sábado, 8 de noviembre de 2014

Lección 4, Grado Segundo, Primera Orden


Paz Tolerancia y Verdad


Símbolos Secretos de los Rosacruces Siglos XVI y XVII
Cuando se trata de la Rosacruz hablar de un solo emblema parecería un camelo, dadas tantas instituciones que utilizan y han utilizado dicho nombre, cuyos emblemas, con el fin de respetar los derechos de autor, son tantos y tan diferentes. Por otro lado, el rosacrucismo hace uso de una nutrida simbología, aparte de las rosas y de la cruz; pero que no abordaremos, de momento, en esta lección.

La cruz, a pesar de tratarse de un símbolo antiquísimo, cuyos brazos representarían los cuatro más un elementos, agua, tierra, aire y fuego siendo la intersección de sus brazos el quinto conocido como éter o nous y que lo interpenetra todo; no obstante no hay que olvidar que también fuera el instrumento de tortura donde murió Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios para los Cristianos.

“Yo soy la rosa de Sarón y el lirio de los valles”
Libro de Cantares Cap 2, vers 1

Rosa silvestre de los campos de Castilla
Sobre este versículo del antiguo testamento se ha discutido mucho por los exégetas que usan porciones del antiguo testamento para intentar demostrar que tanto el nacimiento, vida y muerte del Rey de los Judíos y redentor de los hombres estaba profetizado mucho tiempo atrás. 

Algunos dicen, sobre todo en el ámbito protestante, que el Autor se estaba refiriendo a la figura de Cristo; otros, los católicos tan devotos de María la Madre del Señor, que en realidad se refiere a su madre y otros pocos que podría tratarse de la Iglesia de Cristo; pero es curioso ver la semejanza existente entre este maravilloso libro, el de Los Cantares, cargado de erotismo, con la Pistis Sophía de los gnósticos valentinianos. Unos pocos estudiantes rosacruces, efectivamente, decimos que se trata del Alma. El Alma cantando su metanoia (Oración reclamando auxilio) a Christos (El Espíritu o Logos Solar) su amado.

Emblema Rosacruz Steiner
La mejor forma de conseguir una cruz perfecta es cruzar una plomada con un nivel debidamente situado. El Travesaño vertical está fuertemente fijado a la Tierra elevándose a lo alto y aspirando alcanzar el firmamento, la Esfera Celeste; de donde el Ser Humano es originario. 

Por otro lado el travesaño horizontal que lo cruza representa la bipolaridad de la Naturaleza. De algún modo el Ser Humano se encuentra anclado y prisionero de una Naturaleza que impide, por su bien, que abandone el suelo al que el conjunto se encuentra anclado y que pueda elevarse hacia los planos celestiales sin haber sido previamente redimido.

Antiguo Nivel de Albañilería (Véase la Plomada)

En el Centro de la cruz, el punto de cruce de los maderos, se produce la confluencia de dos corrientes energéticas diferenciadas. La Fuerza cuántica celeste unipolar de los neutrinos que vienen del Pleroma o Universo Original, atravesando el multiverso sin interactuar con la materia no preparada, y la Fuerza electromagnética Terrestre bipolar de átomos de materia y antimateria que circulan de forma horizontal a modo de líneas de fuerza producidas por cualquier imán.

La Rosa actual, de múltiples pétalos superpuestos, que podemos conseguir en cualquier floristería es un producto artificioso obtenido a base de haber manipulado los floricultores, durante milenios, la flor original silvestre de cinco pétalos. Ya los romanos utilizaban la rosa blanca como referencia de pureza y la roja de pasión.

Es por dicha causa, por la que la cruz representa al cuerpo del hombre, un cuerpo grosero primero, negro y sin luz, en el caso de la simbología de Rudolph Steiner; pero que sin embargo posee en su centro una corona de siete rosas rojas que representan a los siete aspectos del Cuerpo Completo del Ser Humano. Algunos dirían que representa los siete cuerpos del hombre; sea como fuere ese rojo profundo de las flores no es otra cosa que el fluido sanguíneo o morada del Alma que circula por todo el Cuerpo físico del Hombre vivificándolo hasta hacerlo factible como fuente de manifestación del inmaculado espíritu humano representado por el pentagrama blanco y cuyo origen celeste, macrocósmico, se muestra mediante el azul del fondo del emblema.

Emblema heráldico de Martín Lutero
Pero el emblema Rosacruz no fue siempre así: Cuatro rosas sobre un sombrero, quizá representando los cuatro elementos en los que está aprisionada la mente del hombre que lo llevara puesto como en el caso de las bodas químicas de Cristian Rosentkreutz. 

Una cruz dentro de un Corazón y una rosa silvestre como fuera en el caso de los heraldos familiares tanto de Martín Lutero, artífice último de la Reforma Protestante, como del propio Valentín Andreae, escritor confeso de las bodas químicas, o una magnífica cruz lobulada "ver primera imagen de la Lección", de color dorada por la que trepa una magnífica rosa roja situada en el mástil vertical de la Cruz y que señala a Cristo como el centro de la cruz. Éste es el caso de la simbólica portada, en su segunda parte, de "los Símbolos secretos de los Rosacruces de los siglos XVI y XVII" y que fuera construido en Altona por la notoria Obediencia Masónica de la Rosacruz de Oro del Antiguo Sistema.

Emblema Fraternitas Rosicrucuana Antiqua
Pero la Rosacruz no es algo estático sino que se encuentra en perpetuo movimiento y es por dicha causa que su emblema no permanece fijo. 

Las siete rosas siempre están presentes, en la actualidad, sea la cruz griega de lados iguales o una latina donde la parte inferior es doblemente larga respecto de la superior así como de los maderos laterales; pero el negro de la oscuridad pasa a transformarse en marrón como signo de que está construida de barro arcilloso, del mismo modo que el Génesis indica, simbólicamente, como fuera constituido el cuerpo andrógino y unigénito del Hombre, tanto varón como hembra. 

Gracias a la sangre que circulaba por las negras cenizas de un objeto carbonizado, por una explosión estelar, ésta se ha transformado en algo viviente y que tiende de un modo utópico, por inercia, hacia la nunca conseguible perfección material.

La interacción de los neutrinos unipolares venidos del Pleroma, Mundo Original, mediante lo que se conoce en la Gnosis como Metanoia, con la fuerza electromagnética bipolar "senoidal" y horizontal de las leyes de la Naturaleza, ha producido primero lo mineral, segundo la vida vegetal, después la animal y por último posibilita que el Cuerpo debidamente redimido y blanqueado pueda ser fuente del nacimiento de lo que ya no es de este Mundo, algo adoptado por este Mundo; pero que pertenece al Pleroma, el Alma Inmortal en la que aun morando la parte mortal que mueve al Hombre también lo hace la parte inmortal que la materia siempre llevó dentro en forma latente; pero que la interacción con los neutrinos del Mundo Original ha hecho posible que despierte como un pequeño capullo de rosa blanca, justo en el cruce de los travesaños de la cruz; de la interacción del electromagnetismo bipolar de la materia y del unipolar del Mundo celeste.

Emblema de la Rosicrucian Fellowship
Hemos llegado al Ser Humano Espiritual afincado en la materia; es decir, una cruz lobulada blanca, rodeada de una corona de siete rosas sanguíneas, representación de los siete aspectos del complejo cuerpo del Hombre y donde ha florecido majestuosa la rosa blanca, inmaculada, de su alma inmortal. 

Se trata de la representación simbólica que tomó el Iniciado Max Heindel para representar su Escuela La Rosicrucian Fellowship o Fraternidad Rosacruz en Oceanside; donde las fuerzas mineral, vegetal y humana están siempre presentes y de las que se desprende un pentagrama de rayos dorados porque ese es el fin de la Vida en la Tierra, la Iniciación del Ser Pensante y la consecución por parte de éste del dorado vestido de bodas que lo pueda elevar de nuevo hacia su hogar eterno de donde partió y de donde era originario.

Algunos querrían pensar que aquí se acaba la historia y que este emblema rosacruz se había convertido en el definitivo; pero se trata de tan solo el comienzo de una singular metamorfosis, aún inconclusa, conocida como transfiguración.

Ahora el Cuerpo del Ser Humano está preparado para recibir las fuertes corrientes de neutrinos procedentes del Pleroma, recordemos, del Mundo Original. Bien esa Metanoia, energía codificada o Verbo Creador, no es otra cosa que lo que se ha venido a conocer como Gnosis o Conocimiento Divino. 

Gnosis que de no haber estado preparado el Cuerpo del Ser Humano para recibirla habría entrado en combustión a su solo contacto; pero aun así, el Cuerpo material del Hombre no tiene una consistencia lo suficientemente sutil o espiritualizada como para recibir la Gnosis en toda su plenitud y poder transformarlo en un verdadero Adepto Rosacruz, siendo lo que ahora mismo recibimos solo una minúscula porción de lo que en nuestro Estado Original podríamos recibir y soportar.

Vimos que el pasado del Hombre está representado por una Cruz negra y que representa cuando el Ser Humano Original cayó en el abismo del Caos; de este abismo surgió la materia de la que se revistió y entonces su cuerpo se representaría por el marrón propio de la madera o de la arcilla con la que Jehová, el Demiurgo, constituyó su forma. 

Con su permanente transformación o evolución, la Inteligencia del Logos se apoderó del Cuerpo humano y lo redimió en la parte correspondiente a los reinos mineral, vegetal y animal, transformando su cuerpo anímico en un blanco celestial. 

Un blanco donde ya cabe un Alma, humana, inmortal morando en el centro de unión de la confluencia de las fuerzas natural y celestial; siendo, por ello, que se trata de un cuerpo séptuple que aún necesita de la vida material para poder manifestarse; de ahí que aún las siete rosas rojas siguen formando parte, a modo de guirnalda, de esa Cruz Majestuosa a la que, no obstante, ya le ha nacido un pequeño Christos.

Cuando el Ser Humano eleva sus aspiraciones hacia lo elevado, hacia la plomada que le viene del Pleroma, recibe mayor cantidad de Gnosis y su cuerpo inmaculado, ya preparado, se va independizando de la Materia aunque aún debe de superarla y la rosa del Corazón, ese Christos que se tenía que alimentar de la leche de la Gnosis que le suministraban los neutrinos del Mundo Original, se va transformando en dorada y celestial. 

Ese cuerpo del pentágono del hombre de Vitrubio que en principio era blanco y se convirtió en el Cuerpo Alma, Celeste vestido de bodas dorado, ahora se integra con el Cuerpo, como una sola unidad, y las rosas rojas desaparecen pues ya no existen siete aspectos de un cuerpo o siete cuerpos si se quiere. Ahora ya solo existe un Cuerpo Celestial, dorado, que puede vivir en los siete planos de manifestación porque aunque lo imperfecto no puede morar en lo perfecto, lo perfecto puede morar en todas las gradaciones de los planos de imperfección.

Emblema de la Rosacruz Aurea
Ahora el símbolo Gnóstico de la Rosacruz, representación del final del proceso conocido como transfiguración, es una majestuosa y estilizada rosacruz dorada y donde ya no hay diferencias entre Cuerpo, Alma o Espíritu pues todo, materia y energía, energía electromagnética bipolar del Mundo y Gnosis o neutrinos unipolares del Pleroma se han transformado mediante un prolongado y complejo proceso alquímico en una sola Cosa, un solo Ser, La Rosacruz de Oro, libre de las pasiones materiales y del embate de los opuestos.

La Rosacruz Aurea, de Oro, representa el Cuerpo del Adepto Rosacruz que aun viviendo en los planos del Pleroma, su mundo natural, puede manifestarse en el nuestro con su Cuerpo dorado celeste e inmortal para realizar sus sublimes y sagrados cometidos. Es el septuple cuerpo completamente transfigurado y reconvertido en la Unidad primigenia tal y como partiera, otrora, en su descenso hacia los planos de la Materia.

En L:.V:.X:. Luz, Verdad y Amor; que las Rosas del Alma florezcan majestuosas sobre la Cruz de vuestro Cuerpo material.

Aralba