pudiera existir en su interior o en las zonas a las que no llega la luz y el calor de una estrella.

En otros mundos, donde haya planos de existencia algo más elevados podría existir vida muy elemental, a nivel celular, que solo poseerían las facultades de asimilar y excretar, reproducirse mediante medios muy básicos, reconocer su entorno existencial y poseer una memoria natural e instintiva.

Por ejemplo, en los mundos mencionados, para que tanto plantas como animales o personas pudieran existir solo existirían dos opciones, o recrear esos planos dimensionales inexistentes en dichos mundos mediante lo que conocemos como terra-formación, o como es lo que sucede en la actualidad, por encontrarse dentro de nuestras posibilidades, el llevar con nosotros dichos planos como el caracol o la tortuga que llevan sus casas encima; es decir crear entornos cerrados con atmósfera artificial o llevar escafandras y trajes especiales.

Dicho esto; debemos matizar que solo los seres muy avanzados y que pueden vivir en los planos más elevados de existencia tienen la posibilidad de vivir  en los planos más inferiores aunque sea mediante artificios. Nunca un ser de naturaleza inferior podrá expresarse en los planos superiores pues para ellos, literalmente, es como si no existiesen.

En suma, modificando el Ser Humano su entorno, aumenta las posibilidades tanto de la transformación o evolución de los seres inferiores como de manifestar él mismo sus facultades superiores que aún se encuentran ocultas. Tomen solo este dato como demostración del extraordinario poder que posee la Especie humana gracias al Espíritu Divino, aunque sea disgregado, que posee como herencia del Demiurgo sacrificado. Para terminar digamos que estas regiones conforman tanto el cuerpo Físico como el Vital del Ser Humano.

El Mundo Astral o de Deseos
Comenzando por las regiones inferiores tenemos un grupo de tres secciones conocidas por su efecto repulsivo y que se conocen, la primera como la Región de las pasiones y deseos inferiores que incitan a la alimentación, la expulsión de residuos y la procreación, la segunda Región conocida como de la impresionabilidad necesaria para la existencia de una memoria superior y la Región, propiamente, conocida como de deseos y que es la que impulsa a los seres a conseguir cosas y objetivos.

La cuarta Región de esta Dimensión Astral es la que nos provoca sentimientos de interés o indiferencia. Interés por objetos, animales o personas; pero también por determinados temas que nos atraen como la observación del mundo que nos rodea incluyendo el movimiento de las estrellas e indiferencia por todo aquello que estimamos que no nos concierne para la supervivencia o para nuestro crecimiento personal.

En este Plano dimensional existen tres regiones superiores que son las causantes de la Atracción y son la Región de la Vida Anímica, de la Luz anímica y del Poder anímico; de la Vida Anímica porque es la que mueve a los seres que poseen existencia en esta Región la posibilidad de vivir por objetivos superiores que no son los propios y necesarios para la simple supervivencia, de Luz Anímica porque es la que nos hace observar la Verdad de los mundos superiores haciendo que nuestra imaginación idee objetos nuevos y situaciones no naturales, y de Poder Anímico porque es la que proporciona la Voluntad necesaria para enfrentar esos proyectos que nos atraen y necesarios para una progresiva transformación o evolución. En el Mundo Astral es donde se mueve nuestro Cuerpo Astral también conocido como de Deseos.

Estas tres últimas regiones del Mundo Astral son exclusivas (en Gaia “nuestro Mundo la Tierra” dentro del Sistema Solar regido por los arcontes, leyes cósmicas, que dejara en funcionamiento el Demiurgo antes de sacrificarse para proporcionar la Inteligencia) del Ser Humano y no se ha constatado que se presenten en otros animales desprovistos del Espíritu del Logos Solar.

Al Mundo Astral pertenece parte de nuestro ego inferior o mortal y constituye parte de la Personalidad junto con los planos del Mundo de la Materia que también son constituyentes básicos de lo que conocemos como Personalidad.

En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.

Aralba

Continuará...